Oración de confesión católica perdóname, padre
“Toda la fuerza del sacramento de la Penitencia consiste en restituirnos a la gracia de Dios y unirnos a Él en una íntima amistad”. La reconciliación con Dios es, pues, la finalidad y el efecto de este sacramento. Para aquellos que reciben el sacramento de la Penitencia con un corazón contrito y una disposición religiosa, la reconciliación “suele ir seguida de paz y serenidad de conciencia con un fuerte consuelo espiritual.” En efecto, el sacramento de la Reconciliación con Dios produce una verdadera “resurrección espiritual”, la restauración de la dignidad y de las bendiciones de la vida de los hijos de Dios, de las cuales la más preciosa es la amistad con Dios.Catecismo de la Iglesia Católica (CIC)- 1468
Oh Dios mío, sin Ti no puedo hacer nada. Tú me has dicho: “Pedid y recibiréis”. Por eso, con plena confianza en Tu promesa, te ruego que aceptes la confesión que voy a hacer y me concedas verdadera contrición por mis muchas ofensas. Salvador del mundo que te entregaste a la muerte de cruz para salvar a los pecadores, mira con misericordia a mí, pecador. No consideres mi maldad de tal manera que olvide Tu perdón. Por mis ofensas merezco la condenación, pero presumiendo del rescate de Tu sangre, pido perdón. Sana mis heridas, Señor Jesús. Envía la luz de Tu verdad a mi alma para que pueda confesar dignamente mis faltas. Dame un corazón contrito y verdadero dolor por mis ofensas. Aunque soy indigno de Tu amor, por ello acudo a Ti en busca de perdón. Ten piedad de mí, Señor, ten piedad. Amén.
Oración después de la confesión católica
La oración de confesión es una forma de reconocer nuestros pecados y arrepentirnos de ellos. A través de la oración de confesión, nos sinceramos con Dios sobre nuestros errores y la necesidad de la gracia de Dios, preparando nuestros corazones para ser limpiados por el sacrificio de Cristo y transformados por el Espíritu Santo. Muchas de las ideas para la oración de confesión de esta colección se inspiran en la Confesión de Belhar.
Respóndeme cuando te invoco, oh mi Dios justo. Alíviame de mi angustia; ten piedad de mí y escucha mi oración. ¿Hasta cuándo la humanidad convertirá tu gloria en vergüenza? ¿Hasta cuándo amará tu pueblo los engaños y buscará dioses falsos? En mi cólera he pecado; aunque tú sigues escudriñando mi corazón en busca de amor. Perdóname, Señor, y ayúdame a seguir tus enseñanzas y a vivir una vida que te agrade, para que tu rostro vuelva a brillar sobre mí. Amén.
Invoco al Señor en mi angustia, y él me responde. Sálvame, Señor, de labios mentirosos y de lenguas engañosas. ¿Qué te hará, y qué más, oh lengua engañosa? Te castigará con las afiladas flechas de un guerrero, con los carbones ardientes de la retama. Demasiado tiempo he vivido entre los que odian la paz y buscan la guerra para justificar sus medios. Enséñame a ser una persona de paz, para que pueda contribuir a llevar el amor al mundo.
Oración de confesión católica en español
Hay variaciones en la forma en que los diferentes sacerdotes celebran el sacramento de la confesión, y a veces introducen diferentes oraciones y lecturas de las Escrituras. Esta es la forma tradicional de confesarse, que contiene lo esencial de lo que debemos saber y decir. Si quieres saber más sobre el tipo de vida que debemos llevar como cristianos y qué pecados debemos evitar, consulta el “Examen de conciencia” que encontrarás más abajo.
A veces nos pone nerviosos ir a confesarnos. Pero no dejes que los nervios o el miedo te frenen. Por mucho tiempo que haya pasado, por muy grave que sea el pecado, por muy avergonzado que te sientas, no dejes que nada te impida ir a confesarte.
Recuerda que en la confesión nos encontramos con el Señor. Los sacerdotes son todos diferentes, y algunos nos gustan más que otros. Pero lo que importa es la presencia de Jesús en nuestra vida a través del ministerio del sacerdote, y no la personalidad del sacerdote. Cristo toca nuestra vida a través de cada sacerdote, sea quien sea; y cada sacerdote guardará tu confesión en absoluto secreto durante el resto de su vida.
Breve oración después de la confesión
La fuente y el fin de todos los Sacramentos es experimentar el Amor del Padre por Jesús en el Espíritu Santo. En los Sacramentos, el Espíritu Santo hace presente el Misterio de Cristo. De un modo profundamente personal y tangible, experimentamos de verdad a Dios, al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
El sacramento de la confesión es un encuentro personal con Dios a través del sacerdote. Dios toma carne humana para que puedas ver en el rostro del sacerdote la compasión de Dios, El Padre. Sentirás en las manos del sacerdote que ponen sobre tu cabeza las manos de Jesús. A través de la voz del sacerdote, oirás la voz del perdón de Dios. Es también un encuentro comunitario porque el sacerdote actúa como representante de la Iglesia. Te reconcilias no sólo con Dios, sino también con el Cuerpo de Cristo, la Iglesia.
Toda oración debe ser una relación personal con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Uno de los principales objetivos de El Padre Pródigo es ayudar a las personas a encontrar a Dios como su Padre personal, incondicionalmente amoroso, amable, alentador y misericordioso. El Sacramento de la Confesión es la experiencia definitiva de su misericordia y perdón.