Oracion De Exorcismo En La Biblia
Oraciones

Oración de exorcismo en la biblia

Maria Asunción
Maria Asunción

Oración de exorcismo en latín

Querido Padre, Tú eres como un ala que cobija a mis hijos, fuerte de protección, suave de gracia. Eres como un escudo que los rodea cada día. Ellos corren libres y tú estás con ellos en su aventura. Eres como una corona colocada sobre sus cabezas, símbolo de filiación, de pertenencia y de su adopción en tu familia. Señor, los pongo bajo tu gran cuidado y declaro que son tuyos. Amén.

Señor Dios, te pido tu protección al comenzar este día. Tú eres mi escondite, y bajo tus alas siempre puedo encontrar refugio. Protégeme de los problemas dondequiera que vaya, y aleja de mí el mal. Esté donde esté, Te buscaré como mi Protector, el que lucha por mí cada día. Tu amor y tu fidelidad, junto con tu bondad y tu misericordia, me rodean a diario, por lo que no temeré lo que pueda venir contra mí. Mi confianza está en Ti, Dios, y te doy gracias por Tu amor y protección. En el nombre de Jesús, Amén.

Concede, Señor, tu protección y en la protección, la fortaleza. Y en la fuerza, el entendimiento. Y en la comprensión, el conocimiento. Y en el conocimiento, el conocimiento de la justicia. Y en el conocimiento de la justicia, el amor a ella. Y en el amor a ella, el amor a todas las existencias. Y en ese amor, el amor del espíritu y de toda la creación.Amén.

Rituale romanum exorcismo texto latino

La Oración a San Miguel Arcángel suele referirse a una oración católica específica a San Miguel Arcángel, entre las diversas oraciones que existen dirigidas a él. Se inscribe en el ámbito de las oraciones sobre la guerra espiritual. De 1886 a 1964, esta oración se recitaba después de la misa baja en la Iglesia católica, aunque no se incorporaba al texto ni a las rúbricas de la misa. Otras oraciones a San Miguel también han sido aprobadas oficialmente e impresas en estampas.

Oración a San Miguel Arcángel del Papa León XIII: San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla; sé nuestra protección contra la maldad y las asechanzas del demonio. Que Dios lo reprenda, te rogamos humildemente: y tú, oh Príncipe de las huestes celestiales, con el poder de Dios, arroja al infierno a Satanás y a todos los espíritus malignos que merodean por el mundo buscando la ruina de las almas. Amén.

El texto de 1890 fue compuesto y publicado veinte años después de que la toma de Roma privara al Papa del último vestigio de su soberanía temporal. La residencia papal del palacio del Quirinal se había convertido en la del rey de Italia.

Pasajes bíblicos sobre el exorcismo

Oh gloriosísimo Príncipe de los Ejércitos Celestiales, San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla y en nuestra lucha contra los principados y potestades, contra los dominadores del mundo de estas tinieblas, contra los espíritus de maldad en las regiones celestes (Ef 6,12). Acudid en ayuda de los hombres, a quienes Dios creó incorruptibles, y a imagen de su propia Semejanza los hizo, y de la tiranía del diablo los compró a gran precio (Sab 2, 23; Cor 7, 23).

Libra hoy las batallas del Señor con el Ejército de los Ángeles Benditos, como una vez luchaste contra Lucifer, el primero en soberbia, y sus ángeles apóstatas; y no prevalecieron, ni se halló ya su lugar en el Cielo. Pero fue arrojado aquel gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y satanás, el cual seduce al mundo entero. Y fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él (Apoc 12,8-9).

¡He aquí que el antiguo enemigo y asesino levanta con fuerza la cabeza! Transformado en ángel de luz, con toda la horda de espíritus malignos va por todas partes y se apodera de la tierra, para borrar en ella el Nombre de Dios y de Su Cristo y robar, afligir y arruinar hasta la destrucción eterna a las almas destinadas a una corona de gloria eterna.

Texto del exorcismo

Pero también algunos de los exorcistas judíos, que iban de un lugar a otro, intentaban nombrar sobre los que tenían los espíritus malignos el nombre del Señor Jesús, diciendo: “Os conjuro por Jesús, a quien predica Pablo.” Siete hijos de un tal Esceva, sumo sacerdote judío, hacían esto. Y respondiendo el espíritu malo, les dijo: “Reconozco a Jesús, y sé lo de Pablo; pero vosotros, ¿quiénes sois? “Leer más.Y el hombre, en quien estaba el espíritu malo, saltó sobre ellos y los sometió a todos y los dominó, de modo que huyeron de aquella casa desnudos y heridos.

Jesús, conociendo sus pensamientos, les dijo: “Todo reino dividido contra sí mismo es asolado, y toda ciudad o casa dividida contra sí misma no subsistirá. Si Satanás echa fuera a Satanás, está dividido contra sí mismo; ¿cómo, pues, permanecerá su reino? Si yo por Beelzebul expulso los demonios, ¿por quién los expulsan vuestros hijos? Por eso serán vuestros jueces.Leer más.Pero si yo expulso los demonios por el Espíritu de Dios, entonces el reino de Dios ha llegado a vosotros.

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