Esta oración debe ser leída una vez al día durante tres días consecutivos.
Oh Virgen de la Merced, madre de los cautivos y protectora de los presos, acudo a ti con humildad y devoción. Tú, que conoces el sufrimiento y la angustia de aquellos que están privados de su libertad, intercede por ellos ante tu Hijo Jesús. Te ruego que mires con compasión a todos los presos del mundo y les concedas tu amor y consuelo.
Virgen de la Merced, tú que eres refugio de los desamparados y auxilio de los necesitados, te pido que estés presente en las cárceles y brindes esperanza a aquellos que se sienten abandonados. Ilumina sus corazones con tu luz divina y guíalos por el camino de la redención y la transformación.
Oh Virgen de la Merced, te suplico que intercedas ante Dios por la liberación de todos los presos injustamente encarcelados. Concede fortaleza a aquellos que están pagando por sus errores y dales la oportunidad de enmendar sus caminos. Que tu amor y misericordia lleguen a cada uno de ellos, y que encuentren consuelo en tu maternal abrazo. Amén.
La oración de la Virgen de la Merced brinda consuelo y esperanza a los presos, pidiendo por su protección y redención. Rezada con fe y complementada con obras de misericordia, esta oración nos une a la Virgen en su misión de llevar consuelo a los que más lo necesitan.
La oración de la Virgen de la Merced es una plegaria poderosa que se dirige a la patrona de los presos. En esta oración, podemos encontrar consuelo y esperanza para aquellos que se encuentran privados de su libertad. La Virgen de la Merced es conocida por su intercesión en favor de los prisioneros, brindándoles protección y ayuda en momentos de dificultad. A través de esta oración, podemos unirnos a la Virgen en su misión de llevar consuelo y redención a aquellos que más lo necesitan.
Virgen de la Merced, madre de los cautivos y protectora de los presos, acudo a ti en busca de tu intercesión. Tú, que conoces el sufrimiento y la angustia de aquellos que están privados de su libertad, escucha mi plegaria y derrama tu misericordia sobre ellos. Te ruego que les brindes consuelo en sus momentos de soledad y desesperanza, y que les concedas la fortaleza para enfrentar sus pruebas con dignidad y esperanza.
Virgen de la Merced, tú que eres la estrella que guía a los presos por el camino de la redención, te pido que ilumines sus corazones y les muestres el camino hacia la reconciliación y el perdón. Ayúdales a encontrar la paz interior y a transformar sus vidas a través del amor y la fe. Te ruego que les concedas la oportunidad de enmendar sus errores y de reintegrarse a la sociedad como seres renovados y llenos de esperanza.
Virgen de la Merced, te pido que extiendas tu manto de protección sobre todos los presos del mundo. Intercede ante tu Hijo, Jesús, para que les conceda la gracia de la libertad y la oportunidad de comenzar de nuevo. Acompáñalos en su camino de rehabilitación y ayúdales a encontrar el perdón y la reconciliación. Que tu amor y tu misericordia sean su guía y su fortaleza en todo momento.
La oración de la Virgen de la Merced puede ser rezada diariamente, especialmente por aquellos que tienen seres queridos en prisión o por aquellos que desean brindar apoyo espiritual a los presos. Puede ser complementada con actos de caridad y obras de misericordia en favor de los presos. Al rezar esta oración, recordemos que la Virgen de la Merced es una madre amorosa que intercede por todos aquellos que se encuentran en situaciones de dificultad y sufrimiento.