Oración católica para una mujer
La oración puede ayudarnos a ver el panorama general y a sentirnos reconfortados por el amor de Dios cuando las cosas no van como queremos. Si necesitas consuelo, ayuda u orientación, estás preocupada o sufres una pérdida, o te enfrentas a la incertidumbre, estas oraciones te ayudarán. Esperamos que te resulten alentadoras.
Ayúdame a no temer el futuro, sino a confiar con valentía en que Tú tienes el control cuando mis emociones me hunden y cuando estoy desesperado. Y cuando no pueda hablar y no sepa qué decir, ayúdame a “Callar y saber que Tú eres Dios”.
No te entiendo, ni siquiera sé si creo en ti, pero este es mi grito a ti, quienquiera que seas, me imagino que si eres tan grande como la gente dice que eres, no te vas a ofender si hago las cosas mal.
Dios, ayúdame a confiarte mis decisiones y mi futuro. Permíteme apoyarme en ti con todo mi corazón en lugar de confiar en mi propia comprensión imperfecta. Dame una guía clara en mi vida. Te pido ayuda para dirigir mi camino. Dame la confianza de que tu dirección es siempre el mejor camino a seguir. En el nombre de Jesús, Amén.
Oración de encomio para el funeral
Oración a San Miguel San Miguel Arcángel, defiéndenos en el día de la batalla, sé nuestro salvaguardia contra la maldad y las asechanzas del demonio. Que Dios lo reprenda, te lo pedimos humildemente y haz que tú, oh Príncipe de las huestes celestiales, con el poder de Dios, arrojes al infierno a Satanás y a todos los demás espíritus malignos que merodean por el mundo buscando la ruina de las almas. Amén.
Accesibilidad – San Bartolomé hace todo lo posible para acomodar a aquellos con necesidades adicionales. Mientras que el cuerpo principal de la iglesia es totalmente accesible para las personas con discapacidades motrices, la galería del coro es accesible por escaleras y los asientos son escalonados por diseño. La iglesia cuenta con aseos accesibles en silla de ruedas y cambiadores para bebés. La Iglesia Católica de San Bartolomé no se hace responsable del contenido de los enlaces a sitios externos. Para ponerse en contacto directamente con la iglesia, haga clic aquí. Para cuestiones relacionadas únicamente con el sitio web, haga clic aquí.
Oración católica para que el alma descanse en paz
Tú nos diste la vida, y también nos das el don de la alegría infinita. Dame la fuerza para avanzar por el camino que me has trazado. Guíame hacia una mejor salud, y dame la sabiduría para identificar a aquellos que has puesto a mi alrededor para ayudarme a mejorar.
Dios misericordioso, te invoco ahora de una manera especial. Con tu poder fui creado. Cada vez que respiro, cada mañana que me despierto y cada momento de cada hora, vivo bajo tu poder. Te pido ahora que me toques con ese mismo poder. Porque si me creaste de la nada, sin duda puedes recrearme. Lléname con el poder sanador de tu espíritu. Echa fuera todo lo que no debería estar en mí. Arregla lo que esté roto. Desarraiga las células improductivas. Abre las arterias o venas obstruidas y reconstruye las zonas dañadas. Elimina toda inflamación y limpia cualquier infección. Deja que el calor de tu amor sanador pase a través de mi cuerpo para hacer nuevas las áreas enfermas para que mi cuerpo funcione de la forma en que lo creaste.
Oración por las almas perdidas católica
La oración de alabanza se centra totalmente en la expresión de asombro y admiración ante quién es Dios y lo que Dios ha hecho. En la Biblia, la alabanza se grita o se canta con frecuencia. Cuando visitó a su prima Isabel, que sabía que María sería la madre del Salvador, la alabanza de María se desbordó en un canto o cántico. Conocido comúnmente como el “Magnificat”, este cántico comienza así: “Proclama mi alma la grandeza del Señor; mi espíritu se alegra en Dios, mi salvador” (Lc 1, 46-47). Los ángeles que se aparecieron a los pastores para anunciar el nacimiento de Cristo, y más tarde los propios pastores, glorificaron y alabaron a Dios (Lc 2), al igual que el paralítico a quien Jesús curó al principio de su ministerio (Lc 5,25) y muchos otros a quienes Jesús curó de sus aflicciones.
La Biblia muestra que alabar a Dios no sólo implica nuestros esfuerzos espirituales, sino también nuestros músculos físicos. “Levantad vuestras manos”, exhorta el Salmo 134. En los Salmos 100, 147 y 149 se nos anima a bailar y cantar. El Salmo 149 nos dice que toquemos instrumentos musicales para alabar al Señor. Y en la Carta a los Hebreos se nos recuerda que debemos alabar a Dios en presencia de los demás: “Proclamaré tu nombre a mis hermanos, en medio de la asamblea te alabaré” (Hb 2,12); más adelante en esta carta se nos exhorta a “ofrecer continuamente a Dios un sacrificio de alabanza, es decir, el fruto de labios que confiesan su nombre” (13,15). Es un eco de la exhortación del Salmo 92 a alabar al amanecer y al anochecer, es decir, constantemente.