Tefilá antes de tomar medicamentos

El secreto de la prosperidad y la respuesta a la oración está en estos dos versículos de la Biblia: Por eso os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo el que pide, recibe; el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. Lucas 11:9-10

Nótese que la palabra pedir va seguida inmediatamente de las palabras se os dará; que directamente después de la palabra buscar están las palabras encontraréis; y que inmediatamente después de la palabra llamar está la seguridad de que se os abrirá. Es para subrayar que todo el que busca encuentra, y a todo el que llama se le abre el alfolí.

Por lo tanto, pide con confianza en la oración e inmediatamente visualízate recibiendo; busca, luego afirma que has encontrado; llama, luego cree que el almacén de Dios está abierto. Practica el recibir. Cree que se te ha dado. Entonces siente que tu espíritu se levanta al darte cuenta de que las bendiciones de Dios están cayendo sobre ti.

Ora: Padre nuestro que estás en los cielos, te pedimos que nos bendigas; te agradecemos que tengamos este gran poder, esta maravillosa sabiduría, esta profunda perspicacia, este flujo de abundancia fluyendo a través de nuestras vidas, bendiciéndonos en todos los sentidos y, a través de nosotros, ayudando y sirviendo a la humanidad. Por Jesucristo, Nuestro Señor. Amén.

Rezar contra los efectos secundarios

Padre Todo Sabio, decretamos que al igual que las parteras hebreas, Shiphrah y Puah, te temieron y obedecieron, nuestros profesionales de la salud no sucumban a la presión de comprometerse; sino que permanezcan comprometidos con su juramento de “no hacer daño”. Creemos que Tú estás haciendo maravillas en la profesión sanitaria en estos momentos. Confesamos que nuestros profesionales de la salud creen en las promesas de Tu Palabra y, cuando te lo pidan, les revelarás secretos extraordinarios sobre lo que está por venir en su profesión. Serán pioneros en el descubrimiento de curas y avances médicos para nuestra generación. Decretamos que todos los profesionales de la salud buscarán Tu sabiduría y conocimiento y buscarán siempre la excelencia en sus campos elegidos. Se dedicarán al cuidado y tratamiento adecuados de todos sus pacientes y recordarán mostrar misericordia a sus pacientes, igual que Tú has mostrado misericordia con ellos.

Espíritu Santo, recuerda a nuestros profesionales de la salud que no deben confiar en la sabiduría humana, sino en el poder de Dios. Por favor, consuela los corazones de aquellos que han perdido recientemente a un paciente que estaba bajo su cuidado. Ayúdales a curarse de las heridas emocionales que conlleva su trabajo. Dales la valentía que necesitan para defender los derechos de sus pacientes y contribuir significativamente a la reforma sanitaria de nuestro país. Recuerda a nuestros profesionales sanitarios que representan al Reino de Dios en el sector sanitario, por lo que su conducta y comportamiento deben reflejar los principios del Reino. Por favor, sigue bendiciendo las alianzas entre la comunidad y los hospitales locales. Que sigamos trabajando juntos para llevar la mejor asistencia sanitaria a más comunidades desatendidas.

Oraciones de Aleteia

“A menudo nos centramos en tantas cosas urgentes pero innecesarias. Nos ocupamos y preocupamos de tantas realidades secundarias. Y tal vez sin darnos cuenta, descuidamos lo más importante y dejamos que nuestro amor a Dios se enfríe, se enfríe poco a poco”, dijo el Papa Francisco el 16 de octubre.

Hablando desde la ventana del Palacio Apostólico, el Papa dijo en su discurso del Ángelus que la oración diaria consistente puede curar el alma como la medicina cura el cuerpo cuando se toma “regularmente de la manera correcta y en los momentos adecuados.”

“No podemos vivir sólo de momentos fuertes de oración o de encuentros intensos ocasionales… Necesitamos el agua cotidiana de la oración, necesitamos tiempo dedicado a Dios, para que entre en nuestro tiempo, en nuestra vida.”

El Papa Francisco dijo que es en estos consistentes momentos diarios de oración que “le abrimos nuestro corazón para que Él pueda derramar diariamente sobre nosotros amor, paz, alegría, fuerza, esperanza, alimentando así nuestra fe.”

“Por ejemplo, nada más despertarnos, podemos decir: ‘Señor, te doy gracias y te ofrezco este día’. Es una oración breve. Luego, antes de una actividad, podemos repetir: ‘Ven, Espíritu Santo’. Entre una cosa y otra, podemos rezar así: ‘Jesús, confío en ti. Jesús, te amo’”, sugirió el Papa.

Rezar para que la medicina funcione

… “Si Mi pueblo que lleva Mi nombre, se humilla y ora y busca Mi presencia y se vuelve de sus malos caminos, Yo mismo oiré desde el Cielo y perdonaré sus pecados…” (2 Cr. 7:14) – “Verás que en la oración encontrarás más conocimiento, más luz, más fuerza, más gracia y virtud de lo que jamás podrías conseguir leyendo muchos libros, o mediante grandes estudios. No consideres nunca como perdido el tiempo que empleas en la oración. Descubrirás que en la oración Dios te comunica la luz, la fuerza y la gracia que necesitas…” (Sor Lucia dos Santos)

¡Oh Dios nuestro! Tú has creado maravillosamente al hombre y lo has redimido aún más maravillosamente. Socorre con tus numerosos auxilios la condición humana en la tierra de tus hijos siempre susceptibles a diversas dolencias. Responde a nuestras oraciones y bendice estos medicamentos (e instrumentos médicos) para que todo el que los use o esté bajo su influencia pueda gozar de la presencia de Tu providencia en cuerpo y alma.