Cómo hacer un altar para Afrodita
Realmente no separo los buenos tiempos ni los tiempos difíciles de mi fe. Tengo la bendición de que en mi vida ha penetrado el don de la fe y me he esforzado para que mi relación con Jesús (Dios) sea una relación tan auténtica como la que tendría con una persona física.
He programado la oración y la adoración como parte de mi día. Ruego a Dios que ablande mi corazón durante esos momentos y me haga estar atento para que no sea “trabajo” o “rutina”, sino verdadera adoración lo que ofrezco. En esto, deseo llegar a conocer y comprender Su amor en mi vida y lo que me pide.
A menudo acudo a las secciones de la Biblia dedicadas a la Pasión de Cristo (Marcos 14-15, Mateo 26-27, Lucas 22-23 y Juan 18-19) porque encuentro que mis desafíos pueden unirse mejor a los Suyos. Pido Su sabiduría para mirar las situaciones en las que me encuentro con Sus ojos y poder caminar con Su Corazón.
Utilizo el Vía Crucis bíblico, que sigue el camino de Jesús hacia el Calvario. Esto ha hecho que mis reflexiones y oraciones cobren más vida porque mi cuerpo camina de Estación en Estación y mi atención se centra en la Suya, llevando nuestros pecados, nuestras heridas, nuestro dolor hasta la redención final.
Cómo invocar a venus
La oración y las prácticas devocionales son fundamentales en la vida espiritual de muchos druidas. No hay oraciones prescritas – cada uno de nosotros es libre de utilizar aquellas oraciones, bendiciones y prácticas que nos parezcan adecuadas, y nuestras necesidades cambiarán con los tiempos y las estaciones.
La práctica de la oración es un correctivo para los tiempos ajetreados y desarraigados que atravesamos. Mucha gente piensa que rezar es “pedir cosas”, o una práctica que sólo llevan a cabo los miembros de las principales religiones. Pues bien, también forma parte de nuestra herencia ancestral y ayuda a mantener el equilibrio, además de expresar gratitud. Si se visitan las culturas tradicionales de cualquier parte del mundo, la gente reza con naturalidad, en su propio idioma, con palabras y cantos, en silencio y bailando. Se dirigen a los espíritus con respeto, no con servilismo. Rezan desde la necesidad de igualar. La gratitud es siempre el motor de su oración, no la petición.
¿A quién rezo? Algunas personas tienen la sensación de que lo divino es un ser único, otras tienen la sensación de estar acompañadas por aliados, espíritus o contactos que se revelan de muchas maneras. Considera a todos estos seres como mensajeros de tu oración. Al entrar primero en comunión con estas fuentes de amor y ayuda que alegran tu propio corazón, al buscar la conexión antes que cualquier otra cosa, nuestra oración va libremente a donde tiene que ir. Acude primero a esa fuerza antes de dirigirte a la necesidad.
Oración de agradecimiento a Afrodita
Cuando nos encontramos en la búsqueda de ese gran amor, siempre pedimos esa ayuda extra que viene de los Dioses. En este sentido y en relación a esta mitología vamos a exaltar la Oración a la Diosa del Amor, para que nos ofrezca obtener el tan ansiado amor que se ha buscado. Permanece atento a este artículo ya que te será de gran utilidad.
Hay una serie de oraciones convenientes para encontrar el amor de tu vida y la Oración a la Diosa del Amor Es muy beneficioso hacer uso de ella en una ceremonia o simplemente cuando la persona lo requiera o necesite.
Es notorio que, al momento de trabajar con la oración, se realiza una sucesión de afirmaciones repetitivas donde deben ser internalizadas. Por lo tanto, tanto la oración como las afirmaciones se entrelazan, dan sentido a la ceremonia y hacen que se unifique, para luego convertirse en una de las partes más importantes de lo que es el ritual de amarre o hechizos de amor.
Siempre hay que tener en cuenta que en todo momento es obligatorio crear el foco adecuado para el fin que se pretende con esa persona; o estar atento a lo que sería la petición que se está haciendo, sin dejar de lado que debe estar muy alejado de emociones como: el miedo, la venganza y la culpa, esto con el fin de lograr su efectividad.
Oración a Afrodita para el amor propio
Señor, haz de mí un instrumento de tu paz: donde haya odio, que siembre amor; donde haya injuria, perdón; donde haya duda, fe; donde haya desesperación, esperanza; donde haya tinieblas, luz; donde haya tristeza, alegría. Oh divino Maestro, concédeme que no busque tanto ser consolado como consolar,ser comprendido como comprender,ser amado como amar.Porque es dando como recibimos,es perdonando como somos perdonados,y es muriendo como nacemos a la vida eterna.Amén.