Novena de oración por Santa Mónica
El 27 de agosto celebramos la fiesta de Santa Mónica, un bello ejemplo de madre para todos nosotros. Creo que ella es especialmente importante para nosotros hoy, ya que tantos de nosotros compartimos la dolorosa experiencia de familiares que ya no practican la fe.
La primera y más importante lección (y quizá la más difícil de vivir) es que, a lo largo de toda su vida, Santa Mónica vivió reconociendo que Dios estaba al mando, y ella no. Santa Mónica rezó y ayunó fervientemente por la conversión de san Agustín, y también por la de su marido y su suegra, que acabaron bautizándose. Tuvo la tentación de intentar tomar el control, como cuando al principio se negó a que San Agustín se quedara en su casa por ser maniqueo. Finalmente, en un sueño se le aseguró que san Agustín volvería a la fe, y a partir de ese momento le acompañó y rezó, ¡incluso cuando él intentó escapar literalmente del continente en el que ella se encontraba!
Santa Mónica es también un ejemplo de profunda paciencia. Rezó por san Agustín durante 17 años, y por su marido y su suegra aún más. Eso es hermoso para nosotros, que conocemos el final de la historia, pero imaginemos lo que debió de sentir durante el año 16. Señor, ¿me estás escuchando?
Oracion de santa monica pdf
Hoy es la memoria de Santa Mónica, una santa admirada por su tenacidad, paciencia y perseverancia en la oración por la conversión de su hijo, San Agustín. Perseverante guerrera de la oración, Mónica nunca abandonó a su hijo, Agustín, un gran pecador, que más tarde se sintió tan fuertemente atraído por la fe que finalmente fue canonizado, como uno de los más grandes maestros y filósofos de la Iglesia, y fue designado doctor de la Iglesia.
Mónica nació en 332 de padres cristianos en Tagaste, al norte de África, y se casó a los 13 o 14 años con un hombre mayor llamado Patricio, que no era ni rico ni cristiano. El matrimonio fue una verdadera cruz para Mónica. Patricio era irritable e infiel y su suegra la criticaba constantemente. Mónica buscó refugio en Dios a través de una vida íntima de oración y en el cuidado de sus tres hijos: Agustín, Navigio y Perpetua. En respuesta a sus constantes oraciones, tanto su suegra como su marido Patricio se convirtieron al cristianismo. Mónica llevaba 20 años rezando por ellos. Patricio murió al año siguiente de su conversión.
Petición de oración por Santa Mónica
Santa Mónica, la madre de San Agustín, era famosa por su paciencia, con su hijo, con su marido y con su suegra. Se casó muy joven con Patricio, un pagano romano que ocupaba un cargo oficial en Tagaste. Se dice que tenía un temperamento violento y una madre que tenía lo mismo.
Como muchas mujeres antes y después de ella, Mónica sufrió en silencio. Escribió: “Cuida tu lengua cuando tu marido se enfade”. Durante años Mónica rezó por su marido y su suegra, hasta que finalmente, un año antes de la muerte de Patricio, consiguió convertirlos.
La vida que Agustín comenzó a llevar le causó aún mayor angustia. Era perezoso y caprichoso. A la muerte de Patricio, envió a Agustín, que ya tenía diecisiete años, a la escuela de Cartago. Volvió a casa convertido en maniqueo, una religión gnóstica que consideraba el mundo y las cosas materiales como algo malo. Santa Mónica actuó echándole de casa. Mónica fue a hablar con un obispo sobre Agustín, que había tenido un hijo y vivía con una mujer. El obispo le dijo: “El hijo de esas lágrimas no perecerá jamás”.
Oración de Santa Mónica por el niño descarriado
Madre ejemplar del gran Agustín, perseguiste perseverantemente a tu hijo descarriado, no con amenazas salvajes, sino con gritos de oración al cielo. Intercede por todas las madres de nuestro tiempo, para que aprendan a atraer a sus hijos hacia Dios. Enséñales a permanecer cerca de sus hijos, incluso de los hijos pródigos que tristemente se han extraviado. Querida Santa Mónica, esposa y madre atribulada, Muchas penas atravesaron tu corazón durante tu vida. Sin embargo, nunca desesperaste ni perdiste la fe. Con confianza, persistencia y profunda fe, rezaste diariamente por la conversión de tu amado esposo, Patricio, y de tu amado hijo, Agustín. Concédeme esa misma fortaleza, paciencia y confianza en el Señor. Intercede por mí, querida Santa Mónica, para que Dios escuche favorablemente mi súplica de
Madre ejemplar del gran Agustín, perseguiste perseverantemente a tu hijo descarriado, no con amenazas salvajes, sino con gritos de oración al cielo. Intercede por todas las madres de nuestro tiempo, para que aprendan a atraer a sus hijos hacia Dios. Enséñales a permanecer cerca de sus hijos, incluso de los hijos pródigos que tristemente se han extraviado. Querida Santa Mónica, esposa y madre atribulada, Muchas penas atravesaron tu corazón durante tu vida. Sin embargo, nunca desesperaste ni perdiste la fe. Con confianza, persistencia y profunda fe, rezaste diariamente por la conversión de tu amado esposo, Patricio, y de tu amado hijo, Agustín. Concédeme esa misma fortaleza, paciencia y confianza en el Señor. Intercede por mí, querida Santa Mónica, para que Dios escuche favorablemente mi súplica de