Oración de Dios
Cuando le pedimos a Dios que nos perdone, le estamos pidiendo que borre nuestros pecados de Su corazón. Esto significa que Él ya no los ve como algo malo. Si realmente creemos que Dios nos perdona, entonces no deberíamos preocuparnos por si hemos pecado o no contra Él. En vez de eso, debemos enfocarnos en arrepentirnos de esos pecados.
¡Alabado sea Dios! Y os agradezco a todos vuestras oraciones por mi novio. Su médico finalmente encontró un medicamento que funciona para su enfermedad. Hace más de un año que lo está tomando y ha vuelto a llevar una vida normal. ¡Aleluya!
Dios os bendiga a todos por hacer lo que hacéis. Nunca me hubiera imaginado poder rezar en la tumba de Jesús y, al ofrecer este servicio, siento que él me escuchó igual que si yo hubiera estado allí. Por favor, sepan cuánto los aprecio. Dios les bendiga.
Alabado sea Dios Todopoderoso. Mis oraciones fueron escuchadas. Sufrí hemorroides durante un mes. Recé mucho y envié mis peticiones a Holy Land Prayer. Verdaderamente, el Dios de Israel es fiel a su promesa de que yo soy el Dios que te sana.
Dios perdona mis pecados
Todos podemos pensar en ocasiones en las que no hemos estado a la altura de lo que sabemos que es correcto y bueno. Momentos en los que nos sentimos culpables y tristes por nuestras palabras o acciones. Si hemos herido a otros, nos hemos alejado de Dios, o no hemos actuado cuando sabíamos que era lo correcto, cada uno de nosotros conoce bien las historias de nuestros propios defectos. Afortunadamente, la vida de fe ofrece el remedio perfecto del perdón: una opción es expresar honesta y humildemente el dolor por el pecado en la oración privada. Aunque esto es importante, los católicos también tienen una forma especial de pedir perdón a Dios a través del Sacramento de la Confesión (también conocido como Reconciliación). Aquí es donde decimos nuestros pecados en voz alta a Dios en presencia de un sacerdote ordenado. Puede resultar intimidante, pero un poco de preparación previa le dará la confianza necesaria para acercarse al confesionario.
Una buena práctica consiste en examinar primero nuestra vida en oración privada, haciendo un “examen de conciencia” y anotando las veces concretas en las que hemos fallado. Las faltas más graves son las que solemos decir en confesión. También ayuda conocer una versión de la oración que ofrecemos después de nombrar nuestros pecados. Se llama Acto de Contrición. Nos ayuda a formular y expresar el dolor por nuestros pecados y el deseo sincero de cambiar para seguir adelante.
Oración contra los pecados
Pedir a Dios que perdone tus pecados es un proceso importante. Es importante que admitas lo que hiciste mal y que realmente te arrepientas de haberlo hecho. Debes venir a Dios, orar usando las escrituras y pedirle que te perdone. Luego debe creer que lo ha hecho. Después de ser perdonado, trabaje para dejar atrás el pecado y vivir una nueva vida.
Resumen del ArtículoXTPara pedirle perdón a Dios, primero admita su pecado sin justificarlo ni excusarlo, diciendo algo como: “Padre, le quité 5 dólares a mi hermano sin preguntarle”. Luego, dile a Dios que sabes que estuvo mal y discúlpate por tu debilidad. También puedes incorporar las Escrituras en tu oración, como Romanos 6:23 o Juan 3:16 para ayudarte a encontrar las palabras adecuadas. Una vez que hayas confesado tu pecado a Dios, pídele perdón diciendo algo como: “Por favor, perdóname por mi debilidad en ese momento”. Cuando hayas terminado de rezar, acepta el perdón de Dios, ya que te ama y siempre perdonará tus pecados cuando te arrepientas de ellos. Para más consejos, incluyendo cómo evitar volver a cometer los mismos pecados, ¡sigue leyendo!
Cómo pedir perdón a Dios
El Antiguo Testamento es un libro de historia de las enseñanzas de Dios. Dios se presenta constantemente a su pueblo, éste le sigue y obedece durante un tiempo, y luego se aleja de él. Esto lleva a que la humanidad vuelva a necesitar a Dios, a que un verdadero creyente pida ayuda a Dios y a que Dios acuda en su rescate. La humanidad se aleja constantemente de este círculo de amor.
Afortunadamente Dios nos ha dado a Jesús para nuestra salvación. Jesús vivió una vida perfecta para que las personas que vengan después de él sean perdonadas. Jesús resistió la maldad de la humanidad y murió en la cruz, llevándose consigo los pecados del mundo. Jesús nos enseñó que todo lo que tenemos que hacer para ir al cielo es creer en él y en su sacrificio.
Juan 3:16 dice “Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.” Como cristianos y firmes creyentes en Jesús pedimos la salvación y nos es concedida, hacemos todo lo posible por vivir según los mandamientos de Dios, pero aun así nos quedamos cortos. Excepto ahora, podemos arrepentirnos de nuestros pecados, y continuar tratando de hacer lo mejor por nuestro Señor.