Oración de Alá
En el Nombre de Dios, el Infinitamente Bueno, el Todomisericordioso. Alabado sea Dios, el Señor de los mundos. El Infinitamente Bueno, el Todomisericordioso. Señor del día del juicio. A Ti adoramos y en Ti buscamos ayuda. Guíanos por el camino recto. El camino de aquellos sobre los que está Tu gracia, no de aquellos sobre los que está Tu ira, ni de aquellos que están extraviados.
Esta es la estación de aquel a quien los pecados han pasado de mano en mano. Las riendas de las ofensas lo han guiado, y Satanás se ha enseñoreado de él. Se ha alejado de lo que Tú has ordenado por negligencia y ha perseguido lo que Tú has prohibido con engaño,
como quien ignora Tu poder sobre él o niega la generosidad de Tu beneficencia para con él, hasta que, cuando se le abrió el ojo de la guía y se disiparon las nubes de la ceguera, hizo cuentas de aquello por lo que se había agraviado a sí mismo y reflexionó sobre aquello en lo que se había opuesto a su Señor. Vio su vasta desobediencia como vasta y su gran oposición como grande.
Entonces se volvió hacia Ti, esperanzado en Ti y avergonzado ante Ti, y dirigió sus súplicas hacia Ti, confiando en Ti. Se dirigió a Ti en su anhelo con certeza y fue directo a Ti en su temor con sinceridad. Su anhelo se despojó de todo objeto de anhelo salvo Tú, y su temor se apartó de todo objeto de temor salvo Tú.
Palabras de oración musulmanas
Como musulmanes, podemos ofrecer la oración cinco veces al día, todos los días, pero ¿comprendemos realmente el significado de lo que recitamos durante la oración? ¿Conocemos el significado de las palabras que pronunciamos? Es importante que todos los musulmanes no sólo conozcan la recitación árabe de la oración, sino que también comprendan su significado: no puedes conectar con Allah (SWT) y ser sincero en tu oración si ni siquiera sabes qué es lo que estás pronunciando delante de Él.
Todas las alabanzas son para Allah, el Sustentador de todos los mundos, el Benefactor, el Misericordioso, Señor del Día del Juicio. Sólo a Ti adoramos y sólo a Ti pedimos ayuda. Guíanos por el camino recto, el camino de aquellos a quienes Tú has concedido Tus favores, no de aquellos que incurrieron en Tu ira, ni (de aquellos que) se extraviaron.
“At taheyatu lil-lahi was salawatu wa taiyibatu As salamu alaika ayuhan nabi Wa rahmatullahi wa barakatuhu As salamu alaina Wa ala ibadil lahis salihin Ash hadu an la ilaha ilallah Wa ash hadu anna muhamadan abduhu wa rasuluh”
Dua oración islam
abana aldhy fi alsamawati: liataqadas asmika. lyat malakutakan: ltkn mushyiataka, kama fi alsama’ kadhalik ealaa al’ardi. ‘aetna khabazana kafaf yawmanana, waghfir lana khatayana, kama naghfir nahn liman ‘akhta ‘iilayna. wala tadkhilna fi altajariba. lkn najanana min alsharira. amiyn
alsalam elyk ya marym, ya mumtaliat nieimata: alrubi meki: mubarakat ant fi alnisa’i, wamubarakat thamarat butnuk, yasueu. ya qadisat marym, ya walidat allah, saliy li’ajalana nahn alkhat’ati, alan wafi saeat mawtana. amin
Oración Allahu akbar
Todo había estado relativamente tranquilo en la catedral de Córdoba durante más de 750 años, hasta enero de 2004, cuando el líder de Al-Qaeda, Osama bin Laden, empezó a animar a los musulmanes a “reconquistar” España para el Islam declarándola “el Al-Andalus perdido”. Muchos musulmanes creen que gran parte de España aún les pertenece y que tienen todo el derecho a regresar y establecer allí su dominio.
Un tribunal del sur de España ha absuelto a ocho musulmanes acusados de recurrir a la violencia para romper una prohibición de rezos musulmanes en una catedral de la ciudad de Córdoba. El templo fue en su día la segunda mezquita más grande del mundo y sigue siendo el símbolo más poderoso del Islam en España.
Algunos observadores afirman que la sentencia, que ha cogido a la fiscalía española totalmente por sorpresa, refleja el deseo de los jueces locales de prescindir de un caso muy delicado que puede inflamar la sensibilidad musulmana.
Sin embargo, es probable que la sentencia envalentone a la creciente comunidad musulmana en España y en otros lugares, que considera que tiene un derecho legítimo sobre el monumento histórico debido a su antigua identidad como mezquita.