Oraciones Para Finalizar El Santo Rosario
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Oraciones para finalizar el santo rosario

Maria Asunción
Maria Asunción

Letanía después del rosario

Oh Dios, cuyo Hijo unigénito, por su vida, muerte y resurrección, nos ha comprado el premio de la vida eterna. Concédenos, te suplicamos, que meditando estos misterios del santísimo Rosario de la bienaventurada Virgen María, imitemos lo que contienen y obtengamos lo que prometen, por el mismo Cristo nuestro Señor. Amén.

Derrama, Señor, tu gracia en nuestros corazones, para que nosotros, a quienes la encarnación de Cristo, tu Hijo, fue dada a conocer por el mensaje de un ángel, podamos, por su pasión y cruz, ser llevados a la gloria de su resurrección, por el mismo Cristo nuestro Señor. Amén.

Esta oración a San José -esposo de la Virgen María, padre adoptivo de Jesús y patrono de la Iglesia universal- fue compuesta por el Papa León XIII en su encíclica de 1889, Quamquam Pluries. Pidió que se añadiera al final del Rosario, especialmente durante el mes de octubre, dedicado al Rosario. La oración está enriquecida con una indulgencia parcial (Manual de Indulgencias, conc. 19) y puede rezarse después de la Salve Regina habitual y de la oración final. También puede utilizarse para concluir otras devociones marianas. (De www.usccb.org)

¿Cómo se reza una breve oración final?

Gracias, Señor, por tu presencia con nosotros en este día. Al partir ahora de este espacio, te pedimos que nos bendigas durante el resto del día y nos guíes sanos y salvos a casa.

¿Qué se dice al final de la oración católica?

El sacerdote reza: “Que Dios todopoderoso os bendiga, el Padre, y el Hijo, y el Espíritu Santo”. Respondemos: Amén. El Sacerdote o el Diácono dice entonces: “La Misa ha terminado, id en paz a amar y servir al Señor”. Respondemos: Gracias a Dios.

Rezo final del rosario y memorare

Oh Dios, cuyo Hijo unigénito, con su vida, muerte y resurrección, nos ha comprado el premio de la vida eterna, concédenos, te suplicamos, que, meditando estos misterios del santísimo Rosario de la santísima Virgen María, imitemos lo que contienen y obtengamos lo que prometen. Amén.

El “Memorare”, que en latín significa “recordar”, se cree que fue compuesto por el cisterciense San Bernardo de Claraval, y fue popularizado en el siglo XV por el sacerdote francés Claudio Bernardo. Al cristiano creyente que recita esta oración se le concede una indulgencia parcial.

Acuérdate, oh graciosísima Virgen María, de que nunca se ha sabido que nadie que haya acudido a tu protección, implorado tu ayuda y buscado tu intercesión, haya quedado sin ayuda. Inspirado por esta confianza, acudo a ti, oh Virgen de las vírgenes, Madre mía, a ti acudo, ante ti me presento pecador y dolorido. Amén.

San Miguel Arcángel,defiéndenos en la batalla.Sé nuestra protección contra la maldad y las asechanzas del demonio.Que Dios lo reprenda te lo pedimos humildemente;y haz tú,oh Príncipe de las Huestes Celestiales,por el poder de Dios,arrojar al infierno a Satanás y a todos los demás espíritus malignos,que vagan por el mundo buscando la ruina de las almas. Amén.

2 oraciones después del rosario

El Rosario es una oración basada en las Escrituras. Comienza con el Credo de los Apóstoles, que resume los grandes misterios de la fe católica. El Padre Nuestro, que introduce cada misterio, procede de los Evangelios. La primera parte del Ave María son las palabras del ángel anunciando el nacimiento de Cristo y el saludo de Isabel a María. San Pío V añadió oficialmente la segunda parte del Ave María. Los misterios del Rosario se centran en los acontecimientos de la vida de Cristo. Hay cuatro grupos de misterios: Gozosos, Dolorosos, Gloriosos y -añadidos por San Juan Pablo II en 2002- los Luminosos.

La repetición del Rosario está pensada para conducirnos a una oración reposada y contemplativa relacionada con cada Misterio. La suave repetición de las palabras nos ayuda a entrar en el silencio de nuestro corazón, donde habita el espíritu de Cristo. El Rosario puede rezarse en privado o en grupo.

“En el sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David, y el nombre de la virgen era María.” – Lucas 1:26-27

Cómo terminar el rezo del rosario después de may the divine assistance

El Rosario es una oración basada en las Escrituras. Comienza con el Credo de los Apóstoles, que resume los grandes misterios de la fe católica. El Padre Nuestro, que introduce cada misterio, procede de los Evangelios. La primera parte del Ave María son las palabras del ángel anunciando el nacimiento de Cristo y el saludo de Isabel a María. San Pío V añadió oficialmente la segunda parte del Ave María. Los misterios del Rosario se centran en los acontecimientos de la vida de Cristo. Hay cuatro grupos de misterios: Gozosos, Dolorosos, Gloriosos y -añadidos por San Juan Pablo II en 2002- los Luminosos.

La repetición del Rosario está pensada para conducirnos a una oración reposada y contemplativa relacionada con cada Misterio. La suave repetición de las palabras nos ayuda a entrar en el silencio de nuestro corazón, donde habita el espíritu de Cristo. El Rosario puede rezarse en privado o en grupo.

“En el sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David, y el nombre de la virgen era María.” – Lucas 1:26-27

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