Rezo del rosario en español
Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Santa María, ayuda a los necesitados, da fuerza a los débiles, consuela a los afligidos, ruega por el pueblo de Dios, asiste al clero, intercede por los religiosos. María,todos los que buscan tu ayuda,experimentan tu protección indefectible.Amén.
Reina mía,Madre mía,me ofrezco enteramente a ti. Y para mostrarte mi devoción, te ofrezco hoy mis ojos, mis oídos, mi boca, mi corazón, todo mi ser sin reservas. Por lo tanto, buena Madre, ya que soy tuyo, guárdame, guárdame como tu propiedad y posesión. Amén.
Oh Santísima Virgen María, Reina del Santísimo Rosario, que te complaciste en aparecer a los niños de Fátima y revelarles un mensaje glorioso. Te suplicamos que inspires en nuestros corazones un ferviente amor por el rezo del Rosario. Que, meditando los misterios de la redención que en él se recuerdan, obtengamos las gracias y virtudes que te pedimos, por los méritos de Jesucristo, nuestro Señor y Redentor.Amén.
Estampa de Nuestra Señora del Rosario
El Rosario es una oración meditativa basada en las Escrituras. Cuando rezamos el Rosario, pedimos a María que ruegue por nosotros mientras buscamos acercarnos más a su hijo Jesús contemplando su vida, muerte y resurrección.
En su carta apostólica Rosarium Virginis Mariae de 2002, el Papa Juan Pablo II escribió que con el Rosario, “el pueblo cristiano se sienta a la escuela de María y es conducido a contemplar la belleza del rostro de Cristo y a experimentar la profundidad de su amor”.
El Rosario sigue siendo hoy una oración importante. En mayo de 2022, el Papa Francisco pidió a los cristianos que rezaran “el Santo Rosario por la paz” en respuesta a la guerra en Ucrania. En noviembre de 2022, el arzobispo Cordileone de San Francisco invitó a los fieles a rezar un “Rosario por la paz” el día de las elecciones.
A principios del siglo XIII, Santo Domingo predicó el Evangelio para combatir diversas herejías, y fundó la Orden de los Dominicos para llevar a cabo esta labor de difusión de la Buena Nueva. Sin embargo, a pesar de sus esfuerzos, la herejía seguía reapareciendo, por lo que invocó a la Santísima Virgen María para que le guiara. La tradición sostiene que María se le apareció en 1221 y le transmitió la devoción del Rosario, animándole a compartir la oración con los demás. Muchos creen también que el origen histórico del Rosario se encuentra en la práctica monástica de recitar 150 salmos cada semana, una práctica que además se extendió a la repetición de Avemarías.
Oración de la novena del Santo Rosario
Padre nuestro, que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día y perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; y no nos dejes caer en la tentación, mas líbranos del mal.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte.
San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla. Sé nuestra defensa contra la maldad y las asechanzas del Diablo. Que Dios lo reprenda, te rogamos humildemente, y tú, oh Príncipe de las huestes celestiales, con el poder de Dios, arroja al infierno a Satanás y a todos los espíritus malignos, que merodean por el mundo buscando la ruina de las almas.
Dios mío, de todo corazón me arrepiento de mis pecados. Al elegir hacer el mal y dejar de hacer el bien, he pecado contra ti, a quien debería amar sobre todas las cosas. Me propongo firmemente, con tu ayuda, hacer penitencia, no pecar más y evitar todo lo que me lleve a pecar. Nuestro Salvador Jesucristo sufrió y murió por nosotros. En su nombre. Dios mío, ten piedad.
Oración de Nuestra Señora del Rosario
Como todas las oraciones a los Santos, nuestras oraciones a la Virgen María se basan en el poder especial de los Santos para interceder por nosotros ante Cristo y el Padre. Pero como María tiene un papel único en la salvación, y una relación única con la Trinidad, nuestras oraciones a la Santísima Virgen también se basan en su poder especial de intercesión.
“María es la Orans (orante) perfecta, una figura de la Iglesia. Cuando le rezamos, nos adherimos con ella al designio del Padre, que envía a su Hijo para salvar a todos los hombres. Como el discípulo amado, acogemos en nuestra casa a la madre de Jesús, que se ha convertido en la madre de todos los vivientes. Podemos rezar con ella y a ella. La oración de la Iglesia está sostenida por la oración de María y unida a ella en la esperanza”. (Catecismo, 2679)
“A causa de la singular cooperación de María con la acción del Espíritu Santo, la Iglesia ama orar en comunión con la Virgen María, magnificar con ella las grandes cosas que el Señor ha hecho por ella y confiarle súplicas y alabanzas.” (Catecismo, 2682)