Oración a San Judas para pedir un milagro
Cada año, innumerables católicos acuden en peregrinación a Lourdes (Francia). El motivo de la peregrinación se debe a que Lourdes es el lugar de una de las apariciones marianas más conocidas. El 11 de febrero de 1858, los católicos creen que la Santísima Virgen María se apareció a Bernadette Soubirous. Aunque hubo innumerables escépticos sobre la validez de esta aparición, al final fueron acallados por los numerosos milagros que se produjeron en la zona. Hoy en día, muchas personas pueden hacer una petición de oración a la gruta de Lourdes con sus oraciones por la curación o las oraciones por los enfermos con la esperanza de que la Santísima Virgen María traerá sus súplicas ante Dios.
¡Alabado y agradecido sea Dios! Y os agradezco a todos vuestras oraciones por mi novio. Su médico por fin encontró un medicamento que funciona para su enfermedad. Hace más de un año que lo está tomando y ha vuelto a llevar una vida normal. ¡Aleluya!
Dios os bendiga a todos por hacer lo que hacéis. Nunca me hubiera imaginado poder rezar en la tumba de Jesús y, al ofrecer este servicio, siento que él me escuchó igual que si yo hubiera estado allí. Por favor, sepan cuánto los aprecio. Dios les bendiga.
Oración de curación de Lourdes
Oh siempre Virgen Inmaculada, Madre de Misericordia, Salud de los Enfermos, Refugio de los Pecadores, Consoladora de los Afligidos, tú conoces mis necesidades, mis angustias, mis sufrimientos. Mírame con misericordia. Cuando apareciste en la gruta de Lourdes, hiciste de ella un santuario privilegiado donde dispensas tus favores, y donde muchos sufrientes han obtenido la curación de sus enfermedades, tanto espirituales como corporales. Vengo, pues, con confianza ilimitada a implorar tu maternal intercesión. Mi amada Madre, accede a mi petición. Trataré de imitar tus virtudes para que un día pueda compartir tu compañía y bendecirte en la eternidad. Amén.
En el sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la Casa de David; y el nombre de la virgen era María. Entró y le dijo: “Alégrate, tú que gozas del favor de Dios. El Señor está contigo’. Ella se sintió profundamente turbada por estas palabras y se preguntó qué podía significar este saludo, pero el ángel le dijo: ‘María, no temas; has ganado el favor de Dios.
Petición de oración de Lourdes
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Santa María, ayuda a los necesitados, da fuerza a los débiles, consuela a los afligidos, ruega por el pueblo de Dios, asiste al clero, intercede por los religiosos. María,todos los que buscan tu ayuda,experimentan tu protección indefectible.Amén.
Reina mía,Madre mía,me ofrezco enteramente a ti. Y para mostrarte mi devoción, te ofrezco hoy mis ojos, mis oídos, mi boca, mi corazón, todo mi ser sin reservas. Por lo tanto, buena Madre, ya que soy tuyo, guárdame, guárdame como tu propiedad y posesión. Amén.
Oh Santísima Virgen María, Reina del Santísimo Rosario, que te complaciste en aparecer a los niños de Fátima y revelarles un mensaje glorioso. Te suplicamos que inspires en nuestros corazones un ferviente amor por el rezo del Rosario. Que, meditando los misterios de la redención que en él se recuerdan, obtengamos las gracias y virtudes que te pedimos, por los méritos de Jesucristo, nuestro Señor y Redentor.Amén.
Oración a Nuestra Señora de Lourdes
Padre nuestro, que estás en los cielos, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; y perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; y no nos dejes caer en la tentación, mas líbranos del mal. Amén.
Dios te salve, María, llena eres de gracia. El Señor es contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Oh Dios, que has instruido los corazones de tus fieles con la luz del Espíritu Santo, concédenos, por el mismo Espíritu Santo, tener recto juicio en todas las cosas y gozar siempre de sus consuelos. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.
Acuérdate, Virgen María, de que nunca se ha visto que nadie que haya acudido a tu protección, implorado tu ayuda o buscado tu intercesión, haya quedado sin ayuda. Inspirado por esta confianza, vuelo hacia ti, oh Virgen de las vírgenes, Madre mía. A ti acudo, ante ti estoy, pecador y dolorido. Oh Madre del Verbo Encarnado, no desprecies mis súplicas, sino que, en tu misericordia, escúchame y respóndeme. Amén.