Oraciones católicas de reparación y expiación de los pecados
Amantísimo Jesús, qué grande es el amor que has derramado sobre el mundo. ¡Cuán despreocupada es nuestra respuesta! Arrodillados ante ti, queremos expiar la indiferencia y los desaires que te llegan al corazón. Te pedimos perdón por nuestra vergonzosa negligencia.
Éstos son los pecados por los que moriste, pero ahora participamos en tu expiación ofreciendo en el altar, en unión contigo, el sacrificio vivo que hiciste en la cruz, uniendo a él los sufrimientos de tu Virgen Madre y los de todos los santos y de toda la Iglesia.
Te prometemos fielmente que, por tu gracia, repararemos nuestros pecados y los de los demás con una fe firme, una vida santa y la obediencia a la ley del Evangelio, cuyo mandamiento más importante es el amor fraterno.
Consérvanos fieles hasta la muerte, danos el don de la perseverancia y condúcenos a todos a la tierra prometida del cielo, donde Tú, con el Padre y el Espíritu Santo, vives y reinas por los siglos de los siglos.
Sagrado Corazón de Jesús, que manifestaste a santa Margarita María tu deseo de ser Rey en las familias cristianas. Hoy queremos proclamar Tu más completo dominio real sobre nuestra propia familia. Queremos vivir en el futuro con Tu vida.
¿Qué es la oración de perdón al Sagrado Corazón de Jesús?
♥ Oración al Sagrado Corazón para pedir ayuda para perdonar
Por favor, cambia mi corazón endurecido por uno que fluya con misericordia como el tuyo. Dame la gracia de dejar a un lado la amargura, el deseo de venganza y la necesidad de disculparme. Libérame del cautiverio de mi corazón que no perdona y lléname de tu amor sanador. Amén.
¿Qué es la oración de expiación?
Gracias Dios nuestro y Dios de nuestros padres, que perdonas todos nuestros pecados, perdonas todas nuestras iniquidades y concedes la expiación de todas nuestras transgresiones por medio de Y’shua el Mesías. Porque está escrito: Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad.
Acto de reparación al sagrado corazón de jesús tradicional
Oh dulce Jesús, Cuya desbordante caridad para conmigo es correspondida por tanto olvido, negligencia y desprecio, míranos postrados ante Tu altar (en Tu presencia) deseosos de reparar con un acto especial de homenaje la cruel indiferencia y las injurias, a las que Tu amoroso Corazón está sujeto en todas partes.
Conscientes, ¡ay! que nosotros mismos hemos participado en tan grandes indignidades, que ahora deploramos desde lo más profundo de nuestros corazones, humildemente te pedimos perdón y declaramos nuestra disposición a expiar voluntariamente no sólo nuestras ofensas personales, sino también los pecados de aquellos que, alejándose del camino de la salvación, se niegan en su obstinada infidelidad a seguirte a Ti, su Pastor y Líder, o, renunciando a los votos de su bautismo, han desechado el dulce yugo de Tu Ley.
Ahora estamos resueltos a expiar todos y cada uno de los deplorables ultrajes cometidos contra Ti; estamos decididos a reparar las múltiples ofensas contra la modestia cristiana en vestimentas y comportamientos impropios, por todas las sucias seducciones tendidas para atrapar los pies de los inocentes, por las frecuentes violaciones de domingos y días festivos, y las escandalosas blasfemias proferidas contra Ti y Tus Santos.
Letanía de reparación al sagrado corazón de jesús
“Venimos aquí al encuentro del Corazón que fue traspasado por nosotros, de donde manó agua y sangre. Es el amor redentor, al principio de la Salvación, nuestra salvación, que es el principio de la Iglesia. Venimos aquí a contemplar el amor del Señor Jesús : Su bondad compasiva por todos nosotros durante Su vida en la tierra ; Su amor predilecto por los pequeños, los enfermos, los afligidos. Contemplemos su Corazón ardiente de amor por su Padre, en la plenitud del Espíritu Santo. Contemplemos su amor infinito, el amor del Hijo eterno que nos conduce al misterio mismo de Dios”. San Juan Pablo II.
Que Tu Evangelio dicte nuestras leyes. Que todos los pueblos y naciones de la tierra se refugien en Tu Corazón amoroso y gocen de la paz que Tú ofreces al mundo a través de una fuente pura de amor y caridad, de Tu Corazón misericordioso.
Dios Padre nuestro, Tú no eres indiferente a nosotros, a lo que vivimos. Nos llevas a cada uno de nosotros en Tu Corazón. Nos conoces por nuestro nombre y nos cuidas. Nos buscas incluso cuando Te abandonamos. Cada uno de nosotros Te interesa porque Tu Amor te impide ser indiferente a lo que nos pasa. Toca nuestro corazón, abre nuestro corazón, para que se vuelva a revestir de Tu bondad y de Tu misericordia, para convertirnos en siervos de la humanidad de Tu Hijo Jesús. Señor Jesucristo, cúrame de la dureza de mi corazón. Haz que mi corazón sea como el tuyo: fuerte y misericordioso, vigilante y generoso, que no se cierre sobre sí mismo y que no caiga en la trampa de la globalización, del egoísmo y de la indiferencia. Amén.Papa Francisco
Acto de reparación al sagrado corazón de jesús ewtn
Esta oración fue prescrita originalmente por el Papa Pío XI para ser recitada en la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús. Afligidos por los ultrajes de indiferencia, ingratitud y desprecio que el Sagrado Corazón de Jesús recibe de este mundo, rezad esta oración, con espíritu de reparación, el primer viernes de cada mes. Indulgencia de 300 días. Indulgencia plenaria una vez al mes para la recitación habitual (con confesión, comunión y visita a una iglesia). Para la recitación pública en la fiesta del Sagrado Corazón. Indulgencia de siete años y 280 días, e indulgencia plenaria para los que se confiesan y comulgan.
Virgo SacrataVIRGÓ SACRÁTA es un recurso y una tienda en línea de misión cristiana inspirada en la belleza de la fe, la tradición y las artes católicas. Nuestra misión es “¡Restaurar todas las cosas a Cristo!”, continuando el legado del Papa San Pío X bajo el patrocinio de la Santísima Virgen María. “¿Quién es la que sale como la aurora, hermosa como la luna, resplandeciente como el sol, terrible como un ejército en orden de batalla?”. Oh María, sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a Ti.