Jacinta Marto fue una de las tres videntes de Fátima, una aparición mariana ocurrida en 1917 en la localidad de Fátima, Portugal. Junto con su hermano Francisco y su prima Lúcia, Jacinta fue testigo de la aparición de la Virgen María y recibió un mensaje para el mundo. A partir de entonces, la vida de Jacinta cambió para siempre. Su historia es una de las más fascinantes de la historia de la religión católica y el milagro de su cuerpo incorrupto es uno de los más conocidos de la Iglesia.
La vida de Jacinta
Jacinta Marto nació el 11 de marzo de 1910 en Aljustrel, Portugal. Fue el tercer hijo de Manuel y Olimpia Marto. Desde muy joven mostró una devoción profunda a la Virgen María y a Jesús. A los diez años, Jacinta se hizo cargo de sus hermanos menores mientras su madre estaba enferma.
En mayo de 1917, Jacinta, junto con su hermano Francisco y su prima Lúcia, vio por primera vez a la Virgen María en una aparición en las colinas de Fátima. Durante la aparición, la Virgen María les dio un mensaje para el mundo y les pidió que oraran y cometieran sacrificios para ayudar a salvar el mundo.
Después de la aparición, la vida de Jacinta cambió radicalmente. Ella y sus hermanos fueron llevados a Lisboa para ser interrogados por el gobierno de Portugal. Mientras estaban allí, Jacinta sufrió varias enfermedades, incluida la neumonía, y fue tratada por el médico del gobierno. En 1918, Jacinta fue llevada a un hospital en Lisboa, donde murió el 20 de febrero de 1919 a la edad de 8 años.
El cuerpo incorrupto de Jacinta
Después de la muerte de Jacinta, su cuerpo fue enterrado en el cementerio de la iglesia de Nuestra Señora de los Desamparados. Su cuerpo fue exhumado el 27 de marzo de 1935, 17 años después de su muerte. Los médicos descubrieron que su cuerpo estaba intacto, sin signos de descomposición. Esto fue una señal de que Dios había preservado el cuerpo de Jacinta como un milagro y una prueba de su santidad.
En 1946, el cuerpo de Jacinta fue trasladado a la Basílica de Nuestra Señora de Fátima, donde se expone hasta el día de hoy. Su cuerpo continúa siendo incorrupto, a pesar de que ha estado expuesto durante más de 70 años. En Jacinta se ha visto una larga lista de milagros, incluyendo curaciones milagrosas para personas que visitan la Basílica.
El legado de Jacinta
Jacinta Marto ha dejado un legado que inspira a las personas de todo el mundo. Ella es recordada por su devoción a la Virgen María y por su compromiso con la oración y el sacrificio. Jacinta también fue una profetisa que compartió el mensaje de la Virgen María con el mundo. Esta mensaje fue un llamado a la paz, la reconciliación y la oración para salvar el mundo de la destrucción y el mal.
El milagro de su cuerpo incorrupto es una señal de que Dios se deleita en la devoción de Jacinta. Su legado sigue siendo una fuente de inspiración para las personas de todo el mundo. Su historia ha inspirado a muchas personas a seguir su ejemplo y buscar la paz y la reconciliación en el mundo.
Este video nos ofrece una mirada profunda a la vida de Jacinta Marto, una de las niñas videntes de Fátima que se volvió famosa por el milagro de su cuerpo incorrupto. Descubre cómo fue su vida y cómo llegó a convertirse en una santa.
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¿Qué pasó con el cuerpo de Jacinta Marto?
El cuerpo de Jacinta Marto, una de los tres niños a los que se apareció la Virgen María en Fátima, Portugal, es objeto de interés debido a algunas características que se le atribuyen y que la Iglesia Católica considera milagrosas. Se dice que, a pesar de haber fallecido a los 10 años de edad en 1920, su cuerpo se conservó incorrupto y se encuentra en perfecto estado en la Basílica de Fátima. Además, se le atribuyen algunas curaciones milagrosas a personas que han tocado su cuerpo. Para muchos fieles, la conservación del cuerpo de Jacinta es una prueba de su santidad y una señal de la intervención divina en su vida. Por lo tanto, es interesante para aquellos que estudian el fenómeno religioso y la fe de las personas.
¿Cómo muere San Francisco Marto?
San Francisco Marto murió a los 10 años víctima de neumonía, después de haber contraído la gripe española. Su muerte se ve como una gran prueba de fe para él y para su hermana Jacinta, quienes previamente habían recibido las apariciones de Nuestra Señora de Fátima. San Francisco había aceptado la voluntad de Dios y había pedido a su hermana que rezara por él. Su muerte también simboliza la fragilidad de la vida y nos recuerda la importancia de vivir cada día como si fuera nuestro último día en la tierra. Pese a su corta edad, la historia de San Francisco y su hermana Jacinta ha trascendido y su memoria sigue viviendo en la devoción de los fieles que acuden a la Basílica de Nuestra Señora del Rosario en Fátima, Portugal.
Jacinta Marto ha pasado a la historia como uno de los tres videntes de Fátima, el mayor milagro de la Iglesia Católica en el siglo XX. Pese a su muerte a los diez años de edad, su cuerpo no se ha descompuesto, lo que ha inspirado a muchos para creer en la presencia de Dios. Aunque muchos no puedan comprender el misterio de lo que sucedió con Jacinta, su legado de inocencia e integridad ha inspirado a muchos durante generaciones. Jacinta Marto es una niña vidente cuya vida y muerte seguirán siendo parte de la historia por mucho tiempo.