Oracion Ala Sangre Preciosa De Nuestro Senor Jesucristo
Oraciones

Oración ala sangre preciosa de nuestro señor jesucristo

Maria Asunción
Maria Asunción

Oración de la Preciosísima Sangre 500 veces

Dios todopoderoso y eterno, que designaste a tu Hijo unigénito Redentor del mundo y quisiste ser aplacado por su sangre. Concédenos, te suplicamos, que adoremos dignamente este precio de nuestra salvación y por su poder seamos salvaguardados de los males de la vida presente para que podamos gozar de sus frutos para siempre en el cielo. Por el mismo Cristo, Señor nuestro. Amén.

Esta Letanía en honor de Jesús en su Preciosísima Sangre fue redactada por la Sagrada Congregación de Ritos y promulgada por el Papa Juan XXIII el 24 de febrero de 1960. La devoción a Jesús en su Preciosísima Sangre fue popularizada por San Gaspar del Búfalo (1786-1837, fiesta el 28 de diciembre), fundador de los Misioneros de la Preciosísima Sangre. Se concede una indulgencia parcial a los fieles que recitan esta letanía.

Breve oración a la preciosa sangre de jesús

Padre Eterno, Te ofrezco los méritos de la Preciosísima Sangre de Jesús, Tu Amado Hijo y mi Divino Redentor, por la propagación y exaltación de mi querida Madre la Santa Iglesia, por la seguridad y prosperidad de su Cabeza visible, el Santo Romano Pontífice, por los cardenales, obispos y pastores de almas, y por todos los ministros del santuario.

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Bendito y alabado sea por siempre Jesús, que nos salvó con su preciosa sangre. Amén.

Padre Eterno, Te ofrezco los méritos de la Preciosísima Sangre de Jesús, Tu Amado Hijo y mi Divino Redentor, por la paz y la concordia de las naciones, por la conversión de los enemigos de nuestra santa fe y por la felicidad de todo el pueblo cristiano.

Padre Eterno, Te ofrezco los méritos de la Preciosísima Sangre de Jesús, Tu Amadísimo Hijo y mi Divino Redentor, por el arrepentimiento de los infieles, la extirpación de todas las herejías y la conversión de los pecadores.

Oracion a la preciosa sangre de jesus por proteccion

No hay nada más poderoso que la Sangre de Jesús. Debido a los tiempos peligrosos en que vivimos, es especialmente importante orar esto diariamente.  ¡Comparte esto con amigos, familiares y miembros de la iglesia para que puedan ser cubiertos con la Sangre de Jesús!

Ora para que todos sean cubiertos con Su Sangre como protección. Que seamos escondidos a la sombra de Sus alas, colocados en el seno del Señor para estar a salvo de todo daño. Señor, pon un muro de protección (un seto) alrededor de nosotros para que satanás no pueda entrar en nuestras vidas para robar, hurtar, matar o destruir lo que nos pertenece como familia de Dios. En Ti, Señor, escondo: nuestra salvación, nuestra seguridad, nuestros ministerios, nuestros matrimonios, nuestras relaciones, nuestra salud, nuestras casas, nuestros vehículos, nuestras finanzas…

“Sangre preciosa, océano de misericordia divina: Fluye sobre nosotros. Sangre preciosa, ofrenda purísima: Consíguenos todas las gracias. Sangre preciosa, esperanza y refugio de los pecadores: ¡expíanos! Sangre preciosa, delicia de las almas santas: ¡Atráenos! Amén”.

Deseo consagrar mi vida a la salvación de las almas y a la extensión de Tu gloria, y pido al Padre Celestial tantas almas como gotas de Sangre derramaste durante Tu Pasión”. – Sor Josefa Menéndez

Preciosísima sangre de jesucristo sálvanos a nosotros y al mundo entero

Te doy mi cuerpo para que sea casto y puro,te doy mi alma para que esté libre de pecado,te doy mi corazón para que te ame siempre,te doy cada aliento que respiro y sobre todo el último,me doy en la vida y en la muerte para ser tuyo por los siglos de los siglos.

Alma de Cristo, santifícame.Cuerpo de Cristo, sálvame.Sangre de Cristo, lléname.Agua del costado de Cristo, lávame.Pasión de Cristo, fortaléceme.Oh buen Jesús, escúchame.Escóndeme entre tus llagas.No permitas que me separe de ti.Del enemigo malicioso defiéndeme. En la hora de la muerte, llámame y pídeme que vaya a ti para alabarte por los siglos de los siglos.

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