La larga oración de curación
Acerca de este documento (pulse para más)Resumen:Comparación de variaciones menores entre dos versiones publicadas de la Larga oración curativa de Bahá’u’lláh, una transliteración paralela a la traducción autorizada, un memorando de la Casa Universal de Justicia y un escaneo del original árabe.Notas:Véase también el vídeo en Youtube del autor sobre su presentación en el Wilmette Institute “La Larga oración curativa de Bahá’u’lláh: La Metafísica de la Unidad” (julio de 2020), sus notas de presentación [PDF, fuera del sitio], y La ‘Larga Oración Curativa’ de Bahá’u’lláh (Lawḥ-i-Anta’l-Káfí) a la luz de una Metafísica de la Unidad (2022). Y véase Larga oración de curación: Original árabe, transliteración y traducción (Utterance Project, 2021).
La Sra. Ghada Shawki presenta una recitación de esta oración, con fondo musical y pronunciaciones en árabe: youtube.com/watch?v=kuw86w45yBM. En algunos versos pronuncia los marcadores gramaticales al final de los tres nombres iniciales de Dios y en otros no.
Oración de curación bahá’í en español
Padre de toda la creación, tú que dijiste una simple orden y trajiste la luz de la oscuridad. Te invoco en este momento para que envíes tu poder milagroso a todos los aspectos de mi existencia.
Te pido que me colmes ahora con el mismo poder milagroso que usaste cuando me creaste dentro del vientre de mi madre. Señor, así como me has creado a tu imagen y semejanza, también ahora puedes darme nueva forma y restaurar mi salud.
Por favor, Padre, lléname de tu poder sanador. Echa fuera todo lo que no debe residir dentro de mí. Te pido que arregles todo lo que está roto, arranques de raíz toda enfermedad y dolencia, desatasques todas las arterias y venas obstruidas, restaures mis órganos internos.
Te ruego que no permitas las amenazas de mis enemigos sino que, por el contrario, me conviertas en un testamento viviente que predique Tus bendiciones todos los días de mi existencia. Te agradezco por Tus respuestas y En el Nombre de Jesús Te Ruego, Amén.
Señor, confiado espero recibir Tu santa gracia. Jesús, Te amo con todo mi corazón y toda mi alma. Me arrepiento de todo corazón de mis pecados y Te imploro, oh buen Jesús, que me des la fuerza para superarlos.
Oración bahá’í de curación para un niño
Lawh-i-Anta’l-Kafi o la Larga Oración de Sanación (también conocida como Lawh-i-Shifá y Lawh al-Shafá al-Tawíl) es una oración escrita en árabe por Baháʼu’lláh, fundador de la Fe baháʼí, en el período de ‘Akká.[1] La traducción autorizada al inglés fue realizada en 1980 por Habib Taherzadeh y un Comité del Centro Mundial Baháʼí.
La oración termina con una súplica de curación y protección, e incluye la frase “protege al portador de esta Tabla bendita, y a quien la recite, y a quien se acerque a ella, y a quien pase por la casa donde esté. Sana, pues, con ella a todo enfermo, doliente y pobre”, que confiere a esta oración su carácter talismánico[3].
El compositor noruego Lasse Thoresen compuso una pieza de música coral para el Festival Internacional de Música de Bergen en mayo de 1996, en la que se cantaba la Larga Oración Curativa, primero en el árabe original y luego en inglés[4].
Baháʼu’lláh escribió varias oraciones curativas más, entre ellas una oración para las mujeres, otra para los niños y una conocida oración breve que comienza con la frase “Tu Nombre es mi curación”, que forma parte de la Lawh-i-Tibb (Tabla para un médico) de Baháʼu’lláh[5]. También hay una oración para la protección contra la “calamidad y la pestilencia” (epidemias)[6][7].
Te ruego por el océano de tu curación
“Recurrid, en tiempos de enfermedad, a médicos competentes; no hemos dejado de lado el uso de medios materiales, más bien lo hemos confirmado por medio de esta Pluma, que Dios ha hecho que sea la Aurora de Su Causa resplandeciente y gloriosa”.
“… Las oraciones que fueron escritas con el propósito de curar son tanto para la curación espiritual como para la material. Por lo tanto, cántalas para la curación espiritual y material. Si la curación es lo mejor para el paciente seguramente le será concedida. Para algunos enfermos, la curación será la causa de otros males. Así es como la sabiduría no decreta la respuesta a algunas oraciones.
“¡Oh sierva de Dios! Continúa en la curación de corazones y cuerpos y busca la curación para los enfermos volviéndote hacia el Reino Supremo y poniendo el corazón en obtener la curación mediante el poder del Más Grande Nombre y por el espíritu del amor de Dios.”
“Hay dos maneras de curar la enfermedad, medios materiales y medios espirituales. El primero es por el tratamiento de los médicos; el segundo consiste en las oraciones ofrecidas por los espirituales a Dios y en volverse hacia Él. Ambos medios deben ser utilizados y practicados.