Oracion Por Un Amigo Enfermo Grave
Oracion

Oración por un amigo enfermo grave

Maria Asunción
Maria Asunción

Oración por los amigos

La Biblia también nos dice: 23 De cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: “Levántate y échate al mar”, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, le será hecho.

Querido Señor, confesamos nuestra necesidad de ti en este día, de tu curación y de tu gracia, para que nos devuelvas la esperanza. Permítenos recordar que actúas en favor de los que amas, constante, poderosa y completamente.

Perdónanos por olvidar cuánto te necesitamos, por encima de todos y de todo lo demás. Acudimos a ti y te traemos los lugares en los que estamos heridos. Tú ves donde nadie más es capaz de ver o comprender plenamente. Tú conoces el dolor que llevamos a cuestas.

Señor Jesucristo, gracias por amar a [nombre de la persona que necesita curación]. Sé que odias lo que su enfermedad les/me está haciendo. Te pido que cures esta enfermedad, que tengas compasión y traigas la curación de toda enfermedad.

Oh Jesucristo, Médico Divino y Sanador de los Enfermos, vengo a Ti en este momento en que estoy muy enfermo. Querido Señor, Tú que eres nuestro más querido Consolador cuando estamos atribulados, por favor, reduce nuestras penas y preocupaciones con Tu suave amor.

¿Cuál es la oración de consuelo para los enfermos y moribundos?

“Dios, gracias por estar con nosotros en este momento. Confesamos que no entendemos por qué las cosas suceden como suceden. No entendemos por qué la enfermedad llega a nuestras vidas, pero sabemos que tú caminas por todos los senderos de la vida con nosotros. Recuérdale a Joe que estás caminando con él en este momento.

¿Cuál es la oración más poderosa para sanar?

tócame ahora con tus manos sanadoras, pues creo que tu voluntad es que yo esté bien de mente, cuerpo, alma y espíritu. Cúbreme con la preciosísima sangre de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, desde la coronilla de mi cabeza hasta la planta de mis pies.

Cómo rezar por alguien

Como capellán de un hospicio, tengo la oportunidad única de compartir experiencias muy significativas con los pacientes. Mi función principal es escuchar la historia de la vida de un paciente y abordar la espiritualidad y la fe tal y como las acoge la persona a la que atiendo. A medida que conozco la tradición religiosa del paciente, le ofrezco diversas prácticas que, espero, mejoren su conexión con lo que considera divino.

Una de estas prácticas es la oración. Dado que mi tradición religiosa enseña que la única fe auténtica es la que se elige libremente, abordo las oraciones en los hospicios con mucho cuidado. Algunos pacientes agradecen mi visita, pero consideran la oración demasiado personal o sagrada para practicarla en mi presencia. Más de un paciente ha rechazado que rece en su presencia, pero expresa su agradecimiento cuando le digo: “Está bien. Le tendré presente en mis oraciones”.

A los pacientes que aceptan que rece por ellos, lo primero que intento hacer es respetar las prácticas de oración de su tradición religiosa. Por ejemplo, a menudo le digo a un paciente católico romano: “Voy a rezar por usted ahora mismo”, tras lo cual cerramos la visita rezando el “Padre Nuestro”. O cuando un paciente judío ha aceptado la oración, elijo un texto de los Salmos de la Biblia hebrea.

Connectus reza

Recuerda los primeros capítulos de la Biblia: “Dios dijo que no es bueno que el hombre esté solo”. La auténtica verdad. Por eso la familia y los amigos son una parte esencial de nuestras vidas. Cuando los amigos experimentan dificultades, sufrimiento o enfermedad, nosotros también nos sentimos heridos. Sufrimos junto con nuestros seres queridos y deseamos que se curen y recuperen fuerzas lo antes posible. La oración es uno de los elementos esenciales de la curación. Al fin y al cabo, Dios es nuestro Padre amoroso, que da generosamente su gracia a quienes se la piden. Por eso nosotros, como verdaderos amigos, rezamos por nuestros seres queridos. Cuando nuestro amigo está enfermo, rezamos oraciones por la curación de un amigo.

Señor Jesús, mi Salvador y mi Consolador. Tú comprendes perfectamente el dolor interior de una persona cuyo amigo íntimo está enfermo y sufre. Mientras viviste en la tierra, experimentaste la pérdida de tu amigo Lázaro. Tu corazón se rompió y lloraste con las hermanas de Lázaro. Pero esta situación te ha demostrado que puedes hacer un milagro y cambiar radicalmente la situación. Tú resucitaste a Lázaro de entre los muertos.

Dua por los padres enfermos

Señor Jesucristo, hoy vengo ante ti con una oración por los miembros enfermos de mi familia. Te doy gracias por Tu amor inagotable por [nombre de la persona que necesita curación]. Sé que eres consciente de su enfermedad y de lo que les está haciendo. Te ruego que tengas compasión y los cures de sus dolencias.

Jesús nuestro Señor, todos sabemos que no somos dignos de recibirte, pero sólo di una palabra y toda nuestra enfermedad será sanada. Señor, perdónanos y límpianos de nuestros pecados. Tu Santa Palabra dice que cuando curaste a los que estaban enfermos, lo hiciste perdonándoles sus pecados.

La Santa Biblia nos dice que todo lo que pidamos en Tu Nombre nos será dado. El ciego Bartimeo invocó Tu nombre y suplicó volver a ver, y Tú le devolviste la vista. Jesús, hoy vengo a Ti en oración gritándote con fe que Tú restaures la salud de [nombres de familiares enfermos].

Jesucristo, Tú nos has enseñado sobre la paciencia a través del Espíritu Santo. Sé que no todos pueden curarse. Si ese es el caso, haz que tu paz descienda sobre [nombres de los familiares enfermos] y mantén sus corazones en paz, ayúdales a comprender tu plan para ellos.

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