Oracion Para Bendecir Una Medalla
Oraciones

Oración para bendecir una medalla

Maria Asunción
Maria Asunción

Bendición de la medalla milagrosa

Dios todopoderoso y misericordioso, que por las muchas apariciones en la tierra de la Inmaculada Virgen María te complaciste en obrar milagros una y otra vez para la salvación de las almas; derrama bondadosamente tu bendición + sobre esta medalla, para que todos los que devotamente la lleven y la reverencien experimenten el patrocinio de María Inmaculada y obtengan de Ti misericordia; por Cristo nuestro Señor. AMÉN.

Tomad esta santa medalla, llevadla con fe y manejadla con la debida devoción, para que la santa e Inmaculada Reina del Cielo os proteja y os defienda. Y como está siempre dispuesta a renovar sus maravillosos actos de bondad, que os obtenga con su misericordia cuanto humildemente pidáis a Dios, para que tanto en la vida como en la muerte descanséis felices en su maternal abrazo. AMÉN.

Señor Jesucristo, que quisiste que tu Madre, la bienaventurada Virgen María, concebida sin pecado, llegara a ser ilustre por innumerables milagros, concédenos a nosotros, que buscamos siempre su patrocinio, poseer finalmente alegrías eternas. Te lo pedimos a Ti, que vives y reinas por los siglos de los siglos, AMÉN.

¿Cómo se bendice una medalla religiosa?

Te suplicamos, oh Rey nuestro, que envíes la gracia de tu Espíritu Santo y de tu Ángel sobre esta medalla; y que por tu paternal bondad la bendigas (+) y santifiques, consciente del misterio que representa.

¿Qué es una buena oración de bendición?

Reza: Padre nuestro que estás en los cielos, te pedimos tu bendición sobre nosotros; te agradecemos que tengamos este gran poder, esta maravillosa sabiduría, esta profunda perspicacia, este flujo de abundancia surgiendo a través de nuestras vidas, bendiciéndonos en todos los sentidos y, a través de nosotros, ayudando y sirviendo a la humanidad. Por Jesucristo, Nuestro Señor. Amén.

¿Qué es una breve oración de bendición?

Oraciones breves de bendición

Ponte delante de mí, detrás de mí y a mi lado: protégeme y muéveme hacia aquello que me acerque más a ti. Padre amoroso, bendice hoy a mi familia con paz. Bendícelos no sólo con el favor mundano en todo lo que tratan de lograr, sino con corazones y mentes llenos de tu amorosa bondad.

Oración de la medalla de San Benito

Virgen Madre de Dios, María Inmaculada, me uno a ti bajo tu advocación de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa. Que esta medalla sea para mí un signo seguro de tu afecto maternal y un recuerdo constante de mi devoción a ti. Mientras la lleve, sea bendecido por tu amorosa protección y preservado en la gracia de tu Hijo. Virgen poderosísima, Madre de nuestro Salvador, guárdame junto a ti en cada momento de mi vida para que, como tú, viva y actúe según las enseñanzas y el ejemplo de Jesús. Guárdame como tu hijo fiel para que pueda seguir tu ejemplo durante toda la vida y gozar del cielo para siempre contigo. Amén.

Virgen Inmaculada María, madre de Jesús y madre mía, acudo a ti con confianza en tu poderosa intercesión, manifestada a través de tu Medalla Milagrosa. Como tu hijo amoroso y confiado te pido este favor… Alcánzame también a mí un corazón puro, para que toda mi vida dé gloria a Dios. Amén.

Bendición tradicional de la medalla de San Benito

Cualquiera puede realizar una bendición sobre una cruz, pero entienda que la bendición es una súplica a Dios, no una garantía de ningún efecto. En muchas tradiciones cristianas, un sacerdote u otro líder eclesiástico ordenado puede realizar una bendición formal sobre una cruz antes de exponerla en la iglesia o utilizarla en ceremonias eclesiásticas.

Sacerdote: Oremos. Señor santo, Padre todopoderoso, Dios eterno, ten a bien bendecir esta cruz, para que sea una ayuda salvadora para la humanidad. Que sea apoyo de la fe, estímulo de las buenas obras, redención de las almas; y consuelo, protección y escudo contra los crueles dardos del enemigo; por Cristo nuestro Señor.

Sacerdote: Oremos. Señor Jesucristo, bendice esta cruz con la que arrebataste al mundo de las garras de Satanás, y en la que venciste con tu sufrimiento al tentador del pecado, que se alegró de la caída del primer hombre al comer del árbol prohibido.

Sacerdote:Que esta cruz sea santificada en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo; y que todos los que se arrodillan y oran ante esta cruz en honor de nuestro Señor encuentren la salud en el cuerpo y en el alma; por Cristo nuestro Señor.

Medalla de San Benito Oración de protección

Medallas, cruces, rosarios, estatuas, cuadros y otros artículos religiosos se han utilizado durante mucho tiempo como medio de fomentar y expresar nuestra devoción religiosa a Dios y a los santos. Los iconos, o imágenes pintadas de Cristo y los santos, son especialmente populares entre los cristianos orientales como ayuda a la piedad y devoción cristianas.

El uso de cualquier artículo religioso tiene, por tanto, la finalidad de recordarnos a Dios y de suscitar en nosotros la voluntad y el deseo de servir a Dios y al prójimo. En este sentido, rechazamos cualquier uso de artículos religiosos como si fueran meros amuletos o tuvieran algún poder mágico para traernos buena suerte o mejor salud. Esa no es la actitud cristiana.

Para los primeros cristianos, la cruz era el símbolo favorito y la insignia de su fe en Cristo. Por los escritos de San Gregorio Magno (540-604), sabemos que San Benito tenía una profunda fe en la Cruz y hacía milagros con el signo de la cruz. Esta fe y especial devoción a la Cruz se transmitió a las sucesivas generaciones de benedictinos.

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