Oraciones cuando alguien es malo contigo
Nuestra tendencia humana nos dice que nos retraigamos físicamente, que guardemos silencio o que busquemos una dulce venganza cuando alguien nos hace daño. Rara vez pensamos en rezar para que esa persona nos perdone. Pero si profesamos ser discípulos de Jesús, debemos seguir su ejemplo.
Jesús era inocente de todo mal, pero sufrió el ridículo y una muerte atroz. Mientras colgaba de la cruz, una multitud se reunió para verlo y los soldados se jugaron su ropa. Un hombre menor podría haber pasado su último aliento profiriendo maldiciones sobre ellos, pero Jesús oró,
Jesús reconoció que la multitud que vitoreaba su crucifixión y los soldados que le clavaban pinchos en las manos y los pies no eran sus verdaderos enemigos. Las fuerzas invisibles del mal, dirigidas por el mismo Satanás, eran en última instancia las que querían destruirle. Sabiendo esto, Jesús pudo orar por aquellos que se burlaban de Él y lo crucificaban.
Considera esta verdad cuando alguien te haya herido profundamente: “Porque no tenemos lucha contra seres humanos de carne y hueso, sino contra poderes malignos y autoridades del mundo invisible, contra las potestades de las tinieblas que dominan este mundo y contra espíritus malignos en las regiones celestes” (Efesios 6:12).
Oración por alguien que sufre
Los cristianos luchamos a veces con el perdón y el arrepentimiento. Cuando nos hieren, queremos justicia y venganza inmediatas. Y cuando herimos los sentimientos de otras personas, nos cuesta tragarnos nuestro orgullo, reflexionar sobre nuestros actos, aceptar nuestras faltas, arrepentirnos de nuestros pecados y enmendarlos cuando es necesario. En lugar de luchar por la paz, perseguimos el engaño y acabamos siendo derrotados. En lugar de soltarnos y dejar que Dios luche la batalla, permitimos que la carne gobierne y nos lleve a tomarnos la justicia por nuestra mano y a vengarnos siempre que podemos.
Esta lucha contra la carne es la primera lucha que debemos vencer para llegar a ser como Cristo. Cristo, que fue llevado al matadero, no abrió la boca para condenar a nadie, aunque tenía el poder de detener a sus verdugos. Ni una sola vez levantó un dedo ni pronunció una palabra de maldición, sino que oró por ellos diciendo: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen” (Isaías 53:7, Lucas 23:34).
Puede que no lo hayas hecho a propósito, pero por alguna razón que escapa a tu imaginación, puede que te hayas dado cuenta de que has herido los sentimientos de otras personas y te gustaría reconciliarte con esto ante Dios. Tal vez el Espíritu Santo te ha convencido de herir los sentimientos de otras personas y te preguntas cómo proceder. La siguiente oración bíblica te ayudará a pedir perdón a Dios y a arrepentirte de herir a los demás en lo sucesivo.
Oración católica para los que te hacen daño
Ponte en presencia de Jesucristo. Esto significa encontrar un lugar tranquilo y ponerte en estado de oración. Piensa en cosas como cuánto te ama Dios, que puedes confiar en que Dios satisfará tus necesidades, cuánto ama Dios a los pecadores, cómo perdonó Jesús a los que le crucificaron, etc.
Elige a la persona o personas a las que quieres perdonar. Este paso es más difícil de lo que parece. Mucha gente se ha convencido a sí misma de que no está enfadada con nadie. Creemos que no deberíamos estar enfadados, y por eso buscamos otras explicaciones para nuestros sentimientos. (“No estoy enfadado. Estoy justamente indignado. Además, ya la he perdonado. Creo”).
Imagina que has encontrado un poco de espacio en tu ajetreado día. Hace buen tiempo. Tienes tiempo para dar un paseo, o tomar un tentempié en el merendero local. Ahora, ¿quién es la última persona del mundo que te gustaría que se acercara o se sentara a tu mesa? ¿La persona cuya presencia te helaría la sangre?
Pon en presencia de Dios a quienes quieres perdonar. Este tipo de oración utiliza la imaginación para implicar a nuestro inconsciente en el perdón. Nuestro inconsciente nos habla en imágenes (por ejemplo, en sueños), así que ésa es la forma en que vamos a responderle. Así que cierra los ojos y visualiza a la persona que has decidido perdonar. Visualízala en el amor y la presencia de Dios, por ejemplo imaginando a Jesús de pie a su lado con su brazo alrededor de ella. O imaginando el rostro de la persona junto al de Jesús, y luego imaginando que los dos rostros se funden. O elige alguna otra imagen que refleje la realidad de que Dios ama a esta persona y desea perdonarla y sanarla.
Oración por herir a un ser querido
Hay personas de nuestro pasado que nos han herido profundamente, y cuando pensamos en lo que nos hicieron, sigue siendo doloroso. Pero, ¿qué pasaría si, en lugar de preocuparnos por cómo nos hirieron, rezáramos por ellos? Al principio, esto puede ser un reto debido a los malos sentimientos y recuerdos asociados a esa persona. Pero con el tiempo se hace más fácil y, finalmente, al rezar por ellos, nos liberamos de la angustia que nos causaron.
Hubo un tiempo en que un amigo íntimo me traicionó. Me tomó totalmente por sorpresa; nunca esperé que esta persona de confianza me dijera las cosas que me dijo y sus palabras me causaron un gran dolor. Cada vez que pensaba en esta persona, me enfurecía, pero sobre todo me dolía y me entristecía.
Al principio, recé por mí misma, pidiendo a Dios que me ayudara a entender cómo un amigo íntimo podía hacerme daño. No le encontraba sentido. No estaba en la naturaleza de esa persona actuar como lo hizo. Aunque rezaba continuamente en busca de respuestas, éstas nunca llegaban.
Entonces decidí cambiar aquello por lo que rezaba. En lugar de rezar por mí, empecé a rezar por el bienestar de mi amigo. Quizá tenía problemas personales que le hacían actuar así. Yo no lo sabía, pero Dios sí. Le pedí al Señor que le ayudara a afrontar sus problemas y, poco a poco, empecé a sentir empatía por esa persona. Mi ira, resentimiento y dolor fueron sustituidos por compasión y gracia. No fue una solución rápida; llevó tiempo, pero al final me liberé del dolor que me causaba.