El poder de la oración repetida con fe es inmenso, y los milagros obrados por la intercesión de los santos dan fe de ello. Cuando un corazón sincero se dirige una y otra vez al cielo, sus ruegos son finalmente escuchados. Tal es el caso de la siguiente plegaria a San Cipriano para recuperar a un ser amado. Repitiendo con insistencia y confianza esta oración, el glorioso santo hará llegar nuestro mensaje al corazón extraviado. Y si perseveramos, su gracia actuará para producir el tan ansiado reencuentro. Con fe todo es posible, y la insistencia en la plegaria inclinará la balanza a nuestro favor. Que la luz del Espíritu Santo nos guíe a través de la intercesión de San Cipriano.
Te recomendamos también complementarla con la poderosa primera oración a San Cipriano que está tomada del libro negro de San Cipriano. Es una oración de amor que se puede decir al rey de los nigromantes. Si has perdido un amor o parece que hay un problema en tu relación actual, reza esta oración y todo irá bien. Esta oración domará a tu amante errante, haciendo que tenga remordimientos y vuelva a la relación. No hay otra oración tan poderosa como ésta.
Queridísimo San Cipriano, acudo a ti con el corazón angustiado pues mi amado/a no responde a mi llamado.
Sé que muchas veces actué mal y lo/la descuidé. Tal vez mi orgullo y testarudez alejaron ese ser tan especial de mi lado. Pero ahora comprendo mi error y deseo repararlo.
Te suplico intercedas ante nuestro Señor para que touche su corazón y lo/la mueva a comunicarse conmigo. Ayúdame a encontrar las palabras justas para expresar mi arrepentimiento y hacerle saber cuánto lo/la amo y extraño.
Quiero recuperar aquella relación que tanto nos unió y nos hizo crecer. Anhelo escuchar nuevamente su voz, sentir el calor de su mirada. Sueño con volver a caminar juntos, apoyándonos mutuamente en las pruebas de la vida.
Glorioso San Cipriano, haz que mi amado/a sienta en lo profundo de su alma ese vínculo especial que nos une. Insiste en su corazón hasta que ceda y se abra a mi sincero arrepentimiento. Que tu gracia nos envuelva y nos dé una nueva oportunidad de ser felices.
No permitas que el orgullo y el rencor nos mantengan separados. Intercede ante Dios para que ilumine nuestra senda y podamos retomarla más unidos que nunca.
Atiende mi ruego, poderoso santo. Que mi amado/a se comunique hoy mismo conmigo para iniciar la reconciliación. Amén.
La fe mueve montañas y la persistencia en la oración realiza milagros. Siguiendo el ejemplo de San Cipriano, no debemos desfallecer y perder la esperanza. Con paciencia y devoción, repitiendo esta plegaria, lograremos tocar el corazón de nuestro ser amado. Cuando dos almas destinadas se reencuentran, la gracia divina actúa. Confiemos en que así sea y mantengamos viva la llama de la fe. Que el Espíritu Santo nos ilumine e interceda ante nuestro Creador. Si es Su voluntad, el tan ansiado reencuentro se producirá. No perdamos la esperanza y sigamos orando.