Oraciones a san judas para ayuda financiera
Santísimo Apóstol, San Judas, amigo de Jesús, me pongo a tu cuidado en estos momentos difíciles. Ruega por mí; ayúdame a recordar que no necesito afrontar solo mis problemas. Por favor, únete a mí en mi necesidad, pidiendo a Dios que me envíe consuelo en mi dolor, valor en mi miedo y curación en medio de mi sufrimiento. Pídele a nuestro Dios amoroso que me llene de gracia para aceptar lo que nos espera a mí y a mis seres queridos, y que fortalezca mi fe en el poder sanador de Dios. Gracias, San Judas, por la promesa de esperanza que ofreces a todos los que creen, e inspírame para dar este don de esperanza a los demás como me ha sido dado a mí. Amén.
La oración católica memorare
Oh glorioso Apóstol, San Judas Tadeo, verdadero pariente de Jesús y de María, ¡te saludo por el Sacratísimo Corazón de Jesús! Por este Corazón, alabo y doy gracias a Dios por las gracias que te ha concedido. Humildemente postrado ante ti, te suplico por este Corazón que me mires con compasión. Oh, no desprecies mis pobres oraciones; no dejes que se confunda mi confianza. A ti te ha concedido Dios el privilegio de socorrer a los hombres en los casos más desesperados. ¡Oh, ven en mi ayuda, para que pueda alabar las misericordias de Dios! Toda mi vida os estaré agradecido y seré vuestro fiel cliente hasta que pueda agradecéroslo en el Cielo. Amén.
Ruega por nosotros, para que antes de la muerte, podamos expiar todos nuestros pecados por el arrepentimiento sincero y la digna recepción del santo sacramento. Ruega por nosotros, para que podamos aplacar la Justicia Divina y obtener un juicio favorable. Ruega por nosotros para que seamos admitidos en la compañía de los bienaventurados para gozar eternamente en la presencia de nuestro Dios.
Oh glorioso Apóstol, mártir y pariente de Jesús, San Judas Tadeo, que difundiste la verdadera Fe entre las naciones más bárbaras y lejanas; que ganaste a la obediencia de Jesucristo a muchas tribus y pueblos, por el poder de su santa palabra, concédeme, te lo suplico, que desde hoy renuncie a todo hábito pecaminoso, que sea preservado de todo mal pensamiento, que obtenga siempre tu asistencia, particularmente en todo peligro y dificultad y que pueda llegar sano y salvo a la patria celestial contigo, para adorar a la Santísima Trinidad -el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo- por los siglos de los siglos.
La oración milagrosa
San Judas fue uno de los apóstoles originales y también se le conoce como Tadeo. Es el autor de la epístola canónica y se describe a sí mismo como Judas, siervo de Jesucristo y hermano de Santiago el Menor. El término también podría significar “hermanos del Señor” describiendo su cercanía a JesúsLa epístola de su autoría está dirigida a las Iglesias de Oriente, en particular a los judíos conversos.Oración de San Judas
Santísimo Apóstol, San Judas, fiel servidor y amigo de Jesús, la Iglesia te honra e invoca universalmente, como patrón de los casos difíciles, de las cosas casi desesperadas, Ruega por mí, que estoy tan desamparado y solo. Intercede ante Dios por mí para que lleve ayuda visible y rápida allí donde la ayuda es casi desesperada. Venid en mi ayuda en esta gran necesidad para que pueda recibir el consuelo y la ayuda del cielo en todas mis necesidades, tribulaciones y sufrimientos, particularmente
Y que pueda alabar a Dios contigo y con todos los santos por siempre. Prometo, oh bienaventurado San Judas, tener siempre presente este gran favor que Dios me ha concedido y honrarte siempre como mi especial y poderoso patrono, y fomentar con gratitud la devoción a ti.
Oración San Antonio
Glorioso San Judas Tadeo, por aquellos sublimes privilegios con los que fuiste adornado en vida, a saber, tu relación con nuestro Señor Jesucristo según la carne, y tu vocación de Apóstol, y por aquella gloria que ahora es tuya en el cielo como recompensa de tus trabajos apostólicos y tu martirio, alcánzame del Dador de todo don bueno y perfecto todas las gracias de las que estoy necesitado: (tu petición).
Que atesore en mi corazón las doctrinas divinamente inspiradas que nos has dado en tu Epístola: para construir mi edificio de santidad sobre nuestra santísima fe, rogando la gracia del Espíritu Santo; para mantenerme en el amor de Dios, esperando la misericordia de Jesucristo para la vida eterna; para esforzarme por todos los medios en ayudar a los que se extravían.
Alabe así la gloria y la majestad, el dominio y el poder de Aquel que es capaz de guardarme sin pecado y de presentarme sin mancha con gran alegría en la venida de nuestro Divino Salvador, el Señor Jesucristo. Amén.