Huesos rotos en la Biblia
Dios amoroso, te ruego que me consueles en mi sufrimiento, prestes habilidad a las manos de mis sanadores y bendigas los medios utilizados para mi curación. Dame tal confianza en el poder de tu gracia, que incluso cuando tenga miedo, pueda poner toda mi confianza en ti; por nuestro Salvador Jesucristo. Amén.
Señor Jesucristo, con tu paciencia en el sufrimiento santificaste el dolor terrenal y nos diste ejemplo de obediencia a la voluntad de tu Padre. Acércate a mí en mis momentos de debilidad y dolor; sostenme con tu gracia, para que no decaigan mi fuerza y mi valor; cúrame según tu voluntad; y ayúdame a creer siempre que lo que me suceda aquí es de poca importancia si me retienes en la vida eterna, Señor mío y Dios mío. Amén.
Señor, mírame con ojos de misericordia. Que Tu mano sanadora descanse sobre mí, que Tus poderes vivificantes fluyan en cada célula de mi cuerpo y en las profundidades de mi alma, limpiándome, purificándome, devolviéndome la integridad y la fuerza para servir en Tu Reino. Amén.
Jesús misericordioso, tú eres mi guía, la alegría de mi corazón, el autor de mi esperanza y el objeto de mi amor. Vengo en busca de refrigerio y paz. Muéstrame tu misericordia, alivia mis temores y ansiedades, y concédeme una mente tranquila y un corazón expectante, para que por la seguridad de tu presencia pueda aprender a permanecer en ti, que eres mi Señor y mi Dios. Amén.
Oración para curar la conmoción cerebral
El balón de fútbol estaba a unos seis metros de los dos, y yo sabía que llegaría primero. Pero por poco. Tal vez podría dar una buena patada, pero en el mismo instante, recibiría un buen golpe en el cuerpo. Mi hermano no tenía piedad. Era más grande que yo. No recuerdo si le di la patada o no, pero sí recuerdo el golpe en el cuerpo. Intenté agarrarme cayendo con el brazo estirado. Oí un crujido y me pareció sentir que me atravesaba el hombro.
Las horas siguientes fueron una mezcla de dolor y miedo. Sin duda, lágrimas. El amable médico que me atendió en el hospital me animó con palabras memorables. Dijo que el cuerpo humano tiene un poder de curación tan extraordinario que, cuando un hueso roto se cura adecuadamente, acaba siendo más fuerte de lo que era antes. A mi manera, esto me reconfortó. Dentro de unos meses, podría presumir de que mi brazo era extraordinariamente fuerte. Al menos los dos huesos que se habían roto lo serían. Para un niño de cuarto curso, presumir de ello era importante.
Oraciones por la salud ósea
Padre Celestial, Te doy gracias por amarme. Te agradezco por enviar a Tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, al mundo para salvarme y liberarme. Confío en Tu poder y gracia que me sostienen y restauran.Padre Amoroso, tócame ahora con Tus manos sanadoras, porque creo que Tu voluntad es que yo esté bien de mente, cuerpo, alma y espíritu. Cúbreme con la Preciosísima Sangre de Tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, desde lo alto de mi cabeza hasta la planta de mis pies. Desarraiga cualquier célula anormal y enferma. Abre cualquier arteria o vena bloqueada y reconstruye y rellena cualquier área dañada. Elimina toda inflamación y limpia cualquier infección por el poder de la Preciosa Sangre de Jesús.Deja que el fuego de Tu amor sanador pase a través de todo mi cuerpo para sanar y hacer nueva cualquier área enferma para que mi cuerpo funcione de la manera en que Tú lo creaste para funcionar. Toca también mi mente y mis emociones, hasta lo más profundo de mi corazón. Y Padre, lléname con Tu Espíritu Santo y dame poder para hacer Tus obras para que mi vida traiga gloria y honor a Tu Santo Nombre. Te lo pido en el nombre del Señor Jesucristo. Amén.
Oración católica para los huesos rotos
“Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá la puerta. Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abrirá la puerta.” Mateo 7:7-8
La oración es una herramienta esencial para la curación y es una excelente fuente de consuelo, valor y fortaleza para los que sufren. En tiempos de enfermedad, dolencia o desafío vital, nada es más importante que ofrecer la oración y unirse a los demás en la seguridad de estas oraciones.
Además de la oración, los Santos nos protegen contra el mal, ayudan a fortalecer nuestra fe y ofrecen guía espiritual y curación. Son nuestros modelos de oración y su intercesión ayuda a presentar a Dios poderosas oraciones de curación en nuestro nombre.
Nuestra línea de Santos Patronos de la Curación ofrece esperanza y consuelo a aquellos que buscan la curación a través de la intercesión de los Santos. Cada estuche de estampa y medalla incluye una estampa de alta calidad que contiene oraciones de novena específicas para la aflicción, una breve biografía del santo patrón y una medalla de plata oxidada del santo patrón.