Oracion A San Juan De La Cruz Para Las Dificultades
Oraciones

Oración a san juan de la cruz para las dificultades

Maria Asunción
Maria Asunción

Oraciones de San Juan de la Cruz

Antes de cumplir los nueve años, demostró un maravilloso celo en la mortificación de su cuerpo, castigándose a sí mismo con un breve descanso en un lecho duro y ayunos voluntarios. Siendo aún estudiante, cuidaba, con gran solicitud y caridad, a los enfermos de los hospitales. Después de tomar el hábito carmelita, no se contentó con las penitencias que entonces se practicaban en el convento, sino que se esforzó por regular su vida de acuerdo con las primeras reglas y la antigua austeridad de la Orden. Cuando se dispuso a decir su primera santa Misa, hizo un examen de conciencia muy cuidadoso, pero no encontró ninguna falta grave. Entonces dio humildemente gracias al Todopoderoso, y durante su Misa, rogó por la gracia de ser mantenido en el futuro libre de todo pecado mortal. Su oración fue aceptada, y escuchó las palabras: “Te concedo tu deseo”. Desde entonces San Juan nunca ofendió al Señor con un pecado mortal, ni voluntariamente con uno venial.

En estas casas religiosas, todos los internos vivían una vida tan santa y tan austera, que muchos pensaban que era más digna de admiración que de imitación. El Santo era un ejemplo para todos, y difícilmente se podía imaginar una penitencia que él no practicara. No prestaba oídos a quienes le decían que moderara sus severidades, sino que decía: “El estrecho camino que conduce al cielo no puede ser recorrido por mí de una manera menos austera”. Las penurias que soportó para fundar sus monasterios y restablecer los severos reglamentos de la Orden; las persecuciones y agravios que sufrió, no pueden describirse en el breve espacio que nos ha sido asignado; sin embargo, en todas estas pruebas nunca se desanimó. El amor de Dios poseía su corazón tan enteramente, que no deseaba otra cosa que trabajar y sufrir por Su honor.

¿Cuál es la oración de San Juan de la Cruz?

Querido San Juan de la Cruz, ruega por mí a Jesús y a María, para que ponga toda mi alegría y esperanza en la pasión de mi Salvador y sea conducido por el camino del Amor Divino hasta que al fin pueda descansar eternamente en Su gloria.

¿Cómo rezas en tiempos difíciles?

Ayúdame a no temer el futuro, sino a confiar con valentía en que Tú tienes el control cuando mis emociones me hunden y cuando estoy desesperado. Y cuando no pueda hablar y no sepa qué decir, ayúdame a “estar tranquilo y saber que tú eres Dios”. Sé mi consolador, mi sanador y tráeme la paz. En el nombre de Jesús, Amén.

Fiesta de San Juan de la Cruz

San Juan de la Cruz, a quien celebramos el 14 de diciembre, dijo muchas cosas hermosas sobre tener una estrecha relación con Jesús. También dio algunos buenos consejos para la vida. He aquí algunos consejos de los que todos podemos aprender:

  1. “Nunca abandones la oración, y si encuentras sequedad y dificultad persevera en ella por esta misma razón. Dios a menudo desea ver qué amor tiene tu alma, y el amor no se prueba con facilidad y satisfacción.”

¡Estamos aquí en la tierra para ser santos! Eso puede parecer muy difícil o un poco extraño al principio, pero si no nos proponemos ser santos, nos estamos perdiendo la increíble aventura que Dios quiere llevarnos a través de la vida. Y si dejamos que Jesús se encargue de ayudarnos a ser santos, de repente resulta mucho más fácil.

Oración contemplativa de San Juan de la Cruz

En el Libro 1 Capítulo 13 de La Subida al Monte Carmelo, San Juan de la Cruz discute lo que él llama, “La manera y método de entrar en esta noche del sentido”. En el Capítulo que sigue, San Juan expone lo que se ha llamado en resumen su teología de la “Nada”. En muchos sentidos, esta sección supone una presentación dramática de la necesidad de librarse de todos los apegos que nos impiden abrazar a la persona de Jesucristo. En una serie de consejos, recomienda una pobreza interior radical en la que se abandona todo por amor a Cristo.

A primera vista, estos consejos pueden parecer poco prácticos y tal vez irracionales. Por poner un ejemplo, nos aconseja: “Procura inclinarte siempre, no a lo que significa descanso para ti, sino al trabajo duro”. A primera vista, tal consejo puede parecer el ideal de un adicto al trabajo que ve el sentido de la existencia simplemente para ser productivo. Aunque pueda ser tentador sostener tal ideal, esto no armoniza bien, sin embargo, con la noción católica de ocio y contemplación. Parece aún más extraño si se tiene en cuenta que San Juan escribía como contemplativo.

Poemas de san juan de la cruz

Dios misericordioso, te ruego con agradecimiento y gratitud por el gran don espiritual de la vida y misión apostólica de San Juan Pablo II. Por su celestial intercesión, concédeme la(s) siguiente(s) petición(es) … Exponga aquí su(s) petición(es).

Querido San Juan Pablo II, tú predicaste: “El futuro comienza hoy, no mañana”. Al comenzar estos nueve días de oración contigo, te doy las gracias por recordarme que, con la ayuda de Dios, puedo volver a empezar, pero necesito empezar ahora, no en algún momento lejano del futuro. Sus palabras me animan y me inspiran. Por favor, acompáñame en estos nueve días de oración contigo.

Querido Señor, Tú eres el más grande Sanador. Entregaste a San Juan Pablo II al mundo entero para mostrarnos cuánto nos amas. Con tu poderoso poder y por su intercesión, buscamos la curación, no sólo de nuestro cuerpo físico, sino también de nuestra salud emocional, mental, social y espiritual. De acuerdo con Tu mayor mandamiento, te amaremos con todo nuestro corazón, con toda nuestra mente, con toda nuestra alma y con todas nuestras fuerzas. También amaremos a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Amén.

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