Acordaos Oracion Opus Dei
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Acordaos oración opus dei

Maria Asunción
Maria Asunción

“camino”: el primer libro de san josemaría escrivá

Hacer presente a Dios en todas las actividades humanas es el gran reto de los cristianos en un mundo secularizado, y es la tarea que San Josemaría recordó a miles de personas -sacerdotes y laicos- a lo largo de su vida. Su fiesta se celebra el 26 de junio.

Cada 26 de junio, la Iglesia católica celebra la fiesta de San Josemaría Escrivá, fundador del Opus Dei. Cientos de miles de personas recordarán al “santo de la vida ordinaria”, como le llamó Juan Pablo II.

“Siguiendo sus huellas -dijo el Papa en la homilía con motivo de su canonización-, difundió en la sociedad, sin distinción de raza, clase, cultura o edad, la conciencia de que todos estamos llamados a la santidad”.

El fundador del Opus Dei tuvo el arte de saber expresar grandes realidades con palabras breves y sencillas. Así sucede, por ejemplo, cuando al hablar del tema de la identidad sacerdotal, cuestionado y problematizado por algunos, San Josemaría lo resolvía con rotundidad: “El sacerdote, sea quien sea, es siempre otro Cristo”.

Homilía de San Josemaría Escrivá, Fundador del Opus Dei

Como ya se ha dicho, en tiempos de Nuestro Señor, la oración solía estar vinculada a horas y lugares determinados de la vida cotidiana. En el Nuevo Testamento, por tanto, encontramos no sólo el precepto “orar”, sino también una doctrina sobre el modo de orar y una teología de la oración, sobre todo si tenemos en cuenta el ejemplo y las enseñanzas de Jesús y de sus apóstoles, así como los numerosos fragmentos de himnos cristológicos que se encuentran en los escritos de San Pablo y en otros textos neotestamentarios, como por ejemplo el célebre “Cristo Jesús se humilló a sí mismo, hasta aceptar la muerte, y muerte de cruz”, de Filipenses 2,6-11 (cfr. Colosenses 2,6-11): 6-11 (véase también Colosenses 1:15-20, por ejemplo).

Reflexionando sobre todo el Nuevo Testamento, como se nos anima a hacer en nuestra lectio divina y participación en la liturgia de la Iglesia, encontramos una teología de la oración. Los testigos del Nuevo Testamento entendieron y hablaron de varios elementos que contribuyeron a lo que se convirtió en la Liturgia de las Horas de la Iglesia, el Opus Dei. Veamos ahora seis de estos elementos.

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El Oficio diario es el Opus Dei -la Obra de Dios- por el que la Iglesia vive y respira. San Benito, en su Regla a los Monjes, escribió que la Obra de Dios debía preferirse a todas las demás cosas, tal era su importancia.

Al rezar el Oficio, marcamos nuestro día en la estructura de la oración y santificamos nuestro tiempo como una ofrenda a Dios. Lo hacemos en unión con toda la Iglesia extendida y esparcida por el mundo, desde el Santo Padre hasta los fieles de nuestra propia parroquia, pasando por los de los rincones más apartados del planeta.

Misa dominical católica en línea (con niños)

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El Papa Francisco dedicó la penúltima catequesis sobre la oración a hablar de la perseverancia en la oración. “Es una invitación, más aún, un mandamiento que nos viene de la Sagrada Escritura”. El camino espiritual del peregrino ruso comienza cuando encuentra una frase de San Pablo en su primera carta a los Tesalonicenses: “Orad sin cesar. Dad gracias en todo” (5:17-18). Las palabras del Apóstol conmueven a este hombre y se pregunta cómo es posible rezar sin interrupción, dado que nuestra vida está fragmentada en muchos momentos diferentes, que no siempre permiten concentrarse. A partir de este interrogante comienza su búsqueda, que le llevará a descubrir la llamada oración del corazón. Ésta consiste en repetir con fe “Señor Jesucristo, Hijo de Dios, ten piedad de mí, pecador”. Una oración que, poco a poco, se adapta al ritmo de la respiración y se extiende a todo el día. En efecto, la respiración no cesa nunca, ni siquiera mientras dormimos; y la oración es el aliento de la vida”.

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