Oración a San Roque por su curación
Dios amoroso, te ruego que me consueles en mis sufrimientos, prestes habilidad a las manos de mis curanderos y bendigas los medios utilizados para mi curación. Dame tal confianza en el poder de tu gracia, que incluso cuando tenga miedo, pueda poner toda mi confianza en ti; por nuestro Salvador Jesucristo. Amén.
Señor Jesucristo, con tu paciencia en el sufrimiento santificaste el dolor terrenal y nos diste ejemplo de obediencia a la voluntad de tu Padre. Acércate a mí en mis momentos de debilidad y dolor; sostenme con tu gracia, para que no decaigan mi fuerza y mi valor; cúrame según tu voluntad; y ayúdame a creer siempre que lo que me suceda aquí es de poca importancia si me retienes en la vida eterna, Señor mío y Dios mío. Amén.
Señor, mírame con ojos de misericordia. Que Tu mano sanadora descanse sobre mí, que Tus poderes vivificantes fluyan en cada célula de mi cuerpo y en las profundidades de mi alma, limpiándome, purificándome, devolviéndome la integridad y la fuerza para servir en Tu Reino. Amén.
Jesús misericordioso, tú eres mi guía, la alegría de mi corazón, el autor de mi esperanza y el objeto de mi amor. Vengo en busca de refrigerio y paz. Muéstrame tu misericordia, alivia mis temores y ansiedades, y concédeme una mente tranquila y un corazón expectante, para que por la seguridad de tu presencia pueda aprender a permanecer en ti, que eres mi Señor y mi Dios. Amén.
Oración de San Roque para las rodillas
San Roque es un santo católico con un increíble poder para derrotar a las plagas: es el patrón de los perros y de aquellos que sufren enfermedades o dolencias. Estas oraciones a San Roque le ofrecerán protección contra las plagas y la mala salud, y protegerán a su perro para que su perro le proteja a usted.
En su peregrinaje a Europa, San Roque se entristeció al ver a tantas personas afectadas por la peste negra. San Roque curó a muchos milagrosamente con sólo hacer la señal de la cruz, y a pesar de visitar a cientos de víctimas, ni siquiera él mismo padeció la enfermedad.
Sólo en su última visita a Piacenza contrajo la peste en una pierna. San Roque no quiso molestar a nadie con su enfermedad, así que se adentró en la naturaleza y esperó su muerte en una cabaña abandonada.
Oh bendito San Roque, Patrón de los enfermos, ten piedad de los que yacen en un lecho de sufrimiento. Tu poder era tan grande cuando estabas en este mundo, que por la señal de la Cruz, muchos fueron curados de sus enfermedades.Ahora que estás en el cielo, tu poder no es menor. Ofrece a Dios nuestros suspiros y lágrimas y obtén para nosotros la salud física y espiritual que buscamos:(Comparte tu petición…)Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Novena de oración de San Roque
Glorioso San Roque, patrono de los enfermos, ten piedad de tantos afligidos, a quienes la enfermedad confina a un lecho de dolor. Tu crédito era tan grande ante Dios que curabas a los enfermos sólo haciendo sobre ellos la Señal de la Cruz; y este crédito sigue siendo grande en el cielo. Presenta a Dios, te lo imploramos, nuestros suspiros y oraciones, y obtén para nosotros alivio en nuestras enfermedades y su curación para la mayor gloria de Dios.
Querido peregrino mendicante, una vez cuidaste de los enfermos de peste y siempre estabas dispuesto a ayudar a los demás con un servicio amable y oraciones fervientes. Tú mismo no tenías casa y moriste en un calabozo. No es de extrañar que innumerables inválidos hayan invocado confiadamente tu ayuda. Por favor, concede la curación a este paciente, (Nombre), y ayúdanos a todos a estar espiritualmente sanos. Amén.
Oh gran San Roque, líbranos, te lo suplicamos, de los azotes de Dios; por tu intercesión, preserva nuestros cuerpos de las enfermedades contagiosas, y nuestras almas del contagio del pecado. Consíguenos un aire salubre; pero, sobre todo, la pureza de corazón. Ayúdanos a hacer buen uso de la salud, a soportar los sufrimientos con paciencia y, siguiendo tu ejemplo, a vivir en la práctica de la penitencia y de la caridad, para que un día podamos gozar de la felicidad que tú has merecido por tus virtudes.
Oración a Santa Rosalía
San Roque donó toda su fortuna a los pobres a los 20 años, tras la muerte de sus padres. En 1315, asistió a las víctimas de la peste en varias ciudades italianas, curando milagrosamente a la gente con la señal de la cruz. Mientras ayudaba a los enfermos, también contrajo la enfermedad.
En 1625, la ciudad de Palermo, en Sicilia (Italia), sufrió una terrible peste. Ella se apareció a un cazador, diciéndole que encontrara sus restos en una cueva. Ella le pidió que trajera sus restos a la ciudad, los ciudadanos procesaron tres veces con sus reliquias a través de Palermo. La peste cesó milagrosamente.
Como Santa Rosalía renunció a todas las cosas de este mundo por el bien de Tu Reino, por sus oraciones, que podamos amar más plenamente a Tu Hijo nuestro Señor Jesucristo, que junto a Ti y al Espíritu Santo son un solo Dios por los siglos de los siglos. Amén.