Pruebas del poder de la oración
La oración no consiste sólo en pedir a Dios lo que uno necesita o desea. Se trata de establecer una relación con Él basada en la fe y la confianza en Él. Dios conoce los deseos de tu corazón mucho antes de que se te ocurra pedírselos, pero aun así le encanta que se los pidas -ya sea que le pidas que te guíe o que le des las gracias- porque eso te acerca más a Él. La Biblia está llena de personas a las que se les pidió que rezaran por una multitud de cosas por las que todavía rezamos hoy: miedo, ira, preocupación. Por eso el Buen Libro está repleto de versículos bíblicos sobre la preocupación, versículos bíblicos sobre la fortaleza y versículos bíblicos sobre la esperanza. Pero para esos días oscuros en los que te cuestionas la eficacia de la oración, estos versículos bíblicos te ayudarán a motivarte para ponerte de rodillas y comunicarte con el Señor.
“Que tu sensatez sea conocida por todos. El Señor está cerca; por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.”
El poder de la oración
A veces dudamos de la eficacia de nuestra oración. Creemos que sólo hemos hablado y que puede que no haya ningún efecto ni respuesta. ¿Qué es el poder de la oración? ¿Qué dicen los versículos y citas bíblicas sobre el poder de la oración?
En primer lugar, para que cualquier oración sea eficaz, hay algo que debe aplicarse y es la fe. La Biblia dice en Hebreos 11:1 “La fe es la confianza en lo que se espera y la certeza de lo que no se ve”. Cuando oramos, debemos creer que ya hay respuestas. Para comprobarlo, la Biblia dice en Santiago 5:17 “la oración del justo es poderosa y eficaz”. Si lees esto y sigues dudando de tus oraciones, entonces estás haciendo que tu oración sea impotente. Dios ya nos ha prometido que responderá a nuestras oraciones siempre que oremos Jeremías 29:12 “Entonces me invocaréis y vendréis a orar a mí, y yo os escucharé”.
Muchos de nosotros no entendemos el misterio de la oración, no conocemos el poder que respalda la oración y es por eso que no todos los que oran obtienen respuestas, no porque no sepan cómo hacerlo sino porque no saben cómo aprovechar la verdadera fuente del poder de la oración que es Dios (Dios es el poder de la oración). Eso no es todo, si vamos a aprovechar la fuente del poder, sólo hay un camino, como dice la Biblia en Juan 14:6 “Jesús respondió: “Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie viene al Padre sino por mí”.
El poder de la oración versos kjv
Y Él me ha dicho: “Te basta mi gracia, porque la fuerza se perfecciona en la debilidad”. De buena gana, pues, me gloriaré más bien de mis debilidades, para que habite en mí el poder de Cristo.
Un día estaba enseñando; y había allí sentados algunos fariseos y maestros de la ley, que habían venido de todas las aldeas de Galilea y de Judea y de Jerusalén; y el poder del Señor estaba presente para que realizara curaciones.
“Yo he pisado solo la artesa del vino,Y de los pueblos no había nadie conmigo.Yo también los pisé en mi iraY los pisoteé en mi furor;Y su sangre de vida salpicó mis vestidos,Y manché toda mi vestidura.
Pero con justicia juzgará a los pobres,Y decidirá con equidad por los afligidos de la tierra;Y herirá la tierra con la vara de Su boca,Y con el aliento de Sus labios matará a los impíos.
Y con el aliento de sus labios matará a los impíos. Y con el aliento de sus labios matará a los impíos. Y con el aliento de sus labios matará a los impíos.
Estudio bíblico sobre el poder de la oración
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El Señor Dios Todopoderoso invita a Su pueblo a orar a Él. La oración a Dios debe ser hecha persistentemente (Lucas 18:1), con acción de gracias (Filipenses 4:6), en fe (Santiago 1:5), dentro de la voluntad de Dios (Mateo 6:10), para la gloria de Dios (Juan 14:13-14), y de un corazón recto con Dios (Santiago 5:16).
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El Señor Dios Todopoderoso escucha las oraciones de Sus hijos. Él nos ordena orar, y promete escucharnos cuando lo hagamos. “En mi angustia invoqué a Yahveh; clamé a mi Dios pidiendo ayuda. Desde su templo oyó mi voz; mi clamor llegó ante él, a sus oídos” (Salmo 18:6).
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El Señor Dios Todopoderoso responde a la oración. “Te invoco, oh Dios, porque tú me responderás” (Salmo 17:6). “Claman los justos, y Yahveh los oye; los libra de todas sus angustias” (Salmo 34:17).
Otra idea popular es que la cantidad de fe que tenemos determina si Dios responderá o no a nuestras oraciones. Sin embargo, a veces el Señor responde a nuestras oraciones a pesar de nuestra propia falta de fe. En Hechos 12, la iglesia ora por la liberación de Pedro de la prisión (v. 5), y Dios responde a su oración (vv. 7-11). Pedro va a la puerta de la reunión de oración y llama, pero los que están orando se niegan al principio a creer que sea realmente Pedro. Rezaban para que fuera liberado, pero no esperaban una respuesta a sus oraciones.