Oración para calmar la ira
Si asistes a los servicios semanales de tu iglesia local o formas parte de un grupo de oración, es posible que tengas algunos (o más) amigos cristianos en tu círculo íntimo. Puede que acuda a ellos cuando se cuestione su relación con Dios, atraviese un momento difícil en su vida personal o se sienta especialmente ansioso. Y puede que te respondan con una oración por un amigo para ayudarte a encontrar la paz mental y a sentirte menos solo. Las oraciones por los amigos no sólo son una forma estupenda de conectar con los demás cristianos de tu vida, sino que también te recuerdan el poder de la amistad y el amor. Puedes llevar una o dos de estas oraciones a tu próxima reunión o culto para que tus amigos puedan incorporarlas a su rutina diaria de oración. Si tienes un amigo que está enfermo, a punto de emprender un largo viaje, o simplemente necesita unas palabras de sanación para superar una semana dura, estas breves oraciones le proporcionarán palabras de consuelo para que se sienta protegido y escuchado por Dios. No sólo es importante tu relación con Dios, sino también tu relación con tus seres queridos. Una oración por un amigo puede alegrarle el día a esa persona, además de recordarle lo valiosa que es su amistad con ella.
Breve oración por la paz de espíritu
La oración es una invocación o acto que busca activar una relación con un objeto de culto mediante una comunicación deliberada. En sentido estricto, el término se refiere a un acto de súplica o intercesión dirigido a una deidad o a un antepasado divinizado. En términos más generales, la oración también puede tener fines de agradecimiento o alabanza, y en la religión comparada se asocia estrechamente con formas más abstractas de meditación y con encantamientos o hechizos[1].
La oración puede adoptar diversas formas: puede formar parte de una liturgia o ritual establecido, y puede realizarse en solitario o en grupo. La oración puede adoptar la forma de un himno, un conjuro, una declaración formal de credo o una expresión espontánea del orante.
El acto de la oración está documentado en fuentes escritas de hace 5.000 años. Hoy en día, la mayoría de las grandes religiones incluyen la oración de una forma u otra; algunas ritualizan el acto, exigiendo una secuencia estricta de acciones o restringiendo quién puede rezar, mientras que otras enseñan que la oración puede ser practicada espontáneamente por cualquier persona en cualquier momento.
Oración por la paz interior y la calma
Es difícil dejar de lado nuestra ansiedad, o el mundo que nos rodea cuando no podemos ver la evidencia de todo lo que estás haciendo – cuando no podemos entender o ver tu propósito o plan. Hoy, hacemos una pausa y recordamos nuestra dependencia de ti, porque sabemos en nuestro corazón que nuestras circunstancias y nuestro futuro están tocados por tus manos.
Isaías 55:8 nos recuerda que nuestros pensamientos no son tus pensamientos, y que nuestros caminos no son tus caminos. Cuando nos cuesta ver con claridad y tomar decisiones, no estamos solos y esa paz interior es algo que sólo tú puedes proporcionarnos.
Así que hoy, Señor, decimos de nuevo con determinación, incluso con urgencia, que elegimos creer en ti. Sabemos que a menudo es en los momentos más difíciles cuando más actúas. Gracias por ser Tú quien nos da la fuerza para ayudarnos mutuamente y para ver con claridad las opciones a las que nos enfrentamos. Cuando escudriñamos nuestros horizontes personales, sabemos que también debemos buscar en ti el poder y la posibilidad de nuestro futuro.
Por favor, haz que se cumpla todo lo que nos has encomendado hacer en las próximas semanas. Danos un corazón sabio para escuchar tu voz; y luego haz que nuestros pasos sean firmes. Por favor, haznos fuertes a través de tu favor y tu gracia.
Breve oración para la ansiedad
Es difícil dejar de lado nuestra ansiedad, o el mundo que nos rodea cuando no podemos ver la evidencia de todo lo que estás haciendo – cuando no podemos entender o ver tu propósito o plan. Hoy, hacemos una pausa y recordamos nuestra dependencia de ti, porque sabemos en nuestro corazón que nuestras circunstancias y nuestro futuro están tocados por tus manos.
Isaías 55:8 nos recuerda que nuestros pensamientos no son tus pensamientos, y que nuestros caminos no son tus caminos. Cuando nos cuesta ver con claridad y tomar decisiones, no estamos solos y esa paz interior es algo que sólo tú puedes proporcionarnos.
Así que hoy, Señor, decimos de nuevo con determinación, incluso con urgencia, que elegimos creer en ti. Sabemos que a menudo es en los momentos más difíciles cuando más actúas. Gracias por ser Tú quien nos da la fuerza para ayudarnos mutuamente y para ver con claridad las opciones a las que nos enfrentamos. Cuando escudriñamos nuestros horizontes personales, sabemos que también debemos buscar en ti el poder y la posibilidad de nuestro futuro.
Por favor, haz que se cumpla todo lo que nos has encomendado hacer en las próximas semanas. Danos un corazón sabio para escuchar tu voz; y luego haz que nuestros pasos sean firmes. Por favor, haznos fuertes a través de tu favor y tu gracia.