Oración del Día de la Expiación
Padre nuestro, que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día y perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; y no nos dejes caer en la tentación, mas líbranos del mal.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte.
San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla. Sé nuestra defensa contra la maldad y las asechanzas del Diablo. Que Dios lo reprenda, te rogamos humildemente, y tú, oh Príncipe de las huestes celestiales, con el poder de Dios, arroja al infierno a Satanás y a todos los espíritus malignos, que merodean por el mundo buscando la ruina de las almas.
Dios mío, de todo corazón me arrepiento de mis pecados. Al elegir hacer el mal y dejar de hacer el bien, he pecado contra ti, a quien debería amar sobre todas las cosas. Me propongo firmemente, con tu ayuda, hacer penitencia, no pecar más y evitar todo lo que me lleve a pecar. Nuestro Salvador Jesucristo sufrió y murió por nosotros. En su nombre. Dios mío, ten piedad.
¿Qué es la oración de la Expiación?
Gracias Dios nuestro y Dios de nuestros padres, que perdonas todos nuestros pecados, perdonas todas nuestras iniquidades y concedes la expiación de todas nuestras transgresiones por medio de Y’shua el Mesías. Porque está escrito: Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad.
¿Cuáles son las 3 oraciones poderosas?
La oración de protección. La oración de transformación. La oración de restauración.
Oración católica de expiación
Padre amoroso, escudriña nuestros corazones y conoce nuestros pensamientos. Señálanos todo lo que en nosotros te ofende y condúcenos por el camino de la vida eterna. Espíritu Santo, ayúdanos a admitir nuestro pecado y nuestra culpa y a ponernos de acuerdo con el Padre sobre nuestro pecado. Tráenos a la memoria cualquier pecado del pasado que hayamos enterrado profundamente porque pensar en ellos puede ser demasiado doloroso. Ayúdanos a tratar y procesar cualquier pecado secreto que no queramos que otros conozcan. Espíritu Santo, guíanos y ayúdanos a recibir el perdón y la restauración de Dios. Ayúdanos a aceptar y comprender plenamente el amor de Dios por nosotros y a no estancarnos en el arrepentimiento y la condena. Ayúdanos a arrepentirnos ayudándonos a alejarnos, a caminar, a permanecer alejados y a nunca mirar atrás.
Empieza a enumerar, confesar y arrepentirte de todos tus pecados y errores. Deja que el Espíritu Santo te ayude a vaciarte. Él guardará tu corazón y tus emociones mientras te derramas ante el Señor. Si tienes ganas de llorar, llora. Si tienes ganas de gritar, grita. Deja que el Señor trabaje en tu interior. No tengas miedo. Dios está contigo y Él te guiará a través de este tiempo de arrepentimiento.
Versículos de la oración de expiación
Padre amoroso, escudriña nuestros corazones y conoce nuestros pensamientos. Señálanos todo lo que en nosotros te ofende y guíanos por el camino de la vida eterna. Espíritu Santo, ayúdanos a admitir nuestro pecado y culpa y a ponernos de acuerdo con el Padre sobre nuestro pecado. Tráenos a la memoria cualquier pecado del pasado que hayamos enterrado profundamente porque pensar en ellos puede ser demasiado doloroso. Ayúdanos a tratar y procesar cualquier pecado secreto que no queramos que otros conozcan. Espíritu Santo, guíanos y ayúdanos a recibir el perdón y la restauración de Dios. Ayúdanos a aceptar y comprender plenamente el amor de Dios por nosotros y a no estancarnos en el arrepentimiento y la condena. Ayúdanos a arrepentirnos ayudándonos a alejarnos, a caminar, a permanecer alejados y a nunca mirar atrás.
Empieza a enumerar, confesar y arrepentirte de todos tus pecados y errores. Deja que el Espíritu Santo te ayude a vaciarte. Él guardará tu corazón y tus emociones mientras te derramas ante el Señor. Si tienes ganas de llorar, llora. Si tienes ganas de gritar, grita. Deja que el Señor trabaje en tu interior. No tengas miedo. Dios está contigo y Él te guiará a través de este tiempo de arrepentimiento.
Oración de expiación judía
Yahvé, Dios nuestro, Dios de dioses y Señor de señores, que nuestra oración llegue ante Ti, que habitas en lo alto de los cielos. ¿Qué podremos decirte a Ti, que habitas en las alturas, qué podremos contarte a Ti, que habitas en los cielos?
Porque Tú conoces todas las cosas ocultas y reveladas. Tú conoces los misterios del universo y los secretos ocultos de todo ser viviente. Tú escudriñas todos nuestros pensamientos íntimos, y sondeas nuestra mente y nuestro corazón; nada se te oculta y nada se esconde a Tus ojos.
No somos tan descarados y obstinados o endurecidos como para decir ante Ti, Yahvé nuestro Dios, que somos justos y no hemos pecado; antes bien, en verdad nosotros y nuestros antepasados hemos pecado. No hemos tenido en cuenta Tu pacto y nos hemos apartado del cumplimiento de Tus buenos mandamientos y Tus leyes. Hemos caminado por nuestros propios caminos y desatendido Tu consejo. Hemos sido perezosos y negligentes en el cumplimiento de Tus preceptos y hemos exaltado nuestros propios razonamientos por encima de la verdad de Tu Palabra y hemos hecho lo malo ante Tus ojos. Hemos sido malvados, nos hemos corrompido, hemos sido abominables, nos hemos extraviado y nos hemos hecho culpables ante Tus ojos.