Catequesis
La sal bendita se ha utilizado de diversas formas a lo largo de la historia del cristianismo. Entre los primeros cristianos, el saboreo de la sal bendita se realizaba a menudo junto con el bautismo. En el siglo IV, Agustín de Hipona denominó a estas prácticas “formas visibles de la gracia invisible”[1][2]. Sin embargo, su uso moderno como sacramental se limita principalmente a su uso con agua bendita en la Comunión Anglicana[3] y la Iglesia Católica Romana.
En el Antiguo Testamento, en 2 Samuel 8:13, “David mató a 18.000 edomitas en el Valle de la Sal”[4]. Además, en 2 Reyes 2:19-22 “se narra la historia del profeta Eliseo vertiendo sal en los manantiales de Jericó”[4].
Durante siglos, desde el advenimiento de Jesús, la sal que había sido limpiada y santificada mediante exorcismos y oraciones especiales se daba a los catecúmenos antes de entrar en la iglesia para el bautismo. Según el quinto canon del Tercer Concilio de Cartago en el siglo III, la sal se administraba a los catecúmenos varias veces al año, un proceso atestiguado por Agustín de Hipona (Confesiones I.11). Dos ritos específicos, a saber, una cruz trazada en la frente y una probada de sal bendita, no sólo marcaban la entrada en el catecumenado, sino que se repetían con regularidad. Según cuenta él mismo, Agustín fue “bendecido regularmente con la señal de la cruz y sazonado con la sal de Dios”[5].
Bendición de la casa
Señor Dios, Creador y Conservador de todas las cosas, en cuya mano está el principio vital de todo ser viviente y el espíritu de toda carne, escucha, te suplicamos, las oraciones de los que creen en Ti. Derrama tu bendición sobre esta sal (pienso, forraje) y llénala de los beneficios de tu poder invisible; haz que estos animales que Tú has destinado graciosamente a las necesidades del hombre, sean liberados de toda enfermedad y protegidos de los ataques del maligno cuando coman de esta sal (pienso, forraje). Por Cristo nuestro Señor. Amén.
La costumbre de dar bendiciones se remonta a los tiempos más remotos. En la mañana de la Creación, al terminar el trabajo de cada día, Dios bendijo a los seres vivos que salieron de sus manos, ordenándoles que crecieran y se multiplicaran y llenaran la tierra (Gn. i-ii). Cuando Noé salió del Arca, recibió la bendición de Dios (Génesis 9:1), y esta herencia la transmitió a través de sus hijos, Sem y Jafet, a la posteridad.
Sal sobrenatural
Rezar sobre agua salada caliente y luego bañarse en ella: Un ritual contra el ébola : Goats and Soda El pasado fin de semana se corrió la voz en plena noche en Sierra Leona: la forma de prevenir el ébola es rezar sobre agua salada caliente y luego bañarse en ella.
Y la receta era… Coger agua caliente, añadir la sal, rezar sobre ella y luego bañarse con ella en una bañera o echar el agua de un cubo. Y se bañaban con ella bebés, ancianos, todo el mundo. No era un caso de educados y no educados. Era todo el mundo. Pregunté: “¿Es importante la parte de la oración? Os dijeron que lo hicierais, pero ¿con qué fin?”. Y la gente decía: “Tenemos que rezar, era una instrucción”. Y al parecer también se ha extendido a Nigeria. ¿Alguna idea de cómo surgió este remedio de sal? Un amigo cínico me dijo: “Apuesto a que fueron los vendedores de sal”. Al parecer, el precio de la sal se disparó. Otro dijo que con tanto baño de sal con agua caliente no habría sal para cocinar el resto del fin de semana. Dijo que algunas personas también bebieron el agua. Sí. Algunas personas dijeron que les dijeron que bebieran un poco y luego se bañaran. Pero no todos lo hicieron. Y hay informes no confirmados de personas que murieron por beber una cantidad excesiva de agua salada. No soy médico, pero creo que tendrías que beber cubos llenos para que eso ocurriera.
Sal bíblica
Esta noche nos reunimos para una ceremonia de sanación. “Vosotros sois la sal de la Tierra” (Mt 5,13), nos recuerdan las Escrituras. ¿De qué manera eres sal? ¿Qué características saladas necesita tu comunidad? ¿Qué características saladas quieres asumir?
Desde el principio de los tiempos, la sal se ha utilizado como condimento, conservante y vínculo con el mundo espiritual. Los antiguos conocían los increíbles poderes curativos de la sal y la intercambiaban onza por onza con el oro. La sal es símbolo de hospitalidad. Se ha utilizado como protección contra enemigos, catástrofes y espíritus malignos. Las casas, los altares, las campanas y los objetos religiosos se han bendecido tradicionalmente con sal.
La sal es símbolo de renacimiento, resurrección y reencarnación. No es de extrañar que el símbolo alquímico de la sal sea el mismo que el del elemento agua: una línea que atraviesa un círculo que marca por encima y por debajo del nivel del mar.
Un “pacto de sal” es una alianza indisoluble entre amigos. El pan y la sal crean un compromiso vinculante. “Sal de la Tierra” sugiere confianza, sabiduría, estabilidad y fuerza. La sal purifica; el agua limpia. La sal y el agua se combinan en una solución milagrosa que electrifica las células y sostiene el crecimiento humano. Tanto la sal como el agua son elementos importantes para que el cuerpo funcione correctamente. El océano y nuestras lágrimas son agua salada.