Crónica de Pasión ciezana: Capítulo III

“Y al tercer día…” o en este caso, a la tercera semana, Resucitó. Recorremos en esta última entrega el final de la Semana Santa de Cieza 2015: Desde Viernes Santo a Domingo de Resurrección. Disfrutadla.
En este capítulo he incluido mayor número de poemas, la razón de ello es que es difícil explicar el Viernes Santo solamente en prosa.
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VIERNES SANTO: EL DÍA MÁS LARGO

Con la nocheaun pegada a los ojos, dejo atrás el calor de las sábanas e intento eliminarlos restos de sueños con agua y un fuerte desayuno, una comida que ha de durarhasta el mediodía. Apenas estoy listo me planto en la calle para disfrutar dela procesión. Pronto comienzan a pasar ante mí las estaciones del Via-Crucis.Las inmaculadas túnicas de San Juan sentencian a un Reo tan inocente como lamirada de los niños que abren el cortejo. Prestamente carga Jesús, el Nazareno,con su Cruz y echa a andar por un camino de claveles y pedregal pareciendo unaestampa reflejada directamente en el espejo andaluz. Ese marco transparente queseñala directamente a Sevilla es nuestro punto de referencia muchas veces,quizás demasiadas, al punto que dejamos de lado nuestro carácter murciano. Alencuentro le sale su Madre, que llora desconsolada en brazos de San Juan. Comoocurriera aquel Viernes de Dolores que tan lejano se nos antoja, Cristo,dócilmente, sigue su camino sabiendo que es su deber y que no tiene otra salidamientras María, incrédula e impotente, clama al cielo afligida. Que belleza laque tallara Hernández Navarro, que escena tan sobrecogedora se nos presentabajo el sol de la penitencia. Cristo se despide de su Madre con suavespalabras, mientras el rostro de la Virgen se descompone en una mueca deprofundo sufrimiento y sus piernas le fallan, parece que, si no la sostuvierael Discípulo Amado, que esconde tras su amable rostro un dolor igual, caería derodillas al suelo.

Cae alsuelo sobre el musgo dormi la Caida, grupo escultórico también digno decontemplar. Cristo clama al Cielo desesperado, el sayón lo azota sin clemenciapara que siga andando, y el Cirineo recoge la cruz del suelo misericordioso. LaVerónica, con su paño y la orquídea morada de pasión a sus pies que desde elmomento que la vi me enamoró, sigue mostrando su compasión. Habrá que esperarun poco para que este desfile se complete un poco más pues existe una lagunaentre la estación de la Verónica hasta el Calvario. A las túnicas negras de lased le siguen las broncíneas y azuladas de San Pedro, que desde hace dos añosnos trae el momento cumbre de este relato de madera e incienso. Cristo muere ensu Gólgota de claveles y dolor. El silencio se crea en la bulliciosa calleCánovas del Castillo cuando sale la obra del ciezano al ritmo de un tamborsordo. Es sobrecogedor cuando el sol se cuela entre los tejados para iluminarlos ojos expirantes del Señor.

Esta vezsí que apuré al máximo el tiempo para ir a tocar, de hecho llegue justo atiempo para tocar el Himno al cuarto y más anhelado de los crucificados queesta mañana desfilan. Ninguno de los crucificados anteriores levanta tantas pasiones como la antigua yvenerada imagen del Rey del Viernes Santo y de Cieza entera. El Santo Cristodel Consuelo refleja en sus potencias los rayos del astro diurno y losconvierte en bendiciones para todo aquel que se detiene en su apacible rostro.Como siempre que visito y acompaño a mi Cristo cumplo con el Ciezano precepto derezarle un padrenuestro.

Es de buen ciezano

Tener cuatro cosas en el corazón

Un recuerdo, un soberano, un amor.

Y entre ellas, Cristo, tu Señor.


Reza ante él un padre nuestro,

Rézaselo con todo tu amor

Pues es tu soberano

Y el de todo ciezano

Y que quede en tu recuerdo

De su sudario el mecer

Y de las flores caer

En oración…


Y antes de que digas nada,

Recuerda una vez más,

Un amor, un soberano y un recuerdo

Y que de esas tres llegues al cielo

Guiado nada más

Con la mano amada

De tu Cristo del Consuelo.

Recomendaciones a un Ciezano

Antonio Jesús Hernández

Esamañana me ocurrió una de las pequeñas y chocantes anécdotas que todos los añosme dejan las salidas con la banda. Esta vez las prisas y el afán de cogerlotodo para estar listo en el menor tiempo posible me hizo olvidarme de lacorbata. A la carrera regresé a mi casa, vestí ese complemento y bajécorriendo, no sin antes fotografiar al paso de la Lanzada, parado en esosmomentos bajo mi balcón. Ese descuido me dio la oportunidad de contemplar almisericordioso Cristo que ningún año veo en la calle. A la Santa de Magdalasiempre me es imposible verla, quién sabe si algún día la podré acompañar conla mirada mientras llora en el paseo. Comienza para mí el verdadero Via-Crucis.El sol, que antes tan solo me daba alegrías y buenas fotos, ahora cae sobre micabeza como una tormenta de luz y calor. Los cielos abiertos lloran endestellos la muerte del Hijo mientras nosotros interpretamos las incomparablescomposiciones fúnebres. Desde los clásicos y emocionantes Dorado, San Miguel yGómez Villa, hasta los actuales y dulces José Velez y Sánchez Navarro, pasandopor las inconfundibles y particulares marchas de d.Francisco García Alcázar.Como siempre, es su obra “El Prendimiento la que cierra la mañana, con Jesúsmuerto colgando del madero en la cumbre de la Plaza Mayor. Es allí donde seguarda le hermosísima Dolorosa de González Moreno. Pasa la Soledad interpretala OJE, con mi hermano como solista, mientras nuestra Madre llora, grita,padece en silencio.

El mediodíaluce sereno y calmado. Cristo ha muerto y nosotros lo celebramos quitándonos decomer carne. Habas, verduras, pescados y mariscos de todas las variedadesocupan la mesa del ciezano. Una horica de sueño para recargar energías y yaestamos listos para seguir disfrutando del día más grande y largo del año.

Uninterludio de alegría vespertino representa el traslado de la Cama de Cristo.En medio de la solemnidad del Viernes Santo, los Dormis nos recuerdan que lamuerte presenta ya síntomas de resurrección. Entre pasodobles aparecen loscuatro ángeles que guardan el cuerpo muerto de Cristo. El bochorno de la tardeanuncia una noche perfecta para procesionar. El Santo Sepulcro, incluso con luznatural, consigue emocionar a cuantos se acercan en su garboso pasacalles. Lasluces del día mueren en el cielo y se resguardan en las tulipas que alumbran lamuerte del que es la Luz.

Hay un momento en que la Luz

se vuelve oscuridad
Un solo segundo de eternidad cargado
En que todo parece perdido, la Vida
Se escapa entre sus clavos
Unos ojos lloran fríos de inercia sepulcral
Pero siempre vuelve a brillar
Un lucero
Una Cruz de Esperanza en el Silencio
De una penitencia letal
Solo una luz brilla
Solo Él me sostiene
Y solo la Luz así revierte la oscuridad
Y la muerte

Noche de Dolor

Antonio Jesús Hernández

3/10/2014

El cielose convierte en un manto de terciopelo azul marino, como las túnicas que yadesfilan a través de la Puerta. La magnífica talla de Benedito regresa ante misojos a la Plaza Mayor. La OJE y la Policía Nacional, como es costumbre, guardanal único Crucificado de esta noche angustiosa. Su paternal rostro siguemuriendo para repartir perdón a todo aquel que, como yo, se detiene en sucontemplación. Tras del Cristo del Perdón, el Descendimiento el grupo escultóricocon mayor número de imágenes de nuestra Pasión. Algunos dirán que su calidad noes muy grande, pero el diálogo entre los personajes muestra elsentimiento de esta velada, de la procesión más arraigada en nuestra Semana.Perdiéndose ese calvario en la calle del cid, asoma la Madre amada de loshermanos de los Azotes. La joya de Capuz, la Virgen de la Piedad. Sobriedad,elegancia, equilibrio, belleza, expresión, emoción… Son solo algunas palabrasque se pueden extraer de tan hermosa imagen.
  Festividad del Corpus Christi

En su mirada la Piedad se refleja

En sus manos la Vida se escapa

En su pecho el Dolor y la Crudeza

De la Muerte

De su Hijo, fuente de Vida apagada.


Un grito con sus labios brota

Sangre con su Corazón mana

De una espada transida

De Amor y noche cerrada.


Del árbol cuelga un sudario

Cortina de muerte consumada,

A su paso el tiempo se para

María grita, y luego calla.


Extiende la Mano temblorosa

Sus ojos no ven más que lágrimas

Su Hijo en el suelo reposa

La cabeza, envuelta en besos,

Limpia con gotas del alma.


Yace en el suelo tumbado,

Señora, la vista levantas,

Muerto en el lecho turbado,

María, al Cielo tu clamas.


Al Sepulcro ya se lo llevan,

Madre, envuelta en la Noche

Cuando la trompeta reza calmada

Descansas de mármoles tu pena,

En tu Piedad, fría y desolada.

Virgen de la Piedad

Antonio Jesús Hernández

23/04/2015

Ungrandioso trono dorado porta a un casi invisible Cristo yacente del maestromurciano de los “yacentes”. A su lado, Madre andaluza llora al Hijo de sus amores. Tres grandes obras cada una por sulado, pero juntas, desde mi humilde punto de vista, no terminan de cuajar. Elsoberbio trono, por alto y poco iluminado dificulta la visión de las imágenes.La nacarada Virgen de dulce rostro aparece lejana al estilo del broncíneo Cristo deseveros rasgos. Siguen dos hermosas imágenes. El inacabado trono porta a una delas más bellas y más novedosas Vírgenes de nuestros pasos. La Amargura, entransición entre dolorosa y soledad, deja correr las lágrimas a raudalesmientras por su mente discurren mil recuerdos. De los pies del crucero lalevanta la sabia María de Cleofás mientras la de Magdala llora inocente yconfundida. Queda tan solo la Cruz, allí, en un calvario de ángeles. Hay quienno comprende el porqué de llevar el madero vacío. La cruz es el camino alcielo, sin ella, Cristo no hubiera muerto, sin ella Cristo no hubieraresucitado; su doble naturaleza de instrumento de martirio y de salvación es loque nos empuja a venerar a ese símbolo. Nos recuerda también que la muerte nonos ata a la Cruz, Cristo abandonó la Vida, pero a ella volvió. La cruz esoscuridad, pero también es luz. La cofradía de la Samaritana mece tras de mis pasos de músico el ciprés de José de Arimatea en la que podría ser su última o penúltima salida en procesión por lasciezanas calles del casco antiguo. Cuando Antonio Jesús Yuste lo hayasustituido, echaremos de menos el verlo como en los últimos veinte años antesde llegar al Sepulcro. La Cama de Cristo se me aparece, guardada por la GuardiaCivil, en la oscuridad de la Calle del Barco. Santa María Salomé y su hijo SanJuan buscan la quietud de la Casa de los Santos para llorar al que a muerto,para esperar la mañana del Domingo en que la Vida nace. Llegando a San Pedro,la oscuridad y el silencio doliente se hacen patentes, el Sepulcro estácercano. La única luz es la que los ángeles mantienen velando a su Cristo.

Quiero escribir sobre ti

Pero no hay palabras que te describan

Quiero escribir sobre ti

Pero no hay versos que puedan

Recoger toda tu esencia

Quiero rezarte, llorar, gritar, reir, cantar,

Quedarme en silencio

Porque tu estas Muerto

Muerto por mi culpa

Y por mi salvación

Por eso no se si llorar o reir

Si gritar o callar,

Si cantar o descansar

O todo ello a un tiempo.

Y es que, a veces,

el silencio es la mejor oración.

Guardado por ángeles quedas,

Te quedas solo, Señor,

Y mil lágrimas mil veces derramadas

Sólo pueden acercarse un poco

a lo que te mereces.

Aun muerto, eres luz, Señor,

Tu casa es el Sepulcro,

La oscuridad, tu muerte,

Y mis lágrimas, una sincera oración.

Por eso, al cerrar el portón,

Te llevaré cerca cada noche del año.

Acuérdate de mí cuando el portón se abra

Y el sepulcro esté vacío.

Pero esta noche te dejaré, solo,

Y lloraré, en Soledad, junto a Ti.

Quiero ser Dormi, Señor, para llevarte,

De Betania a Jerusalén,

Del Huerto al Calvario,

Del Sepulcro a la Resurrección.

Cántico del Cofrade Dormi

Antonio Jesús Hernández

13/04/2015

Porprimera vez vi como sonaba el tambor, poniendo sonido al pensamiento de losDormis, al sentir de toda una cofradía. Llegué yo también a emocionarme cuando,acabado In Nómine Dómine, la puerta se cerró súbitamente. Fueron apenas unosminutos antes cuando la Cofradía del Santo Sepulcro me otorgó una estampa, laúltima de las que en su momento nombré. “En el cruce de la Plaza Mayor conCartas, el Sepulcro bajó al suelo. En ese momento uno de sus anderos, de susdevotos, se apartó de la vara mientras estaba el paso parado. Tan solo se oíandos sonidos: el redoble del tambor sordo y el sollozar de ese andero quelloraba a lágrima viva y que, al sonar la campana, volvió a ocupar su lugar,dejando su oración grabada en la almohadilla, como tantos otros hicieran antes.”No reflexionaré sobre esta historia, ni diré nombres que no conozco ni quieroconocer, sin embargo el recuerdo de un río de viva oración recorriendo elrostro cansado y doliente por un Cristo que ha derramado tantas lágrimas comoalmas se le han encomendado. ¿Sabía Carrillo lo que hizo cuando entregó elSanto Sepulcro a sus guardianes morados? Creo que no.

ElViernes Santo no termina cuando las agujas del reloj agotan las horas entre 12y 12. Tampoco llega su fin cuando terminan de correr los 1440 minutos que duraun día. El Viernes Santo termina cuando la nostálgica y ensimismada Soledad esacompañada por sus lloronas hasta la Iglesia al son del barroco Canon dePachebel. La oración de la Noche de Luna Llena y el Himno Nacional son lascampanadas de media noche que cerrarían un día normal. Con la Soledad en sucapilla, esperando un nuevo Viernes Santo para llorar termina este día tanintenso y largo.

A apenas unpaso de la vida

Una madrecalla

Calla porqueno puede llorar

Calla porqueno es capaz de mirar

Calla porqueno consigue callar

Calla porquees imposible caminar

Tan solo haydolor y

Soledad

La másprofunda Soledad

Una Soledadsin luz

Una Soledadque brilla sin poderse apagar


Un paso

Otro

Uno más

Aunqueacompañada prosigue

No sabe sicamina o

Para deperegrinar.

Los ojos veny no miran

Los labiosse abren y no gritan

El corazónlate y respira

Mas Ella nolo sabe

Pues sucorazón se halla

Entremármoles

Atravesado

En sietedolores.

Un suspiro,

Una lágrimapor fin se escapa

Una lluviade perlas

Sobre elmarfil

Su faz se alza

Hacia uncielo aterciopelado

Un manto deestrellas

Desciendepara abrigarla

Mas el friono lo siente

Tampoco elDolor que su vista

Empaña

Sus manos elaire abrazan

Buscando alHijo que no halla


Cruz que alcielo escalas

Alcamposanto su cuerpo trasladas

Haciaángeles que sus llagas guardan

Entre floresy oros

que subelleza orlan

Ni un sologrito

En sucorazón de Dolor

Ella a Diosno reclama

Con elprecio que sabía pagar

Ella solomira

Mira y calla

Mas benditala luz de tu mirada

Que elViernes Santo no puede

Ahogar


¡Dolor endolores se ensaña!

Luto en sucorazón solo guarda

Hacia unsepulcro camina

Donde Elladescansar espera

Y allí

Soledad

Tan soloSoledad

En unViernes de Luto y Añoranza

Aun queda la Esperanza

Soledad

A Cieza, por su Semana Santa

Antonio Jesús Hernández

11/1/2014

SÁBADO SANTO: ORACIÓN E IMPACIENCIA

La Noche no termina hasta que amanece y la procesión no termina hastaque el último cofrade cae rendido. Afrontamos la última de las procesionessolemnes entre fuegos de oración e incienso de místicos aromas. La Muerte, laVida y el misterio de la Redención se entrelazan en un solo paso: JesúsAbriendo las Puertas de los Infiernos. Una campana va abriendo el silenciosocortejo. Jesús, envuelto en un halo de fuego, desciende entre cánticos dealabanza y contrición por la Bajada al Muro. La luna llena, reflejada en elrío, ilumina la hermosa procesión final. Las almas rescatadas esta nocheiluminan en velas la añeja calle larga. Se cierra la noche con el “Signoredelle Cime” y al nombre de Jesús, cumpliendo la exhortación de San Pablo, todarodilla se dobla en Cielo, Tierra y Abismo.
  En el recuerdo... Domingo de Ramos

Cuando la oscuridad crece en la vida

Tú sales a nuestro encuentro, Señor,

Cuando la noche oculta el Amor

Con toda esperanza por perdida


Soledad en la Muerte aguerrida

De las llamas, Infierno aterrador,

Nos rescata esta noche en Salvador

Desterrando a la noche temida.


Cirios en almas de Fuego encendidos

Fe y esperanza que alumbran senderos

Cruz con martirio a Cristo ha enviado


Árbol que abrazas por nuestro pecado

Llave del cielo, contigo no muero

En procesión Dios nos ha redimido.

Sonetodel Sábado Santo

Antonio Jesús Hernández

24/04/2015

El cielose va transmutando desde el negro manto de la Soledad hasta el azulaterciopelado del Perdón y el Amor Hermoso. Desde la calle de la Hoz, porúltima vez transitada, emergen los penitentes y silenciosos cofrades de lasÁnimas. Sus velas se van apagando conforme se acercan a la suave luz queilumina la serena basílica. Hoy, cuando el que es la Luz y la Vida regrese a laquietud de la Muerte y el Sepulcro, los misterios de dolor que durante todo eldía hemos recordado quedarán consumados. Las lágrimas se condensan en nuestraspupilas mientras, envuelto en la neblina del brasero, el magnífico Cristo deHernández Navarro camina seguro de regreso. La Plaza, por última vez empapadapor la cera, se despide de la Pasión. El sordo tambor anuncia el fin de estaSemana Santa.

Elcansancio y la melancolía nos van invadiendo mientras dejamos atrás los calizosmuros. Intentamos consolarnos pensando que aún nos quedan dos procesiones, queaún nos queda mucho por vivir; pero nuestro alma se muestra inconsolable. Elsueño, por fin, se apodera de nuestro cuerpo, y el descanso desciende anosotros cuando el cielo se toca de los ígneos colores del alba.

Mientrasen otros lugares el luto sigue patente y el sepulcro se mantiene cerrado hastala Vigilia de la Pascua, en Cieza quitamos la losa antes de tiempo en laimpaciencia de los ojos claros e inocentes de los niños. “Dejad que los Niñosse acerquen a Jesús” reza el estandarte morado que abre el cortejo. El Ángel,con la Cruz Triunfante en la mano, nos cuenta de nuevo la historia de laPasión. Jesús pide de beber a la Samaritana, es traicionado por Judas, negadopor Pedro y flagelado. La Verónica enjuga su rostro y su Madre Dolorosa lollora. Aunque llore María tiene todavía Esperanza, un sentimiento que compartecon la Salomé y la Magdalena. Esa esperanza se cumple poco después cuando elNiño Resucitado ilumina la Esquina del Convento, saludando a la Virgen del AmorHermoso en perpetua compaña del Apóstol de la palma florida.

Impacientessomos los Ciezanos en lo que respecta a nuestra Pasión, tanto por comenzarlacomo por terminarla. Somos impacientes los mayores que no vemos la hora decoger un trono y los pequeños que no desean más que crecer y portar a sus“Santos”, por eso en esta tarde de Gloria anticipada, no cabe el protagonismode ningún “grande”, son los niños los que llevan guiones y pasos. Son elRelevo, los que en el futuro llevarán estandartes y tronos y, llegado elmomento, inculcarán en sus hijos el mismo amor con el que están creciendo,manteniendo así siempre viva la Semana Santa de Cieza.

DOMINGO DE RESURRECCIÓN: GLORIA Y NOSTALGIA.

Tempranose despierta nuestra alegría en esta mañana jubilosa y, al asomarnos por laventana, miramos escamados al cielo blanquinoso de nubes. La Esquina delConvento es hoy muchas cosas, primero es punto de reunión de música ycofradías. Desde allí, las bandas, acompañando a los guiones, parten paradespertar a los que todavía duermen. La Plaza Mayor es lugar de hermandad,donde cofrades de todos los colores comparten las últimas horas de procesión.Santa María Magdalena y la Virgen del Amor Hermoso salen desde sus casas enbusca del Sepulcro, con la intención de ungir el cuerpo de su amado Maestro.Llegan ahora al ya nombrado lugar de reunión, convertido ahora en Sepulcrovacío. Las Santas Mujeres y los Apóstoles se encuentran con la losa quitada ycon un Ángel que les anuncia el Evangelio. Todos se saludan entre sí. María seencuentra con su bien amado Hijo Resucitado. El perplejo rostro de Carrillo, laamable expresión del Ángel, las exultantes facciones de la Magdalena, la Saloméy la Cleofás. La relajada cara de María del Amor Hermoso y los anonadadosdiscípulos de Emaús resplandecen ante la visión de los resucitados de Carrillo,García Mengual, González Moreno y Mariano Bejarano. La procesión transcurreentre alegría y revuelo, flores y caramelazos. La Cochera va quedando vacíaconforme las hermandades conducen sus pasos lejos de ella.

Cuandoel fin ya está próximo, y el Resucitado se encamina hacia la Calle Cartas, no puedoresistir la tentación de dejar la Música y portar, aunque por un poco tiempo ami Salomé. Guardada ella sobre su florido trono, veo pasar tras el objetivo demi cámara los restantes pasos. Desde María de Cleofás hasta la Stma. Virgen delAmor Hermoso, a la cual acompaño hasta la Ermita de San Bartolomé. Es allídonde definitivamente se pone fin a la Semana Santa 2015. La euforia que nosrecorría hasta hace uno momento se va deshaciendo en melancolía, desgranándoseen palabras de despedida.

Mientrascamino por la Calle del Cid por última vez, en mi mente comienza a sonar elarpegiado y sutil comienzo de “La Madrugá”, acompañado por el redoble de miszapatos pegados al suelo de cera y azúcar. Hoy es el día de la Alegría, Cristoha resucitado y, como cristiano, me siento culpable de sentirme triste en undía así, pero me es inevitable: aquello que tanto habíamos estado esperando, cuandonos vinimos a percatar, ya se había marchado.

EPÍLOGO:

“LoBueno, si breve, dos veces Bueno”. El conceptismo del barroco admitió estamáxima como su lema. Baltasar Gracián lo dijo y Quevedo lo elevó al infinito.Sabemos que en cierto modo tenían razón. Si la Semana Santa durara más, nossaturaríamos, nos cansaríamos, la aborreceríamos. Quizás, incluso sea buenopara nuestra salud su brevedad, alimentados “a empujones”, durmiendo lo justo ycargando con pesos mayores de lo que deberíamos poco más duraríamos. Sinembargo, no es solo la salud, o evitar el peligro de empacho, las únicas ventajas quetrae esta virtud. Lo bueno de nuestra Semana Santa es que nos deja con ganas demás, nos deja mil recuerdos y mil temas de conversación para distraer la mentey el alma de la rutina diaria, nos permite poner una meta al año y centrarnuestros esfuerzos en la única recompensa de vernos de nuevo en Cieza, por suSemana Santa.

Un año más, la Dolorosa lloró

a su hijo en el Convento

Un año más, el Perdón salió a buscarnos

Jesús en la Burrica

Avanzó hasta el Consuelo

Via Crucis el Lunes Santo

Prendido Martes Santo

Alegría infantil y añeja

Y Grandiosidad en la noche de Miércoles Santo
Flor, incienso y Esperanza
Antes del Silencio del Jueves Santo

Y ni una gota de Lluvia,

Dicho sea de paso

Penitencia hasta el calvario

Y alegría en interludio

A la Solemnidad del Viernes Santo.

Y las Ánimas buscando perdón,

Consuelo hacia el Domingo

En un Sábado infantil

Preludio del final

Ahora que hemos celebrado la Resurrección

No podemos evitar estar tristes

La nostalgia nos enviste

Al acabar la Pasión

Todo un año queda por delante

Para volver a decir

Por fin es Viernes de Dolores,
  40 días antes de la Pasión

Por fin es…

SEMANA SANTA.

Crónica de una Semana Santa Cualquiera

Antonio Jesús Hernández

04/04/2015

AGRADECIMIENTOS:

Como ensu momento dije, no diré nombres, los destinatarios de cada agradecimientosabrán al leerlos que es para él. La Semana Santa, aunque parezca que es obranuestra, no lo es, somos nosotros los que debemos agradecerle a ella incluso elbuscar el arte en la flor, música y escultura. Sin ella tales bellezas noexistirían. También tenemos que agradecerle los mil momentos que nos deja.Gracias por esos compañeros fotógrafos, con quienes vi nacer esta fiesta en laCalle Hoyos al son de la OJE, con los que dialogué y aprendí un poco más defotografía, con los que me encontré desde el Coro del Convento hasta la plazamayor y en mil lugares más. Por esas conversaciones de todo un poco al lado deun trípode, o buscando el mejor lugar para retratar un instante. Por los que meacompañaron en mí deambular de una esquina a otra, buscando ver una y otra vezla procesión, por esas risas al escuchar una hilarante confusión el LunesSanto. Gracias por todos los que me han pedido una foto desde una vara hasta unportal y en medio de una calle o una fila de nazarenos, a los que les pidoperdón si tardo en hacérsela llegar, por su paciencia inigualable mientrasrepetía la foto varias veces o cuando esperan que se la mande. Gracias por esosdebates sobre arte, música, patrimonio y mejoras mientras veíamos pasartraslados y pasacalles. Por vuestra compañía en busca del mejor momento, porvuestras felicitaciones musicales y por darme la inolvidable oportunidad derecibirlas en la noche del Miercoles Santo. Gracias, de nuevo, por ese momentoy por ese maestro que me dejó sentirme protagonista por unos minutos. Graciaspor esos compañeros que, entre marchas y conversaciones, desfilamos tras denuestro Santo Cristo. Por los selfies y las risas. Por los fallos ydesafinaciones. Por las emociones y las calles. Por las procesiones y por laBanda. Por los videos y las carreras. Gracias por hacer crecer mi intento deoración en forma de música y por poner voz a la lírica de mi poesía. Por darmeun lugar y un público en la noche del Silencio. Por las revistas y lasoraciones. Por los adagios y los poemas. Por los micrófonos y los balcones. Pordejarme ver a mi Cristo de la Agonía. Gracias, por fin, por los que prestosacudisteis a mi llamada cuando os pedí una foto para mí. Por las marchas y porlos pasos. Por los calores y por las aguas. Por los caramelos y por lasbotellas. Gracias, en fin, por el sustento. Gracias por las tortas y elchocolate. Gracias por los cantos y los violines. Gracias por las fotos,gracias por la música, gracias por los recuerdos, gracias por el incienso,gracias por la flor, las imágenes, las emociones, las campanas, las varas y lasalmohadillas, los prendimientos y las ánimas, por las cofradías, velas, mantos,túnicas, báculos, niños, anderos, capuces, cruces y palmas. Gracias, endefinitiva, por la Semana Santa, que somos todos, y a la Semana Santa, por serde nosotros y para nosotros. Gracias a Cieza y a Su Semana Santa, por ser, porexistir, y por dejarnos ser parte de ella. ¡VIVA CIEZA!¡VIVA SU SEMANA SANTA!

“Lobueno, si breve…”

Antonio Jesús Hernández Alba

Cieza, del 7 al 26 de Abril de 2015


La Sentencia (Detalle). Procesión del Penitente. Viernes Santo
Ntro. Padre Jesús Nazareno. Procesión del Penitente. Viernes Santo.
Tercio Romano del Santo Sepulcro. Procesión del Penitente. Viernes Santo
Tambor de los Armaos. Procesión del Penitente. Viernes Santo
Cofradía del Cristo del Perdón. Procesión del Penitente. Viernes Santo
Encuentro de Jesús y María en la Calle de la Amargura (Detalle)
Procesión del Penitente. Viernes Santo
Cofradía de la Santa Verónica.
Procesión del Penitente. Viernes Santo
La Caida. Procesión del Penitente. Viernes Santo
Simón de Cirene (La Caida).
Procesión del Penitente. Viernes Santo
Santa Verónica. Procesión del Penitente. Viernes Santo
Stmo. Cristo de la Sed (Jesús en el Calvario). Procesión del Penitente. Viernes Santo
Jesús en el Calvario. Procesión del Penitente. Viernes Santo
Stmo. Cristo de la Expiración. Procesión del Penitente. Viernes Santo
La Lanzada. Procesión del Penitente. Viernes Santo
Stma. Virgen de los Dolores. Procesión del Penitente. Viernes Santo
Entrada de la Dolorosa. Procesión del Penitente. Viernes Santo
Entrada de la Dolorosa. Procesión del Penitente. Viernes Santo
Traslado de la Cama de Cristo. Viernes Santo.
Santo Sepulcro. Traslado de la Cama de Cristo. Viernes Santo.
Stmo. Cristo del Perdón. Procesión del Santo Entierro. Viernes Santo
Descendimiento de Cristo. Procesión del Santo Entierro. Viernes Santo
La Piedad. Procesión del Santo Entierro. Viernes Santo
La Piedad. Procesión del Santo Entierro. Viernes Santo
Stmo. Cristo Yacente y Ntra. Sra. del Mayor Dolor. Procesión del Santo Entierro. Viernes Santo
Stmo. Cristo Yacente. Procesión del Santo Entierro. Viernes Santo
Ntra. Sra. de la Amargura. Procesión del Santo Entierro. Viernes Santo
Amargura. Procesión del Santo Entierro. Viernes Santo
Caridad (Santas Mujeres). Procesión del Santo Entierro. Viernes Santo
María de Cleofás (Santas Mujeres). Procesión del Santo Entierro. Viernes Santo
Tercio Romano Escoltando al Santo Sepulcro. Procesión del Santo Entierro. Viernes Santo
Santa María Salomé. Procesión del Santo Entierro. Viernes Santo
Santa María Salomé. Procesión del Santo Entierro. Viernes Santo
Cofradía de San Juan. Procesión del Santo Entierro. Viernes Santo
San Juan. Procesión del Santo Entierro. Viernes Santo
Santo Sepulcro. Procesión del Santo Entierro. Viernes Santo
Entrada del Santo Sepulcro. Procesión del Santo Entierro. Viernes Santo
María Stma. de la Soledad. Procesión del Santo Entierro. Viernes Santo
Entrada de la Soledad. Procesión del Santo Entierro. Viernes Santo
Cofradía de Ánimas. Procesión del Descenso de Cristo a los Infiernos. Sábado Santo
Procesión del Descenso de Cristo a los Infiernos. Sábado Santo
Jesús Abriendo las Puertas de los Infiernos.
Procesión del Descenso de Cristo a los Infiernos. Sábado Santo
Entrada de la Procesión del Descenso de Cristo a los Infiernos. Sábado Santo
Santa María Salomé.
Procesión del Resucitado. Domingo de Resurrección.
La Ascensión.
Procesión del Resucitado. Domingo de Resurrección.
Trono de San Juan. Procesión del Resucitado. Domingo de Resurrección.
San Juan. Procesión del Resucitado. Domingo de Resurrección.
Stma. Virgen del Amor Hermoso
Procesión del Resucitado. Domingo de Resurrección.
Entrada de la Stma. Virgen del Amor Hermoso.
Procesión del Resucitado. Domingo de Resurrección.

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