Oracion A San Jose Dormido Para Pedir Un Favor
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Oración a san josé dormido para pedir un favor

Maria Asunción
Maria Asunción

Oración de san josé dormido pdf

La historia humana y religiosa de Jorge Mario Bergoglio, el futuro Papa Francisco, ha estado ligada desde el principio a una figura particular muy querida por los cristianos de todo el mundo: la de San José. Una delgada conexión, hecha de coincidencias a menudo fortuitas y de un encadenamiento de pequeñas y grandes piezas que pueden, con el tiempo, crear un diseño extraordinariamente vivo y de fuerte simbolismo.

Es en la iglesia de San José de Buenos Aires, en 1953, donde Jorge Mario Bergoglio, de diecisiete años, descubre su vocación y decreta su deseo de dedicar su vida a Dios y a los hombres. Tantos años más tarde, en el día de San José, 19 de marzo 2013, que este niño se convirtió en un hombre se dedica a la función del Pontífice y Padre de la Iglesia.

El Papa Francisco ha tenido un largo y arduo camino que ha afrontado con valentía, determinación y optimismo. Es un viaje que no ha emprendido solo. El Papa Francisco ha querido tener consigo a San José, un buen guía, un protector silencioso pero atento. Todavía hoy, en el estudio privado del Papa en la Casa Santa Marta, hay dos estatuas que representan al santo. Una en particular es muy querida por el Papa y le ha acompañado desde su vida en el Colegio Máximo San Miguel, del que fue rector. Es una imagen inusual para nosotros, pero muy común entre los fieles latinoamericanos: una estatua de San José durmiendo.

Poderosa oración a san josé dormido

José, el hombre silencioso de los Evangelios, está en la línea de los grandes hombres de fe del Antiguo Testamento. Se le describe como un “hombre justo”, un hombre recto e íntegro. Está en la tradición de Abraham, a quien Dios llamó “camina delante de mí y sé recto” (Gn 17,1), y de Moisés, a quien dijo que fuera “enteramente sincero”, “enteramente fiel” (Dt 18,13). Durante siglos, su lugar en la historia de Jesús pasó relativamente desapercibido. Poco a poco, en la tradición católica, fue reconocido como patrono de los padres de familia, de los ecónomos y procuradores, de los trabajadores manuales, especialmente de los carpinteros, y de todos los que desean una muerte santa[1].

La parroquia de Buenos Aires donde creció el Papa Francisco está dedicada a San José. Solemnemente inaugurado el 19 de marzo de 2013, el pontificado de Francisco se pone bajo la protección de San José. Una de las pocas cosas que el Papa envió desde Argentina tras su elección es una estatua que tenía. Representa al santo acostado y dormido, una referencia a los relatos evangélicos de San José recibiendo el consejo de los ángeles en varios sueños. El Papa desliza trozos de papel con peticiones de oración bajo el pedestal de la estatua, que está justo fuera de su habitación en la Casa de Santa Marta[2].

Devoción a san josé dormido

La oración católica “Antigua oración a San José” se considera una poderosa novena (recitada durante nueve días seguidos) a San José, padre adoptivo de Cristo. Después de la Virgen María, los católicos romanos creen que San José es el santo más querido y eficaz del cielo, además de guardián y protector de la Iglesia.

Esta oración se distribuye a menudo en estampas con pruebas del poder de esta oración. “Esta oración fue encontrada en el año 50 de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. En 1505, fue enviada por el Papa al emperador Carlos cuando iba a la batalla. Quienquiera que lea esta oración, la escuche o la tenga consigo, nunca morirá de muerte súbita ni se ahogará, ni el veneno hará efecto en él, ni caerá en manos del enemigo, ni se quemará en ningún fuego, ni será vencido en batalla. Pide durante nueve mañanas cualquier cosa que desees. Nunca se ha sabido que falle, siempre que la petición sea para el propio beneficio espiritual o para aquellos por los que estamos rezando.”

Significado de la estatua durmiente de san josé

“Oh San José,eres un hombre muy favorecido por el Altísimo.El ángel del Señor se te apareció en sueños,mientras dormías,para advertirte y guiarte mientras cuidabas de la Sagrada Familia.Fuiste a la vez silencioso y fuerte,un protector leal y valiente.

Querido San José, mientras descansas en el Señor, confiado en su poder absoluto y en su bondad, mírame. Por favor, lleva mi necesidad… (menciona aquí tu petición) …a tu corazón, sueña con ella y preséntala a tu Hijo. Ayúdame entonces, buen San José, a escuchar la voz de Dios, a levantarme y a actuar con amor. Alabo y doy gracias a Dios con alegría. San José, te amo. Amén”.

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