Oración tradicional católica por los enfermos
Padre celestial, te doy gracias por amarme. Te doy gracias por haber enviado a Tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, al mundo para salvarme y liberarme. Confío en Tu poder y en Tu gracia que me sostienen y me restauran.Padre amoroso, tócame ahora con Tus manos sanadoras, porque creo que Tu voluntad es que yo esté bien de mente, cuerpo, alma y espíritu. Cúbreme con la Preciosísima Sangre de Tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, desde lo alto de mi cabeza hasta la planta de mis pies. Desarraiga cualquier célula anormal y enferma. Abre cualquier arteria o vena bloqueada y reconstruye y rellena cualquier área dañada. Elimina toda inflamación y limpia cualquier infección por el poder de la Preciosa Sangre de Jesús.Deja que el fuego de Tu amor sanador pase a través de todo mi cuerpo para sanar y hacer nueva cualquier área enferma para que mi cuerpo funcione de la manera en que Tú lo creaste para funcionar. Toca también mi mente y mis emociones, hasta lo más profundo de mi corazón. Y Padre, lléname con Tu Espíritu Santo y dame poder para hacer Tus obras para que mi vida traiga gloria y honor a Tu Santo Nombre. Te lo pido en el nombre del Señor Jesucristo. Amén.
Santo para los enfermos de cáncer
Oh amado San Francisco, manso y pobre, tu obediencia a Dios y tu amor sencillo y profundo por todas las criaturas de Dios te llevaron a las alturas de la perfección celestial y convirtieron muchos corazones para seguir la voluntad de Dios.Ahora en nuestros días, en nuestro ministerio a los muchos que vienen aquí en busca de paz e interceden por nosotros venimos ante el Señor con nuestras peticiones especiales…
Oh Santo Bendito de Dios, desde tu trono entre las huestes del cielo, presenta nuestras peticiones ante nuestro fiel Señor. Que tus oraciones en nuestro favor sean escuchadas y que Dios nos conceda la gracia de llevar una vida buena y fiel.
Oh amado San Francisco, manso y pobre, tu obediencia a Dios y tu amor sencillo y profundo por todas las criaturas de Dios te llevaron a las alturas de la perfección celestial y convirtieron muchos corazones para seguir la voluntad de Dios.Ahora en nuestros días, en nuestro ministerio a los muchos que vienen aquí en busca de paz e interceder por nosotros venimos ante el Señor con nuestras peticiones especiales…
Oh Santo Bendito de Dios, desde tu trono entre las huestes del cielo, presenta nuestras peticiones ante nuestro fiel Señor. Que tus oraciones en nuestro favor sean escuchadas y que Dios nos conceda la gracia de llevar una vida buena y fiel.
Santo católico para los enfermos
Porque estamos unidos por el vínculo del bautismo, la enfermedad y el sufrimiento de un miembro del Cuerpo de Cristo afecta también a todos los demás. Nadie está destinado a sufrir solo, sin el apoyo de una comunidad de fe afectuosa y solidaria. Por favor, mantengan informado al personal de nuestra parroquia sobre la enfermedad o muerte de familiares o vecinos de la parroquia para que toda nuestra comunidad parroquial pueda recordarlos en la oración y ofrecerles nuestra atención pastoral.
La atención ofrecida por la Iglesia puede considerarse como un continuo, que comienza cuando una persona empieza a estar enferma y le sigue a ella y a su familia a medida que la enfermedad progresa y, si es necesario, en el proceso de la muerte. El continuo puede esbozarse así:
Lo que es muy importante señalar es que la unción de los enfermos no es el último punto de este continuo. En otras palabras, aunque comúnmente se la denomina “la extremaunción”, no siempre llega “en último lugar”. Por esta razón, la Iglesia anima a la gente a no esperar hasta que alguien esté cerca de la muerte para solicitar el sacramento de la unción de los enfermos. En cambio, cuando una persona comienza a estar gravemente enferma, ese es el momento de solicitar la unción de los enfermos. Esta unción puede tener lugar en casa del enfermo, en la iglesia durante o después de la misa, en un hospital o en una residencia de ancianos. Dado que la enfermedad afecta no sólo al enfermo, sino a toda la familia, suele ser útil planificar la unción de modo que la familia y sus amigos puedan estar presentes, así como el enfermo.
Oración católica por los enfermos y moribundos
“Señor, haz de mí un instrumento de tu paz.Donde haya odio, que yo siembre amor,Donde haya injuria, perdón;Donde haya duda, fe;Donde haya desesperación, esperanza;Donde haya tinieblas, luz;Y donde haya tristeza, alegría. Oh Divino Maestro, concédeme que no busque tanto ser consolado como consolar,Ser comprendido como comprender,Ser amado como amar.Porque es dando como recibimos,Es perdonando como somos perdonados,Y es muriendo como nacemos a la vida eterna.”
“Señor, haz de mí un instrumento de tu paz;que donde haya odio, siembre amor;donde haya injuria, perdón;donde haya duda, fe;donde haya desesperación, esperanza;donde haya tinieblas, luz;y donde haya tristeza, alegría. Haz que no busque tanto ser consolado como consolar; ser comprendido, como comprender; ser amado, como amar; porque es dando como recibimos; es perdonando como somos perdonados; y es muriendo [a nosotros mismos] como nacemos a la vida eterna.”
“Dichoso el siervo que ama a su hermano tanto cuando está enfermo e inútil como cuando está bien y puede servirle. Y bienaventurado el que ama a su hermano tanto cuando está lejos como cuando está a su lado, y que no diría nada a sus espaldas que no pudiera, por amor, decir delante de él.”