Significado de la oración eficaz
“La oración eficaz … del justo vale mucho”. Esta condición bíblica es a menudo minimizada o totalmente ignorada, incluso por personas que están profundamente involucradas en el movimiento de oración y adoración hoy en día.
No hay tal cosa como una persona que es tan madura en la justicia que está por encima de toda tentación y nunca se queda corto en su caminar con Dios. En otras palabras, las oraciones de una “persona justa” incluyen las oraciones de personas imperfectas y débiles-como tú y yo-que sinceramente buscamos caminar en rectitud aun cuando tropezamos en nuestra debilidad. Estoy tan agradecido por la gloriosa realidad de la gracia de Dios.
El apóstol Juan declaró que el Señor nos escucha y nos responde porque guardamos sus mandamientos y hacemos las cosas que le agradan: “Todo lo que pedimos lo recibimos de Él, porque guardamos sus mandamientos y hacemos lo que le agrada” (1 Jn. 3:22). La oración no sustituye a la obediencia.
He conocido a quienes se imaginan que si oran y ayunan más, pueden andar en un poco de inmoralidad o ser deshonestos en sus finanzas o calumniar a las personas que causan presión en sus vidas. Piensan que ser más celosos en las disciplinas espirituales equilibrará las áreas de compromiso persistente. Pero orar más no compensa los pecados no arrepentidos que deliberadamente seguimos cometiendo, como deja claro este versículo de Isaías: “Tus pecados han ocultado de ti su rostro, para no oírte” (Isa. 59:2).
La oración del justo es poderosa y eficaz kjv
Santiago hace mucho hincapié en la oración. Al concluir su carta, Santiago vuelve sobre el tema, instando a los creyentes a “confesar vuestras ofensas unos a otros, y orar unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho” (Santiago 5:16).
El libro de Santiago rebosa de consejos prácticos para afrontar cualquier situación de la vida cristiana. El sufrimiento y la enfermedad presentan desafíos únicos, y para ellos Santiago da este consejo: “¿Alguno de ustedes sufre penurias? Orad… ¿Alguno de vosotros está enfermo? Pidan a los ancianos de la iglesia que vengan y oren por ustedes, ungiéndolos con aceite en el nombre del Señor. Tal oración ofrecida con fe sanará a los enfermos, y el Señor os curará. Y si has cometido algún pecado, te será perdonado” (St 5,13-15).
La palabra griega original traducida como “enfermo” en el pasaje se refiere a una enfermedad grave. Cuando un creyente se enferma gravemente, debe ponerse en contacto con los ancianos de la iglesia, que son los responsables de supervisar las necesidades espirituales dentro de la iglesia. Los ancianos deben orar. Santiago subraya la importancia de la oración en la curación. Dios es el sanador, la fuente de toda curación (Éxodo 15:26), así que debemos buscarle cuando tengamos una necesidad.
Escritura de la oración ferviente y eficaz
Santiago sigue animando a sus lectores a expresar su dependencia de Dios. Esto se hace participando en la oración. En versículos anteriores, les ha pedido que respondan a los problemas orando a Dios, que respondan a la alegría entonando cánticos de alabanza y que respondan a la enfermedad o a la debilidad espiritual pidiendo a los ancianos de la iglesia que oren por ellos.
Aquí, en el versículo 16, Santiago escribe que debería ser práctica común de los cristianos confesar nuestros pecados unos a otros y orar unos por otros, para que podamos ser sanados. Como en los versículos anteriores, algunos biblistas interpretan aquí la palabra “sanados” como una referencia a la curación de una enfermedad física. Otros entienden que se refiere a la curación del desánimo y la debilidad espiritual. En cualquier caso, esta curación requiere dos cosas por parte de los cristianos.
Debemos confesarnos nuestros pecados y orar unos por otros. Santiago no ofrece detalles sobre cómo debe ser esto en la práctica. ¿Debemos presentarnos ante la congregación de la iglesia y anunciar todos nuestros pecados de la semana anterior? Parece poco probable. Lo más probable es que Santiago tenga en mente la idea de que los cristianos mantengan una estrecha relación con otros cristianos. Necesitamos compañeros con los que podamos ser vulnerables. En ese entorno, cada uno podría reconocer ante el otro qué pecados le resultan más difíciles, y todos podrían rezar unos por otros para superar esos pecados.
Cómo hacer una oración ferviente y eficaz
Como hijos de Dios, no debemos contentarnos con oraciones débiles. Debemos desear tener una vida de oración entusiasta y eficaz. La iglesia, siendo conocida como “la casa de oración”, debe rebosar con la oración eficaz de los santos de Dios. Podemos estar cortos de recursos financieros, o débiles en nuestra fuerza física, o despreciados y ridiculizados por aquellos que son hostiles hacia las doctrinas bíblicas a las que nos aferramos, pero el poder de la oración nos pertenece.
La clave para que la oración sea eficaz no es que se reúna un grupo muy grande de personas para orar, ni que se siga un modelo o estilo particular de reunión de oración, ni que celebremos reuniones de oración muy largas. Aunque algunos de esos aspectos de la oración son buenos y deseables, la eficacia de nuestra oración está relacionada con la santidad de nuestras vidas.
Según Santiago 5:16, la oración enérgica y eficaz procede de “un hombre justo”. En el contexto de nuestro versículo, el hombre justo es el que confiesa sus pecados a aquel a quien ha ofendido para que se reconcilien y oren juntos. Es un hombre que busca vivir una vida de pureza, paz y oración. La oración eficaz pertenece a quienes se dedican a vivir una vida santa, amistosa y de oración.