Oración por las almas perdidas
Antes de que Jesús entregara su Espíritu en la cruz, se tomó tiempo para orar por los que estaban perdidos a su alrededor. ¿Tienes corazón para orar por los perdidos como lo hizo Jesús? ¿Tienes la pasión que inspiró a George Whitefield a orar: “Oh Señor, dame almas o toma mi alma”?
Cada cristiano necesita entender la responsabilidad de orar por la salvación de los perdidos. Orar “que venga tu reino”, como se instruye en Lucas 11, debe incorporar orar por los perdidos. La Palabra de Dios nos dice que su voluntad no es que nadie perezca, sino que todos tengan vida eterna. La misma razón por la que Él vino a la tierra fue para “buscar y salvar a los perdidos”.
“Y podemos estar seguros de que nos escuchará cuando le pidamos algo que esté de acuerdo con su voluntad. Y si sabemos que nos escucha cuando le hacemos nuestras peticiones, podemos estar seguros de que nos dará lo que le pedimos” (I Juan 5:14-15, NLT).
Acércate al Padre en ese lugar posicional de pacto que el reincidente tiene con Él. Recuérdele al Señor que el reincidente es uno de Sus hijos y que Él es el Padre de los perdidos. Pídale al Señor que vaya a rescatarlo como un pastor rescata a un cordero que se aleja del rebaño.
Escrituras para almas perdidas
Orar por las almas perdidas debe ser una prioridad para todo cristiano. Al centrarnos en los demás, en lugar de en el “yo yo yo” en nuestras oraciones, podemos cumplir el segundo mandamiento que nos dejó Jesús:Y el segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo (Mateo 22:39).Creo que orar la Palabra por los perdidos, adquiere una dimensión totalmente nueva para dicha oración. A continuación he desarrollado una oración utilizando la Palabra de Dios para la salvación de las almas perdidas. Te animo a que busques en las escrituras y desarrolles tu propia oración por las almas perdidas. Mientras tanto, le sugiero que utilice esta oración. Simplemente inserte el nombre o nombres de aquellos por los que está orando en el espacio en blanco.
Señor Jesús, Tú dijiste que la mies es mucha y los obreros pocos (Mt 9:37). Ya que Tú estás a cargo de la mies, Señor, envíanos como obreros a ellos (Mt 9:38). Seamos luz para el mundo, ciudad asentada sobre un monte que no se puede esconder (Mt 5, 14). Mientras salimos Señor, prepáranos para ser sacrificios vivos para Tu Reino (Rom 12:1). También, Señor, cuando nos envíes, te pedimos que vayamos con el poder de tu Espíritu, para que no vayamos por nuestra fuerza ni por nuestro poder (Zac 4:6). Oramos para que nuestro discurso y predicación no sea con palabras seductoras de sabiduría humana, sino que sea en la demostración del Espíritu y de poder (1 Cor 2:4). Oramos también para que prediquemos y enseñemos el Reino de Dios y el Evangelio de Jesucristo con confianza y valentía (Hch 28,31; 4,29). Al enviarnos a ellos, te rogamos que abras sus ojos, convirtiéndolos de las tinieblas a la luz y de la potestad de Satanás a Dios, para que reciban el perdón de los pecados y la herencia santificada por la fe que es en Ti, Señor Jesús (Hechos 26:17,18).
Puntos de oración de la embajada de Cristo por las almas
Resumen: Sorprendentemente, algunos han hablado en contra de la oración por la salvación de las almas. Hay claras evidencias en la Biblia que animan a orar por la salvación de las almas. En este breve estudio, veremos que tanto el apóstol Pablo como Jesucristo mismo oraron específicamente para que las almas se salvaran. ¿Cómo entonces podemos hacer lo contrario?
— El versículo citado de Juan 17 deja muy claro que Jesús oró para que las almas perdidas se salvaran. No fue fatalista al respecto; no lo dejó al azar. No, sino que Él oró activamente, no sólo por los ganadores de almas que Él entrenó personalmente, sino también por aquellas personas anónimas que en el futuro escucharían su mensaje y serían salvas.
— Creo que Jesús oraba por la salvación de las almas perdidas desde una motivación interna que era Su mismo propósito para venir del cielo a la tierra – “Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido”. (Lucas 19:10)
– Lo que esto me sugiere es que nuestras oraciones por la salvación de las almas serán más eficaces si están motivadas por un anhelo interior de que los perdidos se salven. Jesús estaba ciertamente movido por ese motivo.
Oración por las almas
El ministro del distrito de Odorkor de la Iglesia de Pentecostés, el pastor Abraham Addae Agyemeng, hizo ayer este llamamiento en la Conferencia de Evangelización (EVACON 2021) que se celebra en el auditorio de la iglesia Kaneshie Central Assembly de Accra.
“Jesús intercedió por Pedro cuando el enemigo planeaba tamizarlo como trigo. Intercedió por la iglesia en Juan 17. También intercedió por ciudades como Jerusalén y por las naciones. Actualmente intercede por nosotros a la diestra de Dios”, señaló.
Citando varias escrituras para reforzar sus argumentos, el pastor Agyemang dijo que el Espíritu Santo, que es una persona de la Trinidad, es también un intercesor que intercede por los creyentes mediante “gemidos sin palabras”. Del mismo modo, los creyentes también deben defender la causa de los no creyentes ante Dios en la oración, subrayó.
“Todos los pecadores no están en paz con Dios y les espera su juicio. Por lo tanto, debemos interceder para que vuelvan en sí y corran hacia Dios en arrepentimiento y para que reciban la salvación”, explicó.
Según el ministro del distrito de Odorkor, todo creyente está cualificado para formar parte del ministerio de intercesión, revelando que personas de todas las edades, incluidos niños y ancianos, pueden asumir el deber especial de interceder por otros en la oración.