Oracion A San Miguel Arcangel Por Los Hijos Rebeldes
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Oración a san miguel arcángel por los hijos rebeldes

Maria Asunción
Maria Asunción

Oraciones poderosas a san miguel arcángel

Oración – San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla, sé nuestra protección contra la maldad y las asechanzas del demonio; que Dios lo reprenda, te lo pedimos humildemente; y tú, oh Príncipe de las huestes celestiales, con el poder de Dios, arroja al infierno a Satanás y a todos los espíritus malignos que merodean por el mundo buscando la ruina de las almas. Amén.

En la Iglesia Católica Romana, se le conoce como “San Miguel Arcángel” y “San Miguel”. En el Nuevo Testamento, se ve al Arcángel Miguel dirigiendo el ejército del cielo contra el Diablo en las revelaciones. Mientras que él derrotó a Satanás durante la guerra en el cielo. Algunas buenas oraciones al Arcángel Miguel incluyen:

Querido Arcángel San Miguel, guárdanos en la batalla, sé nuestro escudo contra la maldad y las asechanzas del diablo.Que el Señor lo reprenda, te lo pedimos humildemente;y haz Tú, oh Príncipe de las huestes celestiales, por la gracia de Dios, arrojar al infiernoa Satanás y a todos los espíritus malignos que merodean por el mundo buscando la ruina de las almas. Amén.

Y haz Tú, oh Príncipe de la hueste celestial, por el poder de Dios, atar las fuerzas de la Muerte y del Infierno, la semilla de Satanás, la falsa jerarquía del Anticristo y todos los espíritus malignos que recorren el mundo para la destrucción de las almas.

Oración a san miguel arcángel por los hijos rebeldes 2021

San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla.  Sé nuestra defensa contra la maldad y las asechanzas del Diablo.  Que Dios lo reprenda, te lo pedimos humildemente, y tú, oh Príncipe de las huestes celestiales, con el poder de Dios, arroja al infierno a Satanás y a todos los espíritus malignos que merodean por el mundo buscando la ruina de las almas. Amén. Oh glorioso príncipe San Miguel, jefe y comandante de las huestes celestiales, guardián de las almas, vencedor de los espíritus rebeldes, siervo en la casa del Rey Divino y nuestro admirable conductor, tú que brillas con excelencia y virtud sobrehumana, líbranos de todo mal, a quienes acudimos a ti con confianza y permítenos, por tu bondadosa protección, servir a Dios cada día más fielmente.

Comentarios

… “Si Mi pueblo, que lleva Mi nombre, se humilla y ora y busca Mi presencia y se vuelve de sus malos caminos, Yo mismo oiré desde el Cielo y perdonaré sus pecados…” (2 Cr. 7:14) – “Verás que en la oración encontrarás más conocimiento, más luz, más fuerza, más gracia y virtud de lo que jamás podrías conseguir leyendo muchos libros, o mediante grandes estudios. No consideres nunca como perdido el tiempo que empleas en la oración. Descubrirás que en la oración Dios te comunica la luz, la fuerza y la gracia que necesitas…” (Sor Lucia dos Santos)

Glorioso San Miguel, guardián y defensor de la Iglesia de Jesucristo, acude en ayuda de sus seguidores, contra quienes se desencadenan los poderes del Infierno. Guarda con especial cuidado a nuestro Santo Padre, el Papa, y a nuestros obispos, sacerdotes, a todos nuestros religiosos y laicos, y especialmente a los niños.

San Miguel, vela sobre nosotros durante la vida, defiéndenos contra los asaltos del demonio, y asístenos especialmente en la hora de la muerte. Ayúdanos a alcanzar la felicidad de contemplar a Dios cara a cara por toda la eternidad. Amén.

Más información

Aunque algunas fuentes de los siglos XIX y XX afirman que la coronilla comenzó con Antónia de Astónaco o d’Astonac, erróneamente presentada como una monja carmelita portuguesa que supuestamente tuvo una revelación privada de San Miguel Arcángel en 1750,[2] se ha demostrado que la coronilla se originó antes del siglo XVIII como una devoción privada, originalmente rechazada por la Iglesia[3]. [Además, se ha demostrado que no existen registros que hagan referencia a una Antónia d’Astónaco en los archivos carmelitas ni en los archivos vaticanos, y que el nombre no es portugués[3]. Antónia d’Astónaco se menciona por primera vez como fuente hipotética en una publicación de principios del siglo XIX, y es probable que nunca existiera.

Las oraciones se rezan generalmente con una coronilla, contando con ella las oraciones como se haría con un rosario. Se dice que San Miguel prometía su asistencia continua y la de todos los santos ángeles durante toda la vida a quienes rezaran la coronilla a diario. También se cree que rezando la coronilla se vence gradualmente a los demonios y se obtiene un corazón puro, lo que libera al peticionario del Purgatorio. Estas bendiciones se extienden a la familia directa.

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