Oración de San Antonio para pedir dinero
Convocó a los doce y les dio poder y autoridad sobre todos los demonios y para curar enfermedades, 2 y los envió a proclamar el reino de Dios y a curar. 3 Y les dijo: “No toméis nada para el camino, ni bastón, ni alforja, ni pan, ni dinero; y no tengáis dos túnicas[a]. 4 Y en cualquier casa en que entréis, quedaos allí, y de allí salid. 5 Y dondequiera que no os reciban, cuando salgáis de esa ciudad sacudid el polvo de vuestros pies como testimonio contra ellos.” 6 Partieron, pues, y recorrieron las aldeas predicando el Evangelio y sanando por todas partes.
7 Herodes el tetrarca se enteró de todo lo que pasaba y se quedó perplejo, porque unos decían que Juan había resucitado de entre los muertos,8 otros que Elías se había aparecido y otros que había resucitado uno de los profetas antiguos. 9 Herodes dijo: “A Juan lo decapité, pero ¿quién es éste de quien oigo tales cosas?”. Y procuró verle.
10 A su regreso, los apóstoles le contaron todo lo que habían hecho. Y él, tomándolos, se retiró aparte a una ciudad llamada Betsaida. 11 Al enterarse de ello, la gente le siguió; y él, acogiéndoles, les hablaba del Reino de Dios y curaba a los que necesitaban curación. 12 Empezaba a declinar el día, y se acercaron los doce y le dijeron: “Despide a la multitud para que vaya a las aldeas y campos de los alrededores a buscar alojamiento y a procurarse provisiones, pues estamos aquí en un lugar desolado.” 13 Pero él les dijo: “Dadles vosotros de comer”. Ellos respondieron: “No tenemos más que cinco panes y dos pescados, a no ser que vayamos a comprar comida para toda esta gente.” 14 Porque había como cinco mil hombres. Y dijo a sus discípulos: “Haced que se sienten en grupos de unos cincuenta cada uno”.15 Así lo hicieron, y los hicieron sentar a todos. 16 Y tomando los cinco panes y los dos peces, levantó los ojos al cielo y los bendijo. Luego partió los panes y se los dio a los discípulos para que los pusieran delante de la gente. 17 Todos comieron y se saciaron. Y recogieron lo que sobró, doce cestos de pedazos.
Oración de San Antonio de Padua por las cosas perdidas
“Debemos confiar en que este tiempo de prueba traerá consigo una purificación de toda la comunidad católica, purificación que es urgentemente necesaria para que la Iglesia pueda predicar con mayor eficacia el Evangelio de Jesucristo en toda su fuerza liberadora. Ahora debéis procurar que donde abundó el pecado, sobreabunde la gracia (cf. Rm 5, 20). Tanto dolor, tanta pena deben conducir a un sacerdocio más santo, a un episcopado más santo y a una Iglesia más santa”.
En el envío de la semana pasada recibisteis las útiles reflexiones de monseñor Patrick F. Flores, arzobispo de San Antonio. El Arzobispo Flores sugirió que nos centremos en la oración y la penitencia por parte del Obispo, incluyendo las Horas Santas, el Oficio Divino, el rezo del Rosario, la lectura de las Sagradas Escrituras y la oración en común con nuestros sacerdotes y nuestro pueblo. Por último, sugirió la posibilidad del ayuno y la abstinencia “si es posible, diariamente”.
Si se va a exponer el Santísimo Sacramento, deben seguirse los ritos contenidos en el capítulo II ( Formas de culto a la Sagrada Eucaristía) de la Sagrada Comunión y del culto a la Sagrada Eucaristía fuera de la Misa.
Novena de oración por el milagro de San Antonio
Es una típica mañana de sábado en la zona sur de San Antonio. La música de conjunto llega con aire húmedo desde la plaza principal del mercadillo, donde hay comida, fuentes de agua y aseos. Los alemanes nos enseñaron la polca, pero el ritmo es estrictamente tex-mex. El ambiente es animado para ser una mañana de fin de semana y el día promete ser caluroso. Nos sentamos en duras sillas de metal detrás de una mesa de patas desvencijadas. Golondrina y yo observamos a la gente pasearse de vendedor en vendedor, sin que las miradas se crucen a menos que sea posible una venta. Encima de la mesa de Golondrina hay una gran variedad de hierbas envasadas, algunas para adelgazar o suavizar la piel, otras con dibujos de iconos culturales, novios, Buda o signos de dólar que simbolizan el objetivo de las hierbas: un buen matrimonio, la intervención divina o la prosperidad. Una caja amarilla muestra el perfil de un indio con un largo tocado de plumas. La inscripción del envase anuncia la fuerza espiritual de las hierbas que contiene:
Oraciones de San Antonio escuchadas
Tras la Segunda Guerra Mundial, la creciente urbanización de San Antonio invadió la capilla y amenazó su propia existencia. Originalmente situada entre las casas familiares de un barrio mexicano, la capilla se encuentra ahora prácticamente a la sombra de las carreteras interestatales 10 y 35 (en la calle Salado, cerca de su intersección con North Frio), rodeada por un gran almacén y un edificio de apartamentos. El éxito de los esfuerzos de la comunidad por salvar la capilla de la destrucción o la reubicación culminó con la inscripción del lugar en el Registro Nacional de Lugares Históricos a principios de la década de 1980.