Oración a san benito para alejar las malas energías 2022
Nacida en Roma hacia el año 250 d.C. y celebrada cada año el 18 de agosto, Santa Elena es la madre del emperador Constantino el Grande, que en el año 313 d.C., con su famoso edicto, difundió el cristianismo por todo el Imperio Romano. En seguida mostró las más excelentes dotes de sabiduría y bondad de espíritu. Su delicadeza y modestia atrajeron la atención del joven oficial Constanza Clore, que la quiso en matrimonio y se la llevó consigo a Dardania, donde había nacido y poseía algunas tierras. Algunos eruditos sostienen, en cambio, que nació en Drepanum, en la actual Turquía; ciudad rebautizada más tarde como Helenópolis (“ciudad de Helena”) en su honor, por su futuro hijo, Constantino el Grande.
Santa Elena es famosa no sólo por ser la madre de Constantino el Grande, sino también por ser quien encontró la cruz en la que Jesús fue crucificado en el Gólgota. Por este motivo, se la considera patrona de los arqueólogos y se la suele representar con una cruz a su lado. Procedía de una familia pagana y, precisamente por su conversión al cristianismo, fue considerada patrona de los conversos. Su historia personal y familiar condicionó aún más su patronazgo. Como tuvo numerosos problemas en su matrimonio con Constance Chlore, que tanto la deseaba como esposa, hoy se la considera la patrona de los matrimonios y divorcios difíciles. Por esta razón, hoy en día, muchos cristianos divorciados, separados o que atraviesan un momento delicado en su matrimonio, dirigen sus oraciones a Santa Elena.
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Oh Dios de bondad y misericordia, a tu guía paternal encomendamos nuestra familia, nuestra casa y todas nuestras pertenencias. Encomendamos todo a tu amor y custodia; llena esta casa con tus bendiciones, como llenaste con tu presencia la santa Casa de Nazaret.
Aleja de nosotros, por encima de todo, la mancha del pecado, y haz que sólo Tú reines en medio de nosotros por tu ley, por tu santísimo amor y por el ejercicio de toda virtud cristiana. Que cada uno de nosotros Te obedezca, Te ame y se proponga seguir en su propia vida Tu ejemplo, el de María, Tu Madre y nuestra Madre amantísima, y el de Tu intachable guardián, San José.
Protégenos a nosotros y a nuestra casa de todos los males y desgracias, pero concédenos estar siempre resignados a tu divina voluntad incluso en las penas que te plazca enviarnos. Por último, concédenos a todos la gracia de vivir en perfecta armonía y en la plenitud del amor hacia el prójimo. Haz que cada uno de nosotros merezca por una vida santa el consuelo de tus santos Sacramentos en la hora de la muerte. Oh Jesús, bendícenos y protégenos.
Oración a San Benito para la curación
– CAPÍTULO 6 – RESTRICCIÓN DE LA LENGUASigamos el consejo del Profeta: Dije: He resuelto vigilar mis caminos para no pecar nunca con mi lengua. He puesto guardia en mi boca. Callé y me humillé, y me abstuve incluso de las buenas palabras (Sal 38[39],2-3). Aquí el Profeta indica que hay ocasiones en que las buenas palabras deben dejarse de decir por estima al silencio. Con mayor razón, pues, hay que refrenar las malas palabras para evitar el castigo por el pecado. De hecho, tan importante es el silencio que rara vez se debe conceder permiso para hablar, ni siquiera a los discípulos maduros, por muy buenas o santas o constructivas que sean sus palabras, porque está escrito: En un torrente de palabras no evitarás el pecado (Prov 10,19); y en otro lugar, La lengua tiene la llave de la vida y de la muerte (Prov 18,21). Hablar y enseñar es tarea del maestro; el discípulo debe callar y escuchar.Por eso, cualquier petición a un superior debe hacerse con toda humildad y respetuosa sumisión. Condenamos absolutamente en todos los lugares cualquier vulgaridad y chismorreo y charla que lleve a la risa, y no permitimos que un discípulo participe en palabras de ese tipo.
Oración de San Benito para la protección espiritual
Pulse aquíPulse aquí para abrir la presentaciónMuchos conocen la Medalla Jubilar de San Benito, un sacramental de la Iglesia tradicionalmente conocido por su capacidad para proteger contra las influencias demoníacas. En la medalla hay grabada una poderosa oración que puede rezarse con regularidad. En el reverso de la medalla, dentro de la cruz del centro, figuran las siguientes letras que representan una oración en latín contra Satanás: C. S. S. M. L. (Crux Sacra Sit Mihi Lux): “La Santa Cruz sea mi luz”.