Oración de Santo Tomás de Aquino antes del estudio
Oh Dios misericordioso, concédeme desear con ansia, buscar con cuidado, reconocer con verdad y cumplir siempre perfectamente las cosas que te agradan. Ordena todo mi estado sólo para la gloria y el honor de tu Nombre; y concédeme saber lo que me pides que haga, y dame hacerlo como conviene y es provechoso para mi salvación.
Haz que no fracase ni me desvíe ni en la prosperidad ni en la adversidad; que no me enaltezca por una ni me abata por otra. Que no me alegre sino de lo que me lleva a Ti, ni me aflija sino de lo que me aleja de Ti; que no busque agradar, ni tema desagradar, sino sólo a Ti. Que todas las cosas transitorias se vuelvan viles a mis ojos, oh Señor, y que todo lo Tuyo me sea querido por Ti, y Tú, oh mi Dios, querido por encima de todas ellas. Que todo gozo que sea sin Ti me resulte molesto, y que no desee nada que no sea sin Ti. Que todo trabajo y fatiga que sea por Ti me deleite, y todo descanso que no sea en Ti me canse.
Santo Tomás de Aquino: oración por la sabiduría
Hemos recopilado algunas de las mejores Oraciones de Tomás de Aquino para usarlas en petición a Dios. Que estas oraciones por la seguridad te traigan consuelo y tranquilidad. Que estas oraciones para la fortaleza animen tu espíritu y fortalezcan tu fe.
Santo Tomás de Aquino OP (Tommaso d’Aquino, lit. “Tomás de Aquino”; 1225 – 7 de marzo de 1274) fue un fraile dominico italiano, sacerdote católico y Doctor de la Iglesia. Es un filósofo, teólogo y jurista de gran influencia en la tradición de la escolástica, dentro de la cual también se le conoce como el Doctor Angelicus y el Doctor Communis. El nombre de Aquino identifica sus orígenes ancestrales en el condado de Aquino, en el actual Lacio (Italia).
obtenerse mediante la oración”. – Santo Tomás de Aquino, Summa theologiaeTriunfo de Santo Tomás de Aquino, “Doctor Angelicus”, con santos y ángeles, Andrea di Bonaiuto, 1366. Basílica de Santa María Novella, frescoUna oración de Santo Tomás de Aquino
Señor, Dios mío, hazme sumiso sin protestar, pobre sin desanimarme, casto sin lamentarme, paciente sin quejarme, humilde sin fingir, alegre sin frivolizar, maduro sin melancolía e ingenioso sin ligereza.
Oración de Santo Tomás de Aquino antes del trabajo
Te ruego, Dios mío, que me permitas conocerte y amarte para que sea feliz en Ti. Y aunque no pueda hacerlo plenamente en esta vida, haz que mejore de día en día hasta que pueda hacerlo plenamente. Permíteme conocerte más y más en esta vida, para que pueda conocerte perfectamente en el cielo.
Permíteme conocerte más y más aquí, para que pueda amarte perfectamente allá, para que mi gozo sea grande en sí mismo aquí, y completo en el cielo contigo. Oh Dios veraz, permíteme recibir la felicidad del cielo que Tú prometes para que mi alegría sea plena. Mientras tanto, que mi mente piense en ella, que mi lengua hable de ella, que mi corazón la anhele, que mi boca hable de ella, que mi alma tenga hambre de ella, que mi carne tenga sed de ella, que todo mi ser la desee, hasta que pueda entrar a través de la muerte en el gozo de mi Señor, para continuar allí para siempre, por los siglos de los siglos. Amén
Oración de Santo Tomás de Aquino para los exámenes
Dulce Jesús, Cuerpo y Sangre santísimos, sé la delicia y el placer de mi alma, mi fuerza y salvación en todas las tentaciones, mi gozo y paz en toda prueba, mi luz y guía en toda palabra y obra, y mi protector definitivo en la muerte. Concédeme, Señor Dios mío, mente para conocerte, corazón para buscarte, sabiduría para encontrarte, conducta que te agrade, fiel perseverancia en esperarte y esperanza de abrazarte al fin.
Dulce Jesús, Cuerpo y Sangre santísimos, sé la delicia y el placer de mi alma, mi fuerza y salvación en todas las tentaciones, mi gozo y paz en toda prueba, mi luz y guía en toda palabra y obra, y mi protector definitivo en la muerte. Concédeme, Señor Dios mío, mente para conocerte, corazón para buscarte, sabiduría para encontrarte, conducta que te agrade, fiel perseverancia en esperarte y esperanza de abrazarte al fin.
Dulce Jesús, Cuerpo y Sangre santísimos, sé la delicia y el placer de mi alma, mi fuerza y salvación en todas las tentaciones, mi gozo y paz en toda prueba, mi luz y guía en toda palabra y obra, y mi protector definitivo en la muerte. Concédeme, Señor Dios mío, mente para conocerte, corazón para buscarte, sabiduría para encontrarte, conducta que te agrade, fiel perseverancia en esperarte y esperanza de abrazarte al fin.