Oracion A San Rafael Arcangel Por La Familia
Oracion

Oración a san rafael arcángel por la familia

Maria Asunción
Maria Asunción

Oración diaria a San Rafael

El Arcángel Rafael es uno de los ángeles más conocidos. También se le conoce como el arcángel de la curación. Es uno de los tres que se cree que están a las puertas del cielo para dar la bienvenida a las personas que vienen a adorar a Dios. Los otros dos son Miguel y Gabriel.

La historia del arcángel Rafael (o arcángel de la curación) es una de las más fascinantes y misteriosas de la Biblia. Rafael es uno de los tres ángeles descritos en la Biblia y uno de los cinco arcángeles de las Iglesias ortodoxa y católica, así como de los tres arcángeles de la Cábala.

El arcángel Rafael es uno de los más antiguos y poderosos arcángeles de la Nueva Jerusalén. También es uno de los cuatro que están a cargo de los 4 elementos de la Tierra. Se cree que es hijo del arcángel Miguel y del arcángel Gabriel. También es el ángel patrón de los curanderos, los artistas, los músicos, los poetas y las artes. Según la tradición, se le describe como un arcángel alto, de barba blanca y alado, o como un hombre alado con barba. También se dice que tiene una barba blanca muy larga.

¿Cuál es la poderosa oración al Arcángel Rafael?

Oh Rafael, condúcenos hacia aquellos a quienes esperamos, aquellos que nos esperan: Rafael, Ángel del feliz encuentro, condúcenos de la mano hacia aquellos que buscamos. Que todos nuestros movimientos sean guiados por tu Luz y transfigurados con tu alegría.

¿En qué consiste la novena de oración a San Rafael?

Concédenos, Señor Dios, que envíes en nuestra ayuda a San Rafael Arcángel, y que él, que creemos está siempre ante el trono de tu Majestad, te ofrezca nuestras humildes súplicas para ser bendecidos por ti; por Cristo nuestro Señor. Amén.

Ángel Rafael

Según el Catecismo de la Iglesia Católica, la existencia de los seres espirituales, no corpóreos, que la Sagrada Escritura suele llamar “ángeles”, es una verdad de fe. El testimonio de la Escritura es tan claro como la unanimidad de la Tradición.San Agustín dice: “‘Ángel’ es el nombre de su oficio, no de su naturaleza. Si buscas el nombre de su naturaleza, es ‘espíritu’; si buscas el nombre de su oficio, es ‘ángel’: por lo que son, ‘espíritu’; por lo que hacen, ‘ángel’”.Con todo su ser, los ángeles son siervos y mensajeros de Dios. Porque “contemplan siempre el rostro de mi Padre que está en los cielos” son los “poderosos que cumplen su palabra, escuchando la voz de su palabra”.Según el Rito Romano Tradicional, el 24 de octubre es la fiesta de San Rafael Arcángel.

San Rafael es uno de los siete Arcángeles que están ante el trono de Dios. Se le conoce como el sanador. De hecho, su nombre significa “la curación de Dios”. San Rafael es útil para curar el cuerpo y el alma, para la caridad y la liberación. Es poderoso y cura todo tipo de enfermedades, tanto en humanos como en animales.

Oración al arcángel Rafael para la curación

San Rafael arcángel, defensor de los justos, protege y cura a nuestras familias y nuestros matrimonios como protegiste a Tobías, defendiste a Sara y curaste al ciego Tobit, en un mundo lleno de confusión. Asiste también a los familiares que buscan un cónyuge piadoso.

Aceite de Dios, amante de las obras de misericordia y de la moral, alivia nuestras heridas. Ata a Asmodeo y a todos los espíritus malignos de la perversión, la inmoralidad y la muerte, enviándolos a huir a los fuegos del infierno para que nunca más vuelvan a nuestras familias. San Rafael, lleva nuestras oraciones a la Santísima Trinidad a quien alabamos y agradecemos todos los días de nuestra vida. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

San Rafael Arcángel

Padre celestial, te doy gracias por amarme. Te doy gracias por haber enviado a tu Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, al mundo para salvarme y liberarme. Confío en tu poder y en tu gracia que me sostienen y me restauran.

Padre amoroso, tócame ahora con tus manos sanadoras, porque creo que tu voluntad es que esté bien de mente, cuerpo, alma y espíritu. Cúbreme con la preciosísima sangre de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, desde la coronilla de mi cabeza hasta la planta de mis pies.

Echa fuera todo lo que no debería estar en mí. Desarraiga cualquier célula enferma y anormal. Abre cualquier arteria o vena bloqueada y reconstruye y rellena cualquier zona dañada. Elimina toda inflamación y limpia cualquier infección con el poder de la preciosa sangre de Jesús.

Deja que el fuego de tu amor sanador pase a través de todo mi cuerpo para sanar y hacer nueva cualquier área enferma para que mi cuerpo funcione de la manera en que lo creaste para funcionar. Toca también mi mente y mis emociones, hasta lo más profundo de mi corazón.

Impregna todo mi ser de tu presencia, amor, alegría y paz, y acércame cada vez más a ti en cada momento de mi vida. Y Padre, lléname de tu Espíritu Santo y dame el poder de hacer tus obras para que mi vida traiga gloria y honor a tu santo nombre. Te lo pido en el nombre del Señor Jesucristo.

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